Por Dominique Guillet
Traducción de la
Asociación Alteatequieroverde
En agosto de 1945,
mientras Japón se hundía militarmente, la mafia depredadora globalizadora
militar-industrial iniciaba la tercera guerra mundial, acabando en algunos
segundos con las vidas de centenares de miles de civiles japoneses. Las dos
bombas atómicas, soltadas sobre Hiroshima y Nagasaki, anunciaban una guerra
total y genocida en contra de la humanidad, con la radioactividad como arma de
destrucción masiva. El desastre nuclear de Fukushima-Daiichi constituye una
crisis aguda en este envenenamiento radiactivo crónico de la especie humana, y
de toda la biosfera, que perdura desde hace 66 años.
Hoy, siete semanas
después del tsunami del 11 de marzo de 2011, la situación de los reactores de
la central nuclear de Fukushima-Daiichi se degrada inexorablemente. El 28 de
abril, TEPCO anunciaba que la radioactividad ambiente era del orden de 1220
millisievert/por hora, lo que corresponde casi a 10 millones de veces la dosis
radioactiva artificial admisible en Francia (1 millisievert /por año). TEPCO,
famoso por sus grandes mentiras desde el principio de la crisis, comienza a
preparar al mundo entero ante la eventualidad, más que probable, de su
incapacidad para controlar esta catástrofe nuclear en 9 meses, tal como lo
prometió.
Ciertos reactores están
en fusión total (y esto, desde el primer día), los escapes son permanentes, los
riesgos de explosión son más que posibles…
Mientras las emisiones
de isótopos de cesio 137, de estroncio 90, de yodo 131, de plutonio 239,
contaminan sin interrupción la atmósfera y el océano, la prensa Occidental, a
las órdenes de la mafia globalizadora, califica la situación de estable, o no
la califica, con el fin de no aterrorizar a la muchedumbre y sobre todo de no
enojar a la mafia nuclear. La situación es efectivamente estable: la polución
radiactiva de Fukushima podría durar largos años sin contar que nuevas
explosiones catastróficas confieran un giro mucho más brusco. El norte de Japón
ya debería haber sido evacuado.
¿Para cuándo la
evacuación de Tokio y de la totalidad de Japón?
A partir del 18 de marzo
se encontraron plutonio 238 y 239 en los Estados Unidos. En California y en
Hawai, los niveles fueron respectivamente 43 y 11 veces más elevados que el
nivel máximo catalogado en los últimos 20 años. En marzo, el agua potable de
San Francisco contenía 181 veces la dosis admisible de yodo 131. El 4 de abril,
el agua de lluvia de Boise en Idaho contenía 80 veces la dosis admisible de
yodo 131 así como de cesio 137. A principios de abril, la tasa de cesio 137 en
los suelos, cerca de Reno en Nevada, era 30 veces superior a la dosis
admisible. También en abril, encontramos en regiones muy numerosas de USA,
cesio 134, estroncio 89, estroncio 90 y hasta el americio y el curio. Todos
estos isótopos radiactivos también se han ido depositando en Europa y si no se
los encuentra, es porque no se los busca.
Antes de finales del año
2011, todos los suelos del planeta estarán inexorablemente contaminados por la
irradiación diaria y permanente de los reactores de Fukushima. Será lo mismo
para los océanos y las capas freáticas. Entonces los isótopos radiactivos de
Fukushima empezaran un largo proceso de bio-acumulación subiendo los diversos
escalones de la cadena alimentaria. En 2012, la totalidad de la cadena
alimentaria planetaria será radioactiva y por consiguiente híper-tóxica para la
salud humana.
¡Pero que no cunda el
pánico! La alimentación humana ya deriva de un medio ambiente eminentemente
tóxico y la agricultura química moderna constituye, intrínsecamente, un arma de
destrucción masiva por su capacidad de producir, en masa, alimentos altamente
envenenados. La mafia globalizadora adora la diversidad, sobre todo la necro-diversidad
de las estrategias para el envenenamiento de la humanidad y de la biosfera. La
santa trinidad de su teología del aniquilamiento, se declina como sigue:
Cáncer, Mutación, Esterilidad o, según la terminología usada en los numerosos
trabajos del profesor cancerólogo Dominique Belpomme, patologías CMR, a saber
Cancerígenos, Mutágenos y Repro-tóxicos.
La tercera guerra
mundial nuclear, emprendida en 1945, se dotó de todo un arsenal de armas
genocidas:
- Reactores nucleares.
Aproximadamente son 450, y su primera finalidad no es producir energía “civil”,
sino más bien producir plutonio para uso militar. Sabemos pertinentemente,
desde los años 70, que el sector nuclear no es rentable: consume más energía
que la que produce y evidentemente, la factura no incluye los centenares de
miles de millones de dólares, o de euros, vinculados a la gestión de los
accidentes y de las patologías permanentes que genera. La finalidad primordial
de las centrales nucleares, en el mundo entero, es producir plutonio y uranio
empobrecidos con fines de destrucción humana. (Renviamos a los lectores un
informe de la CIA, recientemente presentado sobre la web de Next-up, que pone
perfectamente en evidencia las relaciones de triangulación entre Francia (EDF,
Cogema/Areva, CEA), Japón y USA). Todas las centrales nucleares emiten
radioactividad sin interrupción: en términos técnicos, escapes. Las numerosas
investigaciones lo prueban. No hace falta más que estudiar el mapa de las
regiones donde hay más cáncer de pecho en USA: estas regiones se sitúan todas
en un radio de 150 km alrededor de una central nuclear. ¡Tal estudio
comparativo sería imposible en Francia por la simple razón que no existe
ninguna región que no esté bajo la influencia de los escapes (y por lo tanto,
bajo una potencial deflagración-detonación) de una central nuclear! Francia es
el país más nuclearizado en el mundo “gracias” a un entendimiento perfecto
entre todos los gobiernos que se sucedieron (de todos los colores políticos)
desde 1956, y el gang nuclear (EDF, Cogema/Areva, CEA).
- Residuos radioactivos.
Oficialmente, hasta 1982, cerca de 100 000 toneladas de residuos fueron sumergidos,
en contenedores de hormigón, en lo más profundo de los océanos. Pero, de hecho,
no tan profundamente ya que algunos reaparecieron, a merced del tsunami de 2006
en Indonesia, para terminar encallando sobre las costas de Somalia, provocando
la muerte de los pecadores de este país. ¿Cuál es el impacto de los residuos
radiactivos sobre la vida marina del planeta Tierra? ¡Lo que no se ve, no
existe! Desde hace una treintena de años, los residuos radiactivos “están
jubilados” ( En francés original, juego de palabra intraducible entre tratados
(retraités) y jubilados): pero tranquilicémonos, los fondos de pensiones
nucleares no han sido engullidos en el atraco a mano armada financiero más
grande de la historia de la humanidad Los residuos radiactivos gozan de una
jubilación próspera y apacible en ojivas nucleares (existen todavía algunas
decenas de millares en el aire, en los mares y sobre tierra), en el combustible
MOX (conteniendo el 7 % de plutonio) que usan las centrales nucleares de
Francia y de Japón; a veces, se pasean por los caminos de Europa y a veces,
hasta se relajan en piscinas sobre las terrazas de ciertos reactores nucleares.
¡Esperando la Ola!
- Las bombas de “uranio empobrecido”.
Son calificadas por Paolo Scampa como “bombas sucias de los ricos”.
Contrariamente a lo que la semántica podría dar a entender, constituyen armas
terroríficas de destrucción masiva. La operación “humanitaria” en Libia,
orquestada por la OTAN y los USA – y cuya finalidad es robar el petróleo, el
oro y los recursos financieros del pueblo libio (y desestabilizar la zona) – ha
lanzado millares de bombas con uranio empobrecido, también llamadas de cuarta
generación, sobre el territorio libio. Las bombas con uranio empobrecido fueron
utilizadas por primera vez por Israel durante la guerra de Kippour contra
Egipto (octubre de 1973). Más tarde fueron utilizadas en el Líbano, en la ex
Yugoslavia, en Irak, en Afganistán y en Libia por USA y “coaliciones” diversas
y occidentales. También fueron utilizadas por Israel en la franja de Gaza
(investigación de la asociación ACDN). Las bombas de uranio empobrecido generan
cánceres, mutaciones y esterilidad en estos mismos países o entre los militares
que participan en las operaciones humanitarias. Así, lo demuestra un estudio en
USA que se llevó a cabo sobre 631 174 militares veteranos de Irak: 87 590
sufren patologías musculares y óseas, 73 154 patologías mentales, 67 743
patologías indefinibles, 63 002 patologías gastrointestinales, 61 524
patologías neuronales, etc. Invitamos a todos los promotores del átomo civil y
nuclear a que consulten sobre Internet las web que presentan fotos de niños
deformes (y es un eufemismo) nacidos en Irak, en Afganistán, como consecuencia
de las guerras humanitarias y libertadoras, o en Ucrania, como consecuencia de Chernóbil.
Las bombas de “uranio empobrecido” liberan isótopos cuya duración media de vida
es de 2,5 mil millones de años, es decir que todavía subsistirán allí dentro de
24 mil millones de años.
- Los “ensayos”
nucleares. Contrariamente a lo que la semántica podría dar a entender, son pura
y llanamente explosiones. Desde 1945, se llevaron a cabo más de 2050 en la
atmósfera y en el suelo. El más fuerte fue de creación Rusa y su potencia más
de 3000 veces la de Hiroshima. En 1963, ya que el Presidente John Kennedy
quería hacer votar una ley que prohibiera estos ensayos atómicos en la
Naturaleza, la camarilla militarista US explosionó 250 en un solo año, casi uno
por día.
- La agricultura química
moderna. Esta agricultura se practica en la casi totalidad de los países
Occidentales y en una gran parte de los países llamados emergentes o en vías de
occidentalización. Utiliza fertilizantes de síntesis y toda una panoplia de
armas de guerra – los plaguicidas – destinados a luchar contra los hongos, las
hierbas, los insectos, los nemátodos, etc., y que son llamados fungicidas,
herbicidas, insecticidas, nematóceras, etc. Esta agricultura de guerra, o
agricultura mortífera, produce alimentos-venenos que generan una plétora de
patologías cancerígenas, mutágenas y repro-tóxicas. Por otra parte, un agrónomo
comparó antaño los fertilizantes agrícolas de la química de síntesis, con mini
bombas atómicas de uso agrícola – o más bien, bajo la apariencia de uso agrícola,
con fin genocida. La agricultura química moderna, también recurre a semillas
modificadas genéticamente por Monsanto y otras multinacionales criminales.
Estas semillas quiméricas y las cosechas que se derivan, también pueden ser
consideradas como mini bombas que siembran el caos en el organismo humano y
animal tal como numerosos estudios recientes lo han probado.
- La industria química.
Además de producir cócteles de veneno para los “campesinos”, esta industria
creó decenas y decenas de miles de productos químicos cuya mayoría, (para
emplear la expresión consagrada), son verdaderas bombas. Algunos de estos
productos químicos poseen denominaciones diversas y variadas: vacunas, remedios
alopáticos, azúcares de síntesis, etc.
- Las tecnologías de la
comunicación, de la prevención medical y de la lucha antiterrorista. En este
trastero de alta tecnología, podríamos mencionar la telefonía móvil de tercera
y de cuarta generación, los sistemas WIFI, las radioscopias de uso médico, los
body-escáneres en los aeropuertos, etc. Recomendamos al lector un estudio
reciente del suizo Daniel Favre sobre las patologías encontradas en las abejas
por culpa de las interferencias electromagnéticas de la telefonía.
Para resumir esta
situación genocida: los psicópatas dementes y criminales recurren a dos tipos
de operaciones especiales para destruir el genoma humano y erradicar una gran
parte de la especie humana. La primera consiste en generar contaminación radioactiva
directa mediante tecnología nuclear: ensayos nucleares en la atmósfera y en el
suelo, reactores nucleares civiles, reactores nucleares militares para la
investigación y la producción de plutonio, bombas de uranio empobrecido y la no
gestión de los residuos radiactivos. La segunda consiste en arruinar el sistema
inmunitario mediante una contaminación radioactiva indirecta, solapada y
diaria: alimentos-venenos, vacunas, remedios alopáticos, telefonía móvil, etc.
Y para coronar todo, el
Códex Alimentarius, creado en diciembre de 1961 bajo el auspicio de la OMS y de
la FAO, constituye la guinda, colorada pero mortífera, sobre el grueso pastel
nuclear. Solo podemos admirar el refinamiento de la estrategia de la mafia
globalizadora: desde 1945, el complejo militar-industrial destruye la humanidad
y la biosfera instituyendo una organización internacional, el Códex
Alimentarius, que se supone protege a los pueblos. Pero qué hace el Códex
Alimentarius para proteger a los pueblos: ¡sigue las órdenes de las
multinacionales biocidarías para imponer las semillas quiméricas, los fertilizantes
de síntesis, los plaguicidas, etc. Y para imponer, a plazo, “la irradiación” de
todos los alimentos!
Repetimos, otra vez, que
el Códex Alimentarius depende de la OMS, una rama de la ONU, que podría
llamarse perfectamente la Organización para las Mutaciones y la esterilidad.
Recordemos que los mafiosos de la OMS firmaron un tratado secreto de no
agresividad, en 1959, con los mafiosos del OIEA (Organismo Internacional de
Energía Atómica). La capacidad para hacer daño del OIEA es grandísima. Estos
criminales todavía se atreven a hablar de algunas decenas de muertos, o como
mucho de algunos millares, por culpa de Chernóbil, mientras que en el informe
de la Academia Nacional de las Ciencias, aparecido en los USA en noviembre de
2009, se afirma que entre 1986 y 2004, 950 000 personas fallecieron en el mundo
por culpa de la catástrofe nuclear de Chernóbil. Y estamos en 2011.
La imposición inexorable
del Codex Alimentarius, va a acabar, a muy a corto plazo (es mañana), con la
supresión pura y sencilla de todos los complementos alimentarios y de todas las
plantas medicinales que permiten a la humanidad protegerse, o cuidarse, de los
efectos destructores de la radioactividad o de cualquier otra forma de polución
agrícola, médica o industrial. La prohibición de estas sustancias arrastrará,
hay que precisarlo, la supresión de la mayoría de las alternativas médicas, y
es por supuesto lo que deséala OMS totalitaria, que intenta desde hace decenas
de años, criminalizar todas estas terapias llamadas alternativas. Para tratar
la epidemia del cáncer, la OMS prefiere promover, la quimioterapia y la
radioactividad: vivimos una época formidable.
Se rizó el rizo. La
mafia globalista envenena la humanidad y, usando la palanca del Nécro-Codex
Alimentarius, impide la curación con terapias alternativas y naturales. Hace ya
numerosos años que lanzamos la alarma pero se duerme en los laureles. Canadá ya
hizo pasar su decreto C 51. Dos estados de USA acaban de hacer pasar leyes que
criminalizan todas las terapias alternativas. La semana pasada, en Oregón, el
FDA (el Ministerio de la agricultura y de la salud US), protegiendo su trasero
con 80 policías armados hasta los dientes, lanzó una operación sobre una
pequeña empresa, Maxam Nutraceutics, con actividad desde hace más de 20 años en
la producción de “complementos alimentarios” para cuidar el autismo (que se ha
vuelto endémico en USA y en Europa gracias a la polución radioactiva y gracias
a las vacunas con mercurio). Mientras tanto, la Unión Europea que sigue fiel a
sus fundamentos totalitarios y antidemocráticos, se burla perdidamente de sus
pueblos y trabaja para las multinacionales y para el gang nuclear: dentro de
poco, habrá hecho desaparecer todos los complementos alimentarios y todas las
plantas medicinales, lo mismo que todas las preparaciones naturales utilizadas
por las técnicas de agro-ecología. Y es esta misma Unión Europea, la que acaba
de multiplicar por 20 veces la dosis admisible de radioactividad en los
alimentos, 20 veces bajo pretexto que más vale consumir alimentos radioactivos
que tener que hacer frente a penurias alimentarias (hambrunas).
El umbral mínimo de
radioactividad es una gran estafa científica. Recordemos que, según los
expertos en endocrinología, no existe dosis mínima de contaminación radiactiva y
que, además, la contaminación provocada por dosis débiles es a menudo más
destructora para el feto humano, que la contaminación provocada por dosis
fuertes.
¿Qué hacer? Primero,
utilizar técnicas de descontaminación de los suelos. Después de Chernóbil, estuvo
prohibida la venta de quesos en Austria; sin embargo, nos dimos cuenta
enseguida que los quesos producidos por agricultores practicando la agricultura
ecológica, que utilizaban desde hace muchos años, aportaciones de rocas
volcánicas (los zeolitas), estaban estrictamente exentos de radioactividad. En
efecto, todas las rocas volcánicas de la familia de las zeolitas son famosas
por su capacidad de bloquear los metales pesados y las partículas radioactivas.
El futuro de la humanidad pasará por la agricultura ecológica. En efecto, la
primera línea de defensa, en contra de los metales pesados y en contra de la
radioactividad, es una vida microbiana próspera en los suelos y la presencia de
humus y de oligoelementos indispensables para la nutrición armoniosa de las
plantas. Esta primera línea de defensa está estrictamente ausente en la mayoría
de los suelos europeos que murieron, esterilizados, oxidados y que no producen
más que productos alimentarios que generan, en el cuerpo humano, unos radicales
libres factores de degeneración.
También existen unas
técnicas de descontaminación que recurren a setas o a plantas para “fijar” la
radioactividad. No es fácil transformar un jardín o un campo en criadero de
setas pero en cambio, es mucho más fácil plantar allí especies vegetales tales
como el girasol y el cáñamo/cannabis. Ciertos estudios valorizaron estas dos
especies vegetales que habían sido utilizadas con éxito después del desastre de
Chernóbil. Pero queda por saber cómo reciclar luego las plantas de descontaminación.
Podríamos proponer expedirlas hacia el Elíseo o hacia las sedes de EDF o de
Areva.
¡La gran ventaja del
cáñamo/cannabis, como planta descontaminante, es que permite también
confeccionar cuerdas muy sólidas!
Porque francamente, los
pueblos de la Tierra necesitarán estas cuerdas el día en que se constituyan
Tribunales Planetarios para juzgar a todos los psicópatas, sociópatas y
crápulas de todo tipo, que han transformado este bello planeta en un cubo de
basura tóxico y radioactivo. En efecto, la primera fase de descontaminación
sería, en toda lógica, una fase de descontaminación del tejido social porque no
sirve para nada descontaminar la biosfera si los depredadores
militar-industriales continúan envenenándolo con ganas. La descontaminación del
tejido social es un imperativo urgente si se quiere ayudar a la especie humana
a pasar el umbral de la presente extinción. Los depredadores
militar-industriales deben ser neutralizados por todos los medios imaginables.
Solo entonces será posible parar todas las centrales nucleares, prohibir la
agricultura química, condenar todas las multinacionales bíocidarias, eliminar
toda la prensa globalista, para poner fin el atraco financiero a mano armada…
En breve, debemos
promover una insumisión total a las Autoridades que funcionan en el vacío integral
de autoridad moral y espiritual: la Nueva Orden Mundial. Cuando sus lacayos de
Estado sean neutralizados, las multinacionales se hundirán porque solo
subsisten gracias a la corrupción generalizada.
Es esta corrupción que
permite a TEPCO, al gobierno japonés y a las diversas Autoridades occidentales
mentir descaradamente pretendiendo que la situación en Fukushima está
estabilizada y que no existe ningún peligro radiactivo para los pueblos del
planeta.
Qué pasa en Francia, con
las ONG auto declarado antinuclear? La Red Salir del Nuclear, renvía a sus
lectores hacia el New York Times para tener información sobre la situación de
los “reactores dañados” de Fukushima. Seamos serios, los reactores no están
dañados, sino destruidos y sería más auténtico orientar a los lectores
anglófonos hacia blogs dedicados a esta problemática más bien que hacia la gran
prensa US. Uno llega a preguntarse para quién trabaja la Red Salir del Nuclear
desde que echaron a Stephan Lhomme que acaba de crear su propio Observatorio
del Nuclear.
En cuanto a Greenpeace,
las banalidades sobre su web, en lo que concierne a Fukushima, son patéticas:
la transcripción de los comunicados del gobierno japonés no constituye
información alguna sino intoxicación. ¡Recordemos que Greenpeace, lo mismo que
la Red Salir del Nuclear, garantizó la farsa inmensa del Grenelle del Medio
ambiente del Presidente Sarkozy, aquel qué ya es todo un no-programa nuclear!
Es de hecho la
Asociación Next-up, y el blog de la Asociación Kokopelli, las que intentan más
seriamente presentar informaciones, al día, en Francia. Les aconsejamos a los
lectores, también, la web de Jean-Pierre Petit cuyos expedientes técnicos y
científicos siempre están fundados magníficamente. En cuanto a Criirad, no ha
presentado noticias recientes desde su comunicado del 12 de abril. Sabemos que
no es fácil para pequeñas asociaciones, sin medios financieros, intentar
perforar la pared opaca del secreto que ha sido erigida alrededor de la central
nuclear de Fukushima-Daiichi: no es un sarcófago de hormigón el que ha sido
erigido alrededor de los reactores de Fukushima, es un sarcófago
casi-impenetrable de mentiras y de intoxicación. ¿Quién evocó la gran
probabilidad de una explosión nuclear, y no de una explosión de hidrógeno, se
efectuara en el reactor 3? Nadie a parte de algunos físicos o ingenieros
nucleares que no practican la lengua de madera: Leuren Moret, Arnie Gundersen,
Chris Busby … Y hoy, 29 de abril, el profesor Toshiso Kosako, autorizado el 16
de marzo por el gobierno japonés como consejero especial nuclear, acaba de
anunciar su dimisión, con lágrimas en los ojos, porque, dice, "el primer
ministro ignoró las leyes" . ¿Pero quizás no las conoce?
La finalidad de este
artículo no es fomentar el miedo o la depresión: es promover la puesta en
marcha de técnicas de descontaminación y animar a los pueblos a declarar
levantada la veda de caza a los depredadores militar-industriales, la fuente
tóxica de todas sus enfermedades. La crisis de Fukushima, y la contaminación
que conlleva de la integridad de la cadena alimentaria planetaria, constituyen
una nueva invitación para obrar en co-evolución con la Tierra Madre, la
Pacha-Mama.
Queda sólo poco tiempo.
Dominique Guillet. El 29
de abril de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario