Un
Interesante, reflexivo y lúcido artículo escrito por el arquitecto y
astrólogo costarricense Abel Salazar, cuyo blog http://astrovisioncr.wordpress.com/
recomendamos desde aquí, no sin antes agradecer al autor por tan excelente
aporte.
REPENSAR
LA ASTROLOGÍA
(…de
la creencia a la sistematización de nuestro conocimiento…)
Siguiendo
con las ideas “al vuelo” con que venimos, debemos coincidir con las respuestas
y los planteamientos expuestos pero antes de continuar, pongo pausa para
ofrecer,
“las
más sinceras condolencias al Pueblo Japonés por la tragedia sufrida a causa de
los fenómenos naturales y por la emergencia nuclear”.
En
cuanto al “enjambre sísmico”, es interesante el pico más agudo (el de 8,9°)
porque dos de los elementos asociados a Plutón (Petróleo y Energía Atómica)
fueron directamente afectados (Refinería y Planta Nuclear)
Javier
Reinoso lo representa y describe:
Está
claro que el “sistema” se está ajustando. Sólo que, con esa escala, cualquier
pestañeo de la Tierra, nos pone en jaque y con las fuerzas implicadas… lo que
verdaderamente da miedo es todo lo que tenemos al frente… sin posibilidades de
huida…
Ernesto
García, usando el programa Zodiac de Javier Reinoso, nos muestra así la
realidad que tenemos frente a nuestros ojos, a sólo pocas semanas
La
gran pregunta que queda flotando en el aire es, ¿por qué si la Astrología, ha
venido levantando la voz en relación con las tendencias, pero por más
contundentes que sean los avisos y su demostración, no se le pone la debida
atención?
Voy
a rescatar y digitalizar un ensayo ”REPENSAR LA ASTROLOGÍA, de la creencia a la
sistematización de su conocimiento” que escribí hace años, porque hay una serie
de indicios, a los que tampoco los astrólogos, les hemos dado la debida
atención. Ésta es un primer acercamiento al tema.
La
síntesis de la que parto, es la de que, ”el origen de nuestro cuerpo de
conocimientos y el de las religiones es el mismo, como también lo es la
evolución histórica que han seguido y también es el mismo de la crisis de la
Fe“, en la que compartimos la misma cama, a pesar de que nuestra condición,
desde 1600, es “clandestina” y por tal razón, nunca se institucionalizó: la
sacralización de los “fenómenos naturales”, (que fueron considerados en la
paleohistoria como dioses, en un panteísmo primitivo y elemental) adopta
distintas formas y rituales, en las distintas culturas y sus etapas históricas,
en las que, en un determinado momento, sus símbolos son suplantados y adaptados
como base de los dogmas que se estructuran en cada una de las religiones o
cuerpos teológicos conocidosEn medio de un proceso “subliminal, que estremece
las estructuras dogmáticas desde el Barroco”, éstos sufren distintos cismas y
adaptaciones, pero a partir del siglo pasado y con el advenimiento de la
tecnología y de los medios de comunicación, sistemáticamente se empiezan a minar
las bases de todos los modelos simbólicos o teológicos, porque “el mensaje de
fondo” no lo recibe el receptor (habitante común y silvestre) por parte del
emisor tradicional (el Sacerdote, del Pastor, del Ravino, del Ayatolah, del
Guía, Maestro, etc.), sino de los Medios de Comunicación (y en los últimos años
de Internet)
Ésto
es esencial, porque nuestra función como astrólogos, se ha venido convirtiendo
en una especie de sucedáneo de los confesionarios o de los consultorios de
psicólogos, en los que nosotros no oímos casi nada y a partir de nuestra
lectura, damos nuestro diagnóstico, sin tener la mayoría, formación para
proporcionar un seguimiento y mucho menos, un adecuado tratamiento…
El
problema de base es que, los orígenes de -y mucha de- la información que
procesamos, también están fuera de nuestro ámbito de estudio, de manera que
vamos “a caballo” entre la ciencia, la tecnología, las comunicaciones, la
mística, las religiones, las creencias, las supersticiones,… etc. ¿Y qué somos?
¿Qué rol cumplimos? Y hacia el futuro, ¿cuál deberíamos…?
La
“masa” no cree en la Astrología por las mismas razones que no puede creer en la
“religión o en sus ministros” (ignorancia, inconsistencia en el mensaje, falta
de resultados tangibles, improbables promesas de premios o castigos).
Por
ésto, parece natural, impulsar iniciativas para adquirir el estatus de “ciencia”
para obtener credibilidad (sin embargo, muchas disciplinas lo tienen pero eso no
representa ninguna garantía de exactitud o verosimilitud, por ejemplo las
ciencias económicas, las ciencias sociales, etc.) Yendo más allá, ¿Se podría
obtener “sentido de trascendencia” – esencial para el ser humano, a partir de
sus demostraciones como ciencia?
El
desafío que subyace, es el de ir construyendo un modelo conceptual que permita
el restablecimiento de las conexiones simbólicas y reales entre la Astrología,
en el sentido riguroso del término, el cosmos y el objeto de estudio, para que
pueda cumplir su rol de “guía”…
Si
nuestro insumo esencial, es la Fe, sin importar el método que se aplique, la
condición en la que estamos, es la misma comprobación de que todas las
religiones institucionalizadas, están en crisis (Plutón pasó rasurándolas a
todas y ahora viene a demoler sus estructuras) y si bien, nos salvamos en parte,
es porque la Astrología, al carecer de una institucional, ha
funcionado espontáneamente como una respuesta a la necesidad de Iluminación
(SOL) a través de la Sabiduría trascendente (Júpiter) en forma alternativa
(Urano) mística universal (Neptuno) transformadora (Plutón) que proporcione
estabilidad (Saturno) emocional (Luna) armónica real (Venus) que nos permita
comunicarnos (Mercurio) y trabajar y luchar por nuestra existencia (Marte), pero
sin la solidez requerida por el paradigma tradicional de la ciencia y tampoco
sin mayor dirección.
Consolidar
este discurso y sus tendencias nos llevaría hacia una urgente “ECOLOGÍA ASTRAL”.
Sin ésto, seguiremos “ninguneados” por nuestra suma infinita de ocurrencias,
charlatanerías y las carencias de rigor, seriedad, conocimiento, método y
disciplina… además, agravado por el hecho de que “el exceso de información, sin
dirección, asfixia al conocimiento“.
La libre
interpretación fenomenológica (inventario descriptivo de los hechos, pasados o
futuros)
NO
SE PUEDE SISTEMATIZAR PROFUNDAMENTE, PORQUE LOS (SIEMPRE PARCIALES) RESULTADOS
SON OBTENIDOS POR MEDIO DE MÉTODOS O PROCESOS DISTINTOS, CON DISTINTOS
PARÁMETROS Y EN UN MODELO INFINITAMENTE COMPLEJO, ADMINISTRADO POR AGENTES
AUTODIDACTAS, CASI SIEMPRE SIN CAPACIDAD NI FORMACIÓN PARA LA INVESTIGACIÓN. LAS
EXCEPCIONES, AGOTAN SUS RECURSOS AL TRATAR DE DESENMARAÑAR LA NEBULOSA
IMPERANTE.
¿Vamos
a seguir hurgando sin un adecuado sentido?
Reitero
mi absoluta complacencia por la seriedad de la mayoría de los “Aportadores(as)”
pero, creo que seguimos “volando,” sin más que la base que nos ha proporcionado
el esfuerzo de algunos, pero debería asustarnos a todos(as) el efecto Neptuno,
como habitante de la casa 12… y la descomunal concentración de Violenta Energía
Primaria concentrada en Aries y en tensión hacia Saturno y Plutón, como una
configuración que nos dejará frente a una realidad desconocida y de la que será
muy difícil restablecernos.
Observemos
la imagen que nos remite, Ernesto García B. ¡por favor, vean las
fechas!
La
evidencia está expuesta y nadie parece reaccionar… los accesos los tienen los
comunicadores y los medios…
En
cuanto rescate el texto del ensayo, lo subiré. Estén
atentos(as)…
REPENSAR
LA ASTROLOGÍA (CONTINUACIÓN)
En
Astrología, hay axiomas,
(De
Wikipedia: Un
axioma es una premisa que se considera «evidente» y es aceptada sin requerir una
demostración previa. En un sistema hipotético-deductivo, es toda proposición que
no se deduce de otras, sino que constituye una regla general de pensamiento
lógico, por oposición a los postulados.)
…que
aceptamos como tales y que hacen que el “edificio” en muchos aspectos sea
conceptualmente endeble. Por ejemplo:
Hace
un tiempo, escribí en otro foro:
Cita:
Solemos
decir que el nacimiento es un evento irrepetible, en el espacio y en el tiempo y
que se necesitarían alrededor de 26.000 años para que se repita la misma
configuración. Ésto lo aceptamos como tal, pero ¿lo hemos comprobado
rigurosamente?
Creo
que nos dá pánico enfrentarnos a dos Mapas Natales iguales y no hay manera de
entender qué pasó con el postulado. Me ha sucedido con unos 50 casos de
gemelos(as) y con, al menos, doce casos en los que los nacimientos se dieron con
una diferencia mínima, en espacio (dos ciudades cercanas o camas, en el mismo
hospital) al mismo o muy reducido tiempo.
s?
-En términos de Teoría de Probabilidades, ocurre millones de veces, todos los
días… a lo largo, ancho y alto de todo el mundo… Simplemente lo
obviamos…
Visualicemos
lo que ocurre con dos barcos que se cruzan en altamar, o de dos aviones, uno
sobre otro, en el mismo instante y lugar geográfico exacto. Podemos levantar el
Mapa de esos momentos y no hay manera de explicar cómo las direcciones de los
implicados son distintas. Podríamos plantearnos qué deberíamos hacer las cartas
del momento de la partida, pero como dice el astrólogo, Francisco Lorenzo de
AstroWorld
Cita:
“No
obstante, debemos siempre recordar que: “los planetas inclinan, pero no
obligan”. Es nuestra actitud, la que determina el resultado, porque:
Un barco va hacia el este, otro barco hacia el oeste,
Ambos empujados por los mismos
vientos
Pero son las velas –y no los vientos-
Los que determinan la dirección del viaje.
Por
lo tanto, nuestro carácter es nuestro destino, o sea que el conocimiento y la
voluntad nos permiten gobernar los planetas gracias a ese carácter
inherente“.
¿Dónde
encontramos eso? ¿Qué es lo que marca la diferencia, si los mapas son parecidos
o incluso iguales, como en el caso de los gemelos, con igual genética, condición
social y mapa astral? ¿Cómo uno, muchas veces es brillante y el otro, un
“desastre”, como “dos polos de la misma unidad espiritual”?
Una
primera hipótesis, es que el procesamiento de los datos hasta una buena parte
del siglo pasado, fue muy difícil y eso hizo que se aceptaran los axiomas, ante
la dificultad de poder establecer una comprobación más profunda, al no contarse
con determinados recursos.
Lo
anterior se puede enmarcar en el “PRINCIPIO DE LA SINCRONÍA” o en el PRINCIPIO
DE LA ANALOGÍA,…”
La
discusión planteada en relación a dos técnicas, (del descomunal arsenal de
sistemas, cálculos, interpretaciones y demás “yerbas aromáticas”,) nos pone en
el desafío de encontrar los elementos esenciales, sobre pautas concretas,
rigurosas, exactas, que hacen que la Astrología funcione y no bajo la ley del
“Caos” y en la misma, más por ambigüedad, en la que alegremente nos vivimos
haciendo “concesiones a la inteligencia”…
El
problema, no está en si los tránsitos son mejores para la demostración que las
progresiones, o las revoluciones solares… más bien, surge de la falta de una
profunda dialéctica sobre sus bases. Son muy pocos los foros en los que la
discusión de fondo es posible, posiblemente porque la formación astrológica no
es la misma, o ha sido autodidacta, informal y en la que cada cual, se hace una
idea de sus principios en los que, para muchos lo esencial es el negocio y no la
coherencia epistemológica o metodológica que garantice que, lo que se expresa
sea al menos, confiable.
Falta
mucho para poder articular esas bases concretas. En muchos sentidos, hace falta
ir más allá, con una indeclinable y no negociable autocrítica, apartándonos si
es necesario de consideraciones esotéricas o psíquicas.
Como
mencionaba antes, uno de los problemas es la carencia de una sólida formación en
Astrología, en su concepción filosófica y metodológica y de los recursos
necesarios para precisar su instrumental. Lamentablemente nos sobran dedos en
las manos, para empezar y ninguna academia, dónde hacerlo.
La premisa hacia la que nos debemos enfocar, debe ser la impostergable necesidad de reafirmar la estructura de los instrumentos astrológicos. La presencia de Neptuno en Piscis, por más que sea un anuncio, nos expone a “continuar en una fiesta mística y nebulosa”, en detrimento del urgente requerimiento de quienes creemos en la Astrología Seria y Racional, para que podamos contar con un instrumento más exacto y riguroso que le permita a la humanidad entera, “conocer” y prepararse para enfrentar un “Nuevo Orden”. Esto es posible, ahora más que nunca. ¿Empezamos?… aprovechemos la informática y por supuesto, internet…
Por
su vigencia y popularidad, así como su capacidad de visualización, ¿por qué no
discutimos las distintas técnicas usando como referencia los Mapas del Príncipe
Guillermo y Kate, o el del expresidente Miguel Angel Rodríguez o aún más
sensible, el del Juan Pablo II?
REPENSAR
LA ASTROLOGÍA: PROPUESTAS CONCRETAS
No
puedo menos que agradecer a quienes manifestaron su solidaridad por la partida
del colega y amigo… Mario Álvarez.
El
tránsito de este plano al otro, sea cual sea, es algo que nos acompaña a unos
más que a otros. En nuestro caso, supongo que por mi Luna en Escorpión o Plutón
en la Casa IV, porque no recuerdo un año, en que no haya partido alguien cercano
y querido…
Ante
ésto, con humildad, debemos reconocer que no
contamos con toda la verdad para conocer,
ni siquiera habiendo aprendido a manejar algunas de las herramientas
astrológicas más importantes (y para ciertos cálculos, tampoco disponemos de
todas las requeridas…)
En
cierto sentido, resulta paradójico observar algunas respuestas a la necesidad de
hacer una revisión profunda de mucho del “lastre” que la Astrología ha cargado a
lo largo de la historia.
Es evidente que “sacudir” la estructura, suscita las más enconadas reacciones de quienes disfrutan de cierta comodidad… Por eso, asombra la soberbia indescriptible que justifica el anquilosamiento conceptual de una buena parte del arsenal astrológico.
Como
se ha expresado, la práctica astrológica está plagada de tantas teorías que, con
excepción de los “espejos” no pensantes, dudo que nadie serio y respetuoso, deje
de forjarse la suya propia, al igual que suele poseerse, una visión
individualizada de algo tan trascendental como la muerte.
Al
sacudir, nuestro aparato conceptual, prevalece un elemento del que,
necesariamente debemos partir: LA DETERMINACIÓN DE LA SINCRONICIDAD. (Al
respecto, hay un artículo muy interesante escrito por un extraordinario
estudioso, nacido en Costa Rica: Juan Antonio Revilla:
Tal
ajuste o corrección es esencial para cualquiera de las ramas de la Astrología;
siendo especialmente sensible, como expuse recientemente, en el caso de las
Direcciones primarias (4′=1 año) a las que les da tanta importancia la
Tradición. Su uso, con la alegre información de la que, usualmente disponemos,
implicaría una casi imposible exactitud al tomar como punto de partida, la
mayoría de las “horas” de nacimiento. Aun con un gran margen de error, las
técnicas de corrección de la hora, no nos dan la certeza necesaria para poder
hacer determinaciones exactas y rigurosas.
Dicho lo anterior, en muchos estudiantes y practicantes, subyace una confusión porque 4′ = (60′*24h)/360 (Direcciones Primarias) =>4′ equivalen a aprox. a 1° de la circunferencia, (reflejado en el cambio en el ascendente y en la Rueda de la Fortuna y en segundos y fracciones en los movimientos del Sol y la Luna) lo que puede confundirse con el cálculo en las Secundarias (equivalente a 1 día = 1 año => 1° Solar = aprox. 1440′)
La
base de lo expuesto hace unos días es que, si bien la hora no es exacta, tampoco
lo es EL MISMO SER que, se ha desarrollado, a lo largo de las experiencias
vividas, en ese determinado lapso de tiempo. Esta proyección debería ser EL
PUNTO DE REFERENCIA PARA TODO CÁLCULO ESPECÍFICO.
Si
partimos del “momento” del nacimiento… proyectado a tantos días y fracción, como
edad se tenga (o del momento que se deseé analizar) y sobre el gráfico obtenido
hacemos el cálculo de los tránsitos, pero no referido al natal… estaremos
analizando a un ser que ha evolucionadohasta ese punto, a partir de la
suposición considerada como tiempo inicial.
Con
algunos programas informáticos como el Zodiac o el CPA Kepler o el Astrowin de
Allen Edwall, u otros, se puede calcular un mapa derivado y “manualmente” con
esos datos, levantar el nuevo gráfico, sobre el que se aplicarán los tránsitos a
ese instante.
Ésto
es mucho más coherente y ajustado a la “realidad” de quien o de lo que se esté
analizando.
Los elementos simbólicos de los aspectos y
componentes involucrados siguen siendo los mismos… lo único que cambia es la
referencia sobre la que se hace el análisis.
De
igual manera, deben ajustarse las sinastrías a las progresiones y no sólo a los
Mapas Radicales. En cierto sentido, implica un replanteamiento en el uso de las
Revoluciones, ya que también deberían estar referidas al SER QUE SE ES EN EL
MOMENTO QUE SE ESTÁ HACIENDO EL ESTUDIO (a su proyección o regresión
espacio-temporal)
Ésta
es nuestra manera de trabajar… práctica y concreta… sobre la realidad específica
y no sólo sobre el potencial del Mapa Natal.
Otra
herramienta urgente es una que nos permita, referir los movimientos horarios a
las Casas y no sólo a los signos, de ésta forma se podrían graficar minuto a
minuto, los tránsitos sobre la “realidad” expresada en el mapa que se esté
estudiando.
Poder
disponer de una herramienta flexible y dinámica, no lo he podido lograr con
ninguna de las informáticas disponibles. Por la práctica de años, uno visualiza
el movimiento en la cabeza, pero no deja de ser muy limitado el recurso, porque
es más efectivo si se “ve”. Por ejemplo, sería posible progresar el Mapa de los
equipos, para el momento de un determinado partido y con el ascendente
moviéndose a razón de, más o menos, un grado cada cuatro minutos… obtendríamos
la “película” completa, mucho antes de que suceda, pero en el lenguaje de los
Astros…
Continúa…
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