miércoles, 3 de agosto de 2011

Repensar la Astrología



Un Interesante, reflexivo y lúcido artículo escrito por el arquitecto y astrólogo costarricense Abel Salazar, cuyo blog http://astrovisioncr.wordpress.com/ recomendamos desde aquí, no sin antes agradecer al autor por tan excelente aporte.




REPENSAR LA ASTROLOGÍA


(…de la creencia a la sistematización de nuestro conocimiento…)

Siguiendo con las ideas “al vuelo” con que venimos, debemos coincidir con las respuestas y los planteamientos expuestos pero antes de continuar, pongo pausa para ofrecer,

“las más sinceras condolencias al Pueblo Japonés por la tragedia sufrida a causa de los fenómenos naturales y por la emergencia nuclear”.

En cuanto al “enjambre sísmico”, es interesante el pico más agudo (el de 8,9°) porque dos de los elementos asociados a Plutón (Petróleo y Energía Atómica) fueron directamente afectados (Refinería y Planta Nuclear)


Javier Reinoso lo representa y describe:


 

                     



 
Está claro que el “sistema” se está ajustando. Sólo que, con esa escala, cualquier pestañeo de la Tierra, nos pone en jaque y con las fuerzas implicadas… lo que verdaderamente da miedo es todo lo que tenemos al frente… sin posibilidades de huida…

Ernesto García, usando el programa Zodiac de Javier Reinoso, nos muestra así la realidad que tenemos frente a nuestros ojos, a sólo pocas semanas







                      




La gran pregunta que queda flotando en el aire es, ¿por qué si la Astrología, ha venido levantando la voz en relación con las tendencias, pero por más contundentes que sean los avisos y su demostración, no se le pone la debida atención?


Voy a rescatar y digitalizar un ensayo ”REPENSAR LA ASTROLOGÍA, de la creencia a la sistematización de su conocimiento” que escribí hace años, porque hay una serie de indicios, a los que tampoco los astrólogos, les hemos dado la debida atención. Ésta es un primer acercamiento al tema.


La síntesis de la que parto, es la de que, ”el origen de nuestro cuerpo de conocimientos y el de las religiones es el mismo, como también lo es la evolución histórica que han seguido y también es el mismo de la crisis de la Fe“, en la que compartimos la misma cama, a pesar de que nuestra condición, desde 1600, es “clandestina” y por tal razón, nunca se institucionalizó: la sacralización de los “fenómenos naturales”, (que fueron considerados en la paleohistoria como dioses, en un panteísmo primitivo y elemental) adopta distintas formas y rituales, en las distintas culturas y sus etapas históricas, en las que, en un determinado momento, sus símbolos son suplantados y adaptados como base de los dogmas que se estructuran en cada una de las religiones o cuerpos teológicos conocidosEn medio de un proceso “subliminal, que estremece las estructuras dogmáticas desde el Barroco”, éstos sufren distintos cismas y adaptaciones, pero a partir del siglo pasado y con el advenimiento de la tecnología y de los medios de comunicación, sistemáticamente se empiezan a minar las bases de todos los modelos simbólicos o teológicos, porque “el mensaje de fondo” no lo recibe el receptor (habitante común y silvestre) por parte del emisor tradicional (el Sacerdote, del Pastor, del Ravino, del Ayatolah, del Guía, Maestro, etc.), sino de los Medios de Comunicación (y en los últimos años de Internet)


Ésto es esencial, porque nuestra función como astrólogos, se ha venido convirtiendo en una especie de sucedáneo de los confesionarios o de los consultorios de psicólogos, en los que nosotros no oímos casi nada y a partir de nuestra lectura, damos nuestro diagnóstico, sin tener la mayoría, formación para proporcionar un seguimiento y mucho menos, un adecuado tratamiento…


El problema de base es que, los orígenes de -y mucha de- la información que procesamos, también están fuera de nuestro ámbito de estudio, de manera que vamos “a caballo” entre la ciencia, la tecnología, las comunicaciones, la mística, las religiones, las creencias, las supersticiones,… etc. ¿Y qué somos? ¿Qué rol cumplimos? Y hacia el futuro, ¿cuál deberíamos…?


La “masa” no cree en la Astrología por las mismas razones que no puede creer en la “religión o en sus ministros” (ignorancia, inconsistencia en el mensaje, falta de resultados tangibles, improbables promesas de premios o castigos).


Por ésto, parece natural, impulsar iniciativas para adquirir el estatus de “ciencia” para obtener credibilidad (sin embargo, muchas disciplinas lo tienen pero eso no representa ninguna garantía de exactitud o verosimilitud, por ejemplo las ciencias económicas, las ciencias sociales, etc.) Yendo más allá, ¿Se podría obtener “sentido de trascendencia” – esencial para el ser humano, a partir de sus demostraciones como ciencia?


El desafío que subyace, es el de ir construyendo un modelo conceptual que permita el restablecimiento de las conexiones simbólicas y reales entre la Astrología, en el sentido riguroso del término, el cosmos y el objeto de estudio, para que pueda cumplir su rol de “guía”…


Si nuestro insumo esencial, es la Fe, sin importar el método que se aplique, la condición en la que estamos, es la misma comprobación de que todas las religiones institucionalizadas, están en crisis (Plutón pasó rasurándolas a todas y ahora viene a demoler sus estructuras) y si bien, nos salvamos en parte, es porque la Astrología, al carecer de una institucional, ha funcionado espontáneamente como una respuesta a la necesidad de Iluminación (SOL) a través de la Sabiduría trascendente (Júpiter) en forma alternativa (Urano) mística universal (Neptuno) transformadora (Plutón) que proporcione estabilidad (Saturno) emocional (Luna) armónica real (Venus) que nos permita comunicarnos (Mercurio) y trabajar y luchar por nuestra existencia (Marte), pero sin la solidez requerida por el paradigma tradicional de la ciencia y tampoco sin mayor dirección.


Consolidar este discurso y sus tendencias nos llevaría hacia una urgente “ECOLOGÍA ASTRAL”. Sin ésto, seguiremos “ninguneados” por nuestra suma infinita de ocurrencias, charlatanerías y las carencias de rigor, seriedad, conocimiento, método y disciplina… además, agravado por el hecho de que “el exceso de información, sin dirección, asfixia al conocimiento“.


La libre interpretación fenomenológica (inventario descriptivo de los hechos, pasados o futuros)



NO SE PUEDE SISTEMATIZAR PROFUNDAMENTE, PORQUE LOS (SIEMPRE PARCIALES) RESULTADOS SON OBTENIDOS POR MEDIO DE MÉTODOS O PROCESOS DISTINTOS, CON DISTINTOS PARÁMETROS Y EN UN MODELO INFINITAMENTE COMPLEJO, ADMINISTRADO POR AGENTES AUTODIDACTAS, CASI SIEMPRE SIN CAPACIDAD NI FORMACIÓN PARA LA INVESTIGACIÓN. LAS EXCEPCIONES, AGOTAN SUS RECURSOS AL TRATAR DE DESENMARAÑAR LA NEBULOSA IMPERANTE.



 
¿Vamos a seguir hurgando sin un adecuado sentido?


Reitero mi absoluta complacencia por la seriedad de la mayoría de los “Aportadores(as)” pero, creo que seguimos “volando,” sin más que la base que nos ha proporcionado el esfuerzo de algunos, pero debería asustarnos a todos(as) el efecto Neptuno, como habitante de la casa 12… y la descomunal concentración de Violenta Energía Primaria concentrada en Aries y en tensión hacia Saturno y Plutón, como una configuración que nos dejará frente a una realidad desconocida y de la que será muy difícil restablecernos.


Observemos la imagen que nos remite, Ernesto García B. ¡por favor, vean las fechas!

 



 
                      




La evidencia está expuesta y nadie parece reaccionar… los accesos los tienen los comunicadores y los medios…


En cuanto rescate el texto del ensayo, lo subiré. Estén atentos(as)…







 
REPENSAR LA ASTROLOGÍA (CONTINUACIÓN)



En Astrología, hay axiomas,

(De Wikipedia: Un axioma es una premisa que se considera «evidente» y es aceptada sin requerir una demostración previa. En un sistema hipotético-deductivo, es toda proposición que no se deduce de otras, sino que constituye una regla general de pensamiento lógico, por oposición a los postulados.)

…que aceptamos como tales y que hacen que el “edificio” en muchos aspectos sea conceptualmente endeble. Por ejemplo:


Hace un tiempo, escribí en otro foro:



Cita:

Solemos decir que el nacimiento es un evento irrepetible, en el espacio y en el tiempo y que se necesitarían alrededor de 26.000 años para que se repita la misma configuración. Ésto lo aceptamos como tal, pero ¿lo hemos comprobado rigurosamente?

Creo que nos dá pánico enfrentarnos a dos Mapas Natales iguales y no hay manera de entender qué pasó con el postulado. Me ha sucedido con unos 50 casos de gemelos(as) y con, al menos, doce casos en los que los nacimientos se dieron con una diferencia mínima, en espacio (dos ciudades cercanas o camas, en el mismo hospital) al mismo o muy reducido tiempo.



s? -En términos de Teoría de Probabilidades, ocurre millones de veces, todos los días… a lo largo, ancho y alto de todo el mundo… Simplemente lo obviamos…


Visualicemos lo que ocurre con dos barcos que se cruzan en altamar, o de dos aviones, uno sobre otro, en el mismo instante y lugar geográfico exacto. Podemos levantar el Mapa de esos momentos y no hay manera de explicar cómo las direcciones de los implicados son distintas. Podríamos plantearnos qué deberíamos hacer las cartas del momento de la partida, pero como dice el astrólogo, Francisco Lorenzo de AstroWorld



 
Cita:

“No obstante, debemos siempre recordar que: “los planetas inclinan, pero no obligan”. Es nuestra actitud, la que determina el resultado, porque:

Un barco va hacia el este, otro barco hacia el oeste,
Ambos empujados por los mismos vientos
Pero son las velas –y no los vientos-
Los que determinan la dirección del viaje.


Por lo tanto, nuestro carácter es nuestro destino, o sea que el conocimiento y la voluntad nos permiten gobernar los planetas gracias a ese carácter inherente“.



 
¿Dónde encontramos eso? ¿Qué es lo que marca la diferencia, si los mapas son parecidos o incluso iguales, como en el caso de los gemelos, con igual genética, condición social y mapa astral? ¿Cómo uno, muchas veces es brillante y el otro, un “desastre”, como “dos polos de la misma unidad espiritual”?


Una primera hipótesis, es que el procesamiento de los datos hasta una buena parte del siglo pasado, fue muy difícil y eso hizo que se aceptaran los axiomas, ante la dificultad de poder establecer una comprobación más profunda, al no contarse con determinados recursos.


Lo anterior se puede enmarcar en el “PRINCIPIO DE LA SINCRONÍA” o en el PRINCIPIO DE LA ANALOGÍA,…”


La discusión planteada en relación a dos técnicas, (del descomunal arsenal de sistemas, cálculos, interpretaciones y demás “yerbas aromáticas”,) nos pone en el desafío de encontrar los elementos esenciales, sobre pautas concretas, rigurosas, exactas, que hacen que la Astrología funcione y no bajo la ley del “Caos” y en la misma, más por ambigüedad, en la que alegremente nos vivimos haciendo “concesiones a la inteligencia”…


El problema, no está en si los tránsitos son mejores para la demostración que las progresiones, o las revoluciones solares… más bien, surge de la falta de una profunda dialéctica sobre sus bases. Son muy pocos los foros en los que la discusión de fondo es posible, posiblemente porque la formación astrológica no es la misma, o ha sido autodidacta, informal y en la que cada cual, se hace una idea de sus principios en los que, para muchos lo esencial es el negocio y no la coherencia epistemológica o metodológica que garantice que, lo que se expresa sea al menos, confiable.


Falta mucho para poder articular esas bases concretas. En muchos sentidos, hace falta ir más allá, con una indeclinable y no negociable autocrítica, apartándonos si es necesario de consideraciones esotéricas o psíquicas.


Como mencionaba antes, uno de los problemas es la carencia de una sólida formación en Astrología, en su concepción filosófica y metodológica y de los recursos necesarios para precisar su instrumental. Lamentablemente nos sobran dedos en las manos, para empezar y ninguna academia, dónde hacerlo.


La premisa hacia la que nos debemos enfocar, debe ser la impostergable necesidad de reafirmar la estructura de los instrumentos astrológicos. La presencia de Neptuno en Piscis, por más que sea un anuncio, nos expone a “continuar en una fiesta mística y nebulosa”, en detrimento del urgente requerimiento de quienes creemos en la Astrología Seria y Racional, para que podamos contar con un instrumento más exacto y riguroso que le permita a la humanidad entera, “conocer” y prepararse para enfrentar un “Nuevo Orden”. Esto es posible, ahora más que nunca. ¿Empezamos?… aprovechemos la informática y por supuesto, internet…


Por su vigencia y popularidad, así como su capacidad de visualización, ¿por qué no discutimos las distintas técnicas usando como referencia los Mapas del Príncipe Guillermo y Kate, o el del expresidente Miguel Angel Rodríguez o aún más sensible, el del Juan Pablo II?







REPENSAR LA ASTROLOGÍA: PROPUESTAS CONCRETAS


No puedo menos que agradecer a quienes manifestaron su solidaridad por la partida del colega y amigo… Mario Álvarez.


El tránsito de este plano al otro, sea cual sea, es algo que nos acompaña a unos más que a otros. En nuestro caso, supongo que por mi Luna en Escorpión o Plutón en la Casa IV, porque no recuerdo un año, en que no haya partido alguien cercano y querido…


Ante ésto, con humildad, debemos reconocer que no contamos con toda la verdad para conocer, ni siquiera habiendo aprendido a manejar algunas de las herramientas astrológicas más importantes (y para ciertos cálculos, tampoco disponemos de todas las requeridas…)


En cierto sentido, resulta paradójico observar algunas respuestas a la necesidad de hacer una revisión profunda de mucho del “lastre” que la Astrología ha cargado a lo largo de la historia.


Es evidente que “sacudir” la estructura, suscita las más enconadas reacciones de quienes disfrutan de cierta comodidad… Por eso, asombra la soberbia indescriptible que justifica el anquilosamiento conceptual de una buena parte del arsenal astrológico.

Como se ha expresado, la práctica astrológica está plagada de tantas teorías que, con excepción de los “espejos” no pensantes, dudo que nadie serio y respetuoso, deje de forjarse la suya propia, al igual que suele poseerse, una visión individualizada de algo tan trascendental como la muerte.


Al sacudir, nuestro aparato conceptual, prevalece un elemento del que, necesariamente debemos partir: LA DETERMINACIÓN DE LA SINCRONICIDAD. (Al respecto, hay un artículo muy interesante escrito por un extraordinario estudioso, nacido en Costa Rica: Juan Antonio Revilla:






Tal ajuste o corrección es esencial para cualquiera de las ramas de la Astrología; siendo especialmente sensible, como expuse recientemente, en el caso de las Direcciones primarias (4′=1 año) a las que les da tanta importancia la Tradición. Su uso, con la alegre información de la que, usualmente disponemos, implicaría una casi imposible exactitud al tomar como punto de partida, la mayoría de las “horas” de nacimiento. Aun con un gran margen de error, las técnicas de corrección de la hora, no nos dan la certeza necesaria para poder hacer determinaciones exactas y rigurosas.


Dicho lo anterior, en muchos estudiantes y practicantes, subyace una confusión porque 4′ = (60′*24h)/360 (Direcciones Primarias) =>4′ equivalen a aprox. a 1° de la circunferencia, (reflejado en el cambio en el ascendente y en la Rueda de la Fortuna y en segundos y fracciones en los movimientos del Sol y la Luna) lo que puede confundirse con el cálculo en las Secundarias (equivalente a 1 día = 1 año => 1° Solar = aprox. 1440′)

La base de lo expuesto hace unos días es que, si bien la hora no es exacta, tampoco lo es EL MISMO SER que, se ha desarrollado, a lo largo de las experiencias vividas, en ese determinado lapso de tiempo. Esta proyección debería ser EL PUNTO DE REFERENCIA PARA TODO CÁLCULO ESPECÍFICO.


Si partimos del “momento” del nacimiento… proyectado a tantos días y fracción, como edad se tenga (o del momento que se deseé analizar) y sobre el gráfico obtenido hacemos el cálculo de los tránsitos, pero no referido al natal… estaremos analizando a un ser que ha evolucionadohasta ese punto, a partir de la suposición considerada como tiempo inicial.


Con algunos programas informáticos como el Zodiac o el CPA Kepler o el Astrowin de Allen Edwall, u otros, se puede calcular un mapa derivado y “manualmente” con esos datos, levantar el nuevo gráfico, sobre el que se aplicarán los tránsitos a ese instante.
Ésto es mucho más coherente y ajustado a la “realidad” de quien o de lo que se esté analizando.



Los elementos simbólicos de los aspectos y componentes involucrados siguen siendo los mismos… lo único que cambia es la referencia sobre la que se hace el análisis.
 
 
 
De igual manera, deben ajustarse las sinastrías a las progresiones y no sólo a los Mapas Radicales. En cierto sentido, implica un replanteamiento en el uso de las Revoluciones, ya que también deberían estar referidas al SER QUE SE ES EN EL MOMENTO QUE SE ESTÁ HACIENDO EL ESTUDIO (a su proyección o regresión espacio-temporal)


Ésta es nuestra manera de trabajar… práctica y concreta… sobre la realidad específica y no sólo sobre el potencial del Mapa Natal.


Otra herramienta urgente es una que nos permita, referir los movimientos horarios a las Casas y no sólo a los signos, de ésta forma se podrían graficar minuto a minuto, los tránsitos sobre la “realidad” expresada en el mapa que se esté estudiando.


Poder disponer de una herramienta flexible y dinámica, no lo he podido lograr con ninguna de las informáticas disponibles. Por la práctica de años, uno visualiza el movimiento en la cabeza, pero no deja de ser muy limitado el recurso, porque es más efectivo si se “ve”. Por ejemplo, sería posible progresar el Mapa de los equipos, para el momento de un determinado partido y con el ascendente moviéndose a razón de, más o menos, un grado cada cuatro minutos… obtendríamos la “película” completa, mucho antes de que suceda, pero en el lenguaje de los Astros…


 
Continúa…


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