EL PROBLEMA DE LA DEUDA
Standard & Poor’s ha estimado que la deuda pública de España en 2010 alcanzará el 67% del PIB y amenaza con recortar la calificación crediticia al Reino de España.
El problema no es sólo la deuda pública sino también la privada. El problema no es solo la deuda española o la griega o la de Dubai sino la enorme deuda de los países ricos.
Un equipo de analistas de estrategia de Societé Generale acaba de publicar un informe que en el peor de los escenarios vaticina un colapso mundial en dos años. Adjunto el gráfico de la portada del documento. Muestra la evolución de la Deuda sobre el PIB a nivel mundial tanto la histórica como la prevista a 2011. La conclusión es clara: La deuda mundial habrá crecido un 250% en los diez años transcurridos entre 2001 y 2011. Los países desarrollados son los principales culpables, con una Deuda sobre PIB que pasa del 72% al 150%, mientras que los países emergentes se han comportado como buenos chicos todo este tiempo, manteniendo, e incluso reduciendo su endeudamiento (45% sobre PIB). Ha pasado la época en que los burócratas de los organismos tiraban de las orejas solo a los países en desarrollo por haberse endeudado más allá de lo razonable.
El fuerte endeudamiento ha sido el truco, el secreto, del crecimiento económico que hemos vivido durante tantos años: Endeudarse frenéticamente, a tasas muy superiores al crecimiento actual o esperable de nuestros ingresos, hasta alcanzar cotas de endeudamiento jamás alcanzadas en la historia de la humanidad.
Y las preguntas que nadie contesta son: ¿Por qué ha ocurrido esto? ¿Por qué los políticos y reguladores no nos dicen que ésta es la situación y se centran urgentemente en definir medidas cuyo objetivo casi exclusivo sea revertir la tendencia de esta deuda?
Un equipo de analistas de estrategia de Societé Generale acaba de publicar un informe que en el peor de los escenarios vaticina un colapso mundial en dos años. Adjunto el gráfico de la portada del documento. Muestra la evolución de la Deuda sobre el PIB a nivel mundial tanto la histórica como la prevista a 2011. La conclusión es clara: La deuda mundial habrá crecido un 250% en los diez años transcurridos entre 2001 y 2011. Los países desarrollados son los principales culpables, con una Deuda sobre PIB que pasa del 72% al 150%, mientras que los países emergentes se han comportado como buenos chicos todo este tiempo, manteniendo, e incluso reduciendo su endeudamiento (45% sobre PIB). Ha pasado la época en que los burócratas de los organismos tiraban de las orejas solo a los países en desarrollo por haberse endeudado más allá de lo razonable.
El fuerte endeudamiento ha sido el truco, el secreto, del crecimiento económico que hemos vivido durante tantos años: Endeudarse frenéticamente, a tasas muy superiores al crecimiento actual o esperable de nuestros ingresos, hasta alcanzar cotas de endeudamiento jamás alcanzadas en la historia de la humanidad.
Y las preguntas que nadie contesta son: ¿Por qué ha ocurrido esto? ¿Por qué los políticos y reguladores no nos dicen que ésta es la situación y se centran urgentemente en definir medidas cuyo objetivo casi exclusivo sea revertir la tendencia de esta deuda?
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