martes, 27 de noviembre de 2012

Conseguir que el Presidente Egipcio Mursi se abstenga de expresar su opinión sobre el 11 - S


Breve comentario de Gonzalo Peña a un artículo aparecido en la edición del pasado 11 de Septiembre del rotativo estadounidense The Washington Post.


"El artículo que remito a continuación es del pasado 11 de septiembre, fue publicado por The Washington Post. Los autores opinan que Washington debería recortar su ayuda financiera a Egipto mientras el presidente egipcio, Mohamed Morsi, siga expresando su convicción de que los ataques terroristas del 11/09 en la ciudad de Nueva York,  hace más de 11 años, no fueron obra de Al Qaeda o de los fundamentalistas árabes, sino que esta atrocidad fue cometida por Israel y los neoconservadores americanos sionistas. Es muy revelador que este artículo del Washington Post se publicó al transitar Mercurio y el Sol partiles sobre la Luna Negra Lilith (la reina de las mentiras y el engaño) del gráfico radical de EE.UU. situada en19º28’ Virgo. Es evidente que el gobierno de EE.UU. está utilizando su poder para servir a la agenda de Israel. Todos sabemos que no hay absolutamente ninguna duda de que Israel son los autores de los ataques del 11-9. Sin embargo, aquí vemos al periódico más influyente de EE.UU. defendiendo que EE.UU. deberían castigar a los que abrazan la verdad.

El encubrimiento de la verdad del 11-9 está resultando un esfuerzo costoso, sin embargo, es financiado directamente por la Reserva Federal de EE.UU., que es también la organización que financió los ataques terroristas del 11-9. No hay que olvidar que la la Reserva Federal de EE.UU. pertenece a la familia Rothschild, que financió el nacimiento ilegal de Israel".



A continuación traducimos el artículo que refiere Gonzalo peña:



Conseguir que Morsi de Egipto renuncie
 a su verdadera opinión sobre el 11-9

Por Robert Satloff y Eric Trager ,

11 de septiembre 2012 14:46 EDT
Publicado por el Washington Post: 11 de septiembre

Robert Satloff es director ejecutivo del Instituto Washington para la Política del Cercano Oriente, donde Eric Trager es el compañero de próxima generación.
La creación de un banner de al-Qaeda por la turba enfurecida que violó la Embajada de EE.UU. en El Cairo el martes - el aniversario de los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001 - fue inquietantemente. La gran mayoría en los principales países musulmanes prefieren las teorías de la conspiración sin fundamento a los hechos reales de lo que sucedió aquella mañana del martes hace 11 años. Aunque al-Qaeda habitualmente se jacta de su "logro", el 75 por ciento de los egipcios, por ejemplo, siguen negando que los árabes llevaron a cabo los ataques, como reveló un estudio de Pew  en julio de 2011:


Esta negación de la historia tiene relevancia política para Estados Unidos: el rechazo masivo de los hechos del 11/9 menoscaba los esfuerzos mundiales de Estados Unidos contra el terrorismo. Persuadir a los musulmanes dejando las cosas claras es una condición necesaria para cualquier estrategia de lucha contra el terrorismo que quiera tener éxito.
El presidente Obama centró sus esfuerzos para ello desde sus primeros días en el cargo. En su 2009 Dirección del Cairo:


El presidente denunció el revisionismo del 11/9 en términos muy claros. "Soy consciente de que algunos cuestionan o justifican los acontecimientos del 11/9," dijo. "Pero seamos claros: Al Qaeda mató a casi 3.000 personas ese día. . . . Éstas no son opiniones que se debaten, sino hechos que deben ser tratados como tales ".
Este mes en la reunión de la Asamblea General de la ONU se presentará una prueba crítica para medir el compromiso del presidente en su  combate del referido revisionismo. La estrella de las sesiones es probable que sea Mohamed Morsi


Obama supuestamente planea reunirse con Morsi, el nuevo presidente de Egipto. el líder elegido por el pueblo del estado más poderoso y populoso del mundo árabe. Pero Morsi, un antiguo líder de los Hermanos Musulmanes, no sólo ha evidenciado simpatía por los atacantes de la embajada, sino que también ha adoptado algunas de las teorías conspirativas más viles sobre el 11/9.
Morsi no ha tenido reparos en airear sus odiosas opiniones. En un informe de Mayo de 2010 durante una entrevista efectuada para la Insitución Brookings dirigida por el erudito Shadi Hamid, Morsi desestimó la responsabilidad de Al Qaeda en los citados ataques: informa Hamid del comentario de Morsi diciendo:


 "Cuando viene alguien y nos dice que el avión golpeó la torre como lo haría un cuchillo en la mantequilla, nos está insultando", "¿Cómo es posible un plano de corte a través del acero como ese? Algo debe haber sucedido desde el interior. Es imposible. "Del mismo modo, en 2007, Morsi informaba en declaraciones que Estados Unidos" nunca ha presentado ninguna prueba [sic] de la identidad de quienes cometieron ese incidente .


 "En 2008, él propuso crear una "gran conferencia científica "para analizar " qué causó el ataque contra  masivas estructuras como eran las dos torres".
Mientras Morsi no ha guardado silencio sobre el 11/9 desde que asumió la presidencia, la aparición de la Hermandad en el último año como principal fuerza política de Egipto no  ha moderado su retórica.
En una serie de entrevistas en el mes de Julio, los principales líderes de la Hermandad han negado en repetidas ocasiones la responsabilidad de Al Qaeda en los ataques. Mustafa Ghoneimy, jefe de la Oficina de Orientación de la Hermandad, dijo que "los Judios" habían ejecutado los ataques. "Sabemos que muchos Judios trabajaban en estas dos torres", dijo. "Y  ese día, casualmente no estaban”. Mientras tanto, el secretario general de la Hermandad  Mahmoud Hussein achacó los ataques a "los servicios de inteligencia de Estados Unidos, o de los judíos." El portavoz Mahmoud Ghozlan especuló con que "los servicios de inteligencia" estaban detrás de los ataques, ya que "es imposible que los piloto tuviesen la habilidad y pericia suficientes para llevar a buen fin los planes. se necesitaba para ello bastante profesionalidad, de la que ellos carecían, para hacerlo ".
Sin duda, Morsi no es el primer gobernante egipcio que especula sobre las intolerables teorías de la conspiración. El entonces presidente Gamel Abdel Nasser, el líder del panarabismo secular, también dijo a un entrevistador alemán que "ninguna persona, ni siquiera la más simple, se puede tomar en serio la mentira de los 6 millones de Judios que fueron asesinados." Y en la emisora estatal de televisión, en su emisión de cierre en EE.UU. el aliado Hosni Mubarak, salió al aire en una ocasión, durante el Ramadán comentando una serie 41-parte


Basada en "Los Protocolos de los Sabios de Sión", un texto infame que versa sobre una supuesta conspiración judía para controlar el mundo.
La Hermandad Musulmana 11/9 hace revisionismo de los hechos, sin embargo, el momento coincide con el momento en que los islamistas de Egipto van a se gobernantes, y deben acudir, sombrero en mano, a las capitales mundiales y las instituciones financieras internacionales. La economía en Egipto se encuentra prácticamente en bancarrota, la decrépita situación de las instituciones y la decadente situación de la seguridad nacional han obligado a sus dirigentes a buscar ayuda en el extranjero. Sin embargo, la Hermandad al parecer cree que puede obtener el apoyo que necesitan  sin necesidad de ceñir su retórica basada en su ideología del odio.
Washington cuenta con una amplia gama de intereses en Egipto, máxime ahora que transita desde un régimen autoritario hacia uno de representación, que van desde la cooperación en seguridad regional para conseguir y el pluralismo político pacífico hasta la tolerancia religiosa. Los Estados Unidos deben estar dispuestos a ampliar su ayuda económica y militar para satisfacer estas necesidades y mantener su compromiso de colaborar con antelación para la obtención de objetivos comunes en Egipto. Pero en la elaboración de los detalles de este nuevo acuerdo, nuestro Presidente no debe dar su visto bueno personal a líderes que defienden puntos de vista repugnantes, desestabilizadores que socavan el vital interés en seguridad nacional de EE.UU.
Para ello, Obama debería condicionar explicitamente cualquier reunión con Morsi a su renuncia clara y pública de este reciente revisionismo del 11/9. Esta posición conduce a Morsi a una dura elección: Él puede repudiar las conspiraciones llenas de odio que él ha ayudado a sembrar y cosechar a cambio los beneficios del abrazo de Obama, o puede exponerse como un ideólogo irresponsable junto con otros miembros de la comunidad internacional. Si no se establece un marcaje previo antes de que Morsi llegue a Nueva York tal vez Morsi nunca tendrá que tomar esa decisión.




Texto original de Gonzalo Peña Támez I_Predict

Traducción por Ernesto G. Bermejo



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