El ingreso/retorno de Neptuno en Piscis tras 165 años de espera, hecho que se producirá el día 4 de Abrll de 2011 a las 04:19 GMT, viene precedido ("anunciado") por contactos significativos astronómica y astrologicamente, como casi siempre constatamos que sucede antes o durante un hecho astrológico Mayor, como en ese momento será el ingreso del gigante gaseoso Neptuno en su domicilio del último signo del zodíaco en reposo, .
Saturno estará en oposición al Sol en 13º 56' de Aries a las 23:56 GMT del día anterior, es decir 4 horas y 21minutos antes, y sólo unas pocas horas después de la Luna Nueva que se produce en 13º 30' de Aries y opuesta a Saturno el mismo día a las 14:32 GMT: Este será el mejor momento para observar el planeta de los anillos ya que se encuentra visible toda la noche.
La desaparición temporal del sistema de anillos de Saturno (la última ocasión fue en Septiembre de 2009), permite “destapar” durante un tiempo al planeta y a sus numerosas lunas, cuyas superficies están, en parte, tapadas la mayoría del tiempo.
La ocultación de los anillos es un buen momento, para observar la superficie de Saturno y su atmósfera, en donde suceden fenómenos parecidos a los que se producen en otros planetas como Júpiter. Hay manchas en la superficie de Saturno que se corresponden con tormentas, y esos fenómenos se pueden estudiar muy bien en estos momentos en que los anillos apenas son visibles.
Las “orejas raras” de Saturno
Varios escritos evidencian que uno de los grandes descubrimientos del propio Galileo Galilei con su telescopio fue comprobar que Saturno tenía como “unos apéndices raros” a modo de “orejas”.
Accidentalmente el mismo Galileo Galilei comprobó en 1612 con su telescopio cómo desaparecían las “orejas raras” que tenía Saturno de lado a lado, como él decía, y de las que no tenía ni idea qué podían ser, de acuerdo a los textos documentados. Galileo nunca supo la explicación de ese fenómeno y se desinteresó cuando dejó de ver esos apéndices.
La falta de visibilidad de los anillos se produce por “un cruce del plano” a medida que Saturno gira alrededor del Sol, lo que provoca que se vayan colocando de canto a la Tierra. En Septiembre de 2009 tuvo lugar la última ocultación total de los anillos de Saturno. Sería interesante comprobar este ciclo en cuanto al funcionamiento astrológico del planeta. A priori simbolicamente se nos ocurre pensar si la real, desde el punto de vista de la observación geocéntrica, aunque aparente ocultación de los anillos del planeta no matizará su funcionamiento astrológico en el sentido de hacerlo menos "cerrado", "rígido" y "represor", mientras la fase de máxima visibilidad de los mismos debería realzar las condiciones simbólicas tradicionales de Saturno, una hipótesis que queda pendiente de su comprobación.
Este espectacular sonido procedente de Saturno fue captado por los instrumentos de la Sonda Cassini en noviembre de 2003. Desde entonces ha servido de inspiración a científicos y músicos, pero hasta ahora no había sido montado sobre un vídeo, también de la Cassini, de Saturno en movimiento. El resultado es este impactante y sobrecogedor documento audiovisual, a medio camino entre la Ciencia y el arte.
Saturno, igual que el resto de los planetas del Sistema Solar, emite potentes ondas de radio, relacionadas en su mayoría con las auroras que se producen en los polos del planeta. La sonda Cassini, que llegó a Saturno en 2004 tras recorrer más de 1.200 millones de km, empezó a detectar (gracias a su instrumento RPWS, Radio and Plasma Wave Science), sus emisiones de radio en abril de 2002, cuando aún se encontraba a unos 400 millones de km del planeta anillado.
Y en noviembre de 2003, a punto ya de llegar a su destino, la nave consiguió grabar por primera vez esas emisiones en alta resolución. Emisiones que, como puede apreciarse, muestran una extraordinaria variedad de frecuencias y variaciones. Y que además se parecen mucho a las que emiten las auroras boreales de nuestro propio planeta, la Tierra.
Para poder ser escuchadas, ya que las frecuencias captadas por la Cassini se encuentran muy por debajo de la capacidad auditiva del ser humano, los científicos han comprimido los 27 minutos originales de grabación en apenas 73 segundos. Es decir, 22 veces más rápido que en el original.
Las grabaciones inspiraron, entre otros, al músico Terry Riley a componer una «suite» de música espacial para el Cuarteto Kronos llamada «Sun Rings», en la que los sonidos captados por las más variadas misiones interplanetarias se combinan con música y con imágenes y vídeos del Sistema Solar. Se pueden escuchar algunos fragmentos siguiendo este enlace.
Otro ejemplo es la pieza de diez minutos de duración llamada «Anillos», compuesta por el profesor de música de la Universidad de Cornell Roberto Sierra para la convención de 2008 de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana.
Sin embargo, nada tan directo y sobrecogedor como el vídeo que acompaña estas líneas, en el que tanto el sonido (comprimido) como las imágenes son completamente reales. El documento ha sido publicado por Jennifer Oulette en Discovery News.
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