Estados Unidos hará todo lo que sea necesario, incluida la opción militar, para evitar que Irán desarrolle un arma nuclear, advirtió ayer el jefe del Pentágono, Leon Panetta, en una entrevista.
WASHINGTON (EFE). “Si ellos proceden y conseguimos (información de) inteligencia sobre que están procediendo al desarrollo de un arma nuclear, entonces tomaremos todos los pasos necesarios para detenerlo”, indicó Panetta. Al ser preguntado sobre si eso incluiría acciones militares, el secretario de Defensa estadounidense respondió: “No hay opciones fuera de la mesa”. Inaceptable
Panetta también afirmó que un arma nuclear en Irán es algo “inaceptable” y sostuvo que Teherán ha llegado a un punto en el que podría tenerla en un año o quizá menos.
Las sanciones y condenas contra Irán se han multiplicado en las últimas semanas a raíz de un informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), publicado el pasado 8 de noviembre, sobre las crecientes sospechas de que su programa nuclear tiene una vertiente militar, destinada a fabricar bombas atómicas, que pondrían en peligro no solo a Medio Oriente, sino al resto del mundo.
Irán señala que ese informe se hizo con datos falsos, al dictado de Estados Unidos e Israel, sus grandes enemigos, y ha negado tajantemente que tenga intención de fabricar bombas atómicas, pero también ha dejado claro que no abandonará su programa nuclear con fines supuestamente civiles pacíficos.
Ayer, durante una reunión en Washington, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y el ministro de Exteriores japonés, Koichiro Gemba, abordaron precisamente las preocupaciones en torno al programa nuclear iraní.
Al igual que han hecho EE.UU. y la Unión Europea (UE), Japón ha impuesto sanciones a Teherán, pero ha decidido no fijar ninguna restricción a la adquisición de crudo iraní, el 10 por ciento del total que importa cada año. Gemba reiteró a Clinton su opinión de que “existe el riesgo de causar daños a la economía global si las importaciones de crudo iraní se detienen”, según dijo el mismo tras la reunión.
Panetta también afirmó que un arma nuclear en Irán es algo “inaceptable” y sostuvo que Teherán ha llegado a un punto en el que podría tenerla en un año o quizá menos.
Las sanciones y condenas contra Irán se han multiplicado en las últimas semanas a raíz de un informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), publicado el pasado 8 de noviembre, sobre las crecientes sospechas de que su programa nuclear tiene una vertiente militar, destinada a fabricar bombas atómicas, que pondrían en peligro no solo a Medio Oriente, sino al resto del mundo.
Irán señala que ese informe se hizo con datos falsos, al dictado de Estados Unidos e Israel, sus grandes enemigos, y ha negado tajantemente que tenga intención de fabricar bombas atómicas, pero también ha dejado claro que no abandonará su programa nuclear con fines supuestamente civiles pacíficos.
Ayer, durante una reunión en Washington, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y el ministro de Exteriores japonés, Koichiro Gemba, abordaron precisamente las preocupaciones en torno al programa nuclear iraní.
Al igual que han hecho EE.UU. y la Unión Europea (UE), Japón ha impuesto sanciones a Teherán, pero ha decidido no fijar ninguna restricción a la adquisición de crudo iraní, el 10 por ciento del total que importa cada año. Gemba reiteró a Clinton su opinión de que “existe el riesgo de causar daños a la economía global si las importaciones de crudo iraní se detienen”, según dijo el mismo tras la reunión.
Ayer, el gobierno de EE.UU. sancionó a 10 empresas vinculadas al sector del transporte marítimo de Irán, acusándolas de colaborar con el programa nuclear iraní.
21 de Diciembre de 2011 00:00
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