Día Mundial de la Astrología que propuse en
1979 que se acepta mundialmente como símbolo bíblico de los
astrólogos de
Oriente, aquellos Reyes Magos o Astrólogos de Oriente que siguieron una
estrella. Predijeron así el nacimiento de de Cristo el rey de
reyes, creador del Cristianismo y de la cultura cristiana, único elemento
histórico perdurable desde hace dos mil años en esta era Piscis que culminará en
el 2100. A este festejo invito a alumnos, colegas, amigos y visitantes
ocasionales de países vecinos, bienvenidos a este 1º festejo y benditos
quienes lo prolongarán en las siguientes generaciones.
Por suerte se ha venido festejando en
diversos países. El año pasado 2011 fue en La Habana, Cuba. Este fue el informe
de la colega organizadora:
“Recuerdos de la
celebracion el Dia del Astrologo, 6 de enero pasado, en el Museo del Naipe en la
Habana Vieja. En la primera foto soy la primera de izquierda a
derecha, junto a nuestro profesor, al centro, y otros colegas, en el lugar de la
celebracion y en la segunda en un receso de la sesion, dentro del Museo del
Naipe como pueden observar por los cuadros del lugar. Mis cariños a todos desde
Cuba”
Carlota
PD: Disculpen la demora del envio, pero mas vale tarde que nunca, no
creen?
Los
quiero a todos.
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Carlota es la de Blanco a la izquierda de su profesor que festejaron el
Día de la Astrología en el Museo Del Naipe en La Habana Cuba,
el 6 de enero del 2011. |
Pero la mayor noticia de valor de
nuestro DIA MUNDIAL DE LA ASTROLOGÍA fue
la inesperada valoración de los Reyes Magos o astrólogos de Oriente por el papa
Benedicto. Estas son sus declaraciones el 6 de enero de 2011:
ÁNGELUS
DOMINICAL: "Los Magos de Oriente, modelos del verdadero sabio"
En la Plaza de San Pedro, tras
la Misa de
Epifanía
CIUDAD DEL VATICANO,
ROMA
Miércoles 6 de Enero de 2010
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¡Queridos hermanos y
hermanas!
Celebramos hoy la gran fiesta de la Epifanía, el misterio de la
Manifestación del Señor a todas las gentes,
representadas por los Magos, venidos de Oriente para adorar al Rey de los
Judíos (cfr Mt 2,1-2). El evangelista Mateo, que relata el acontecimiento,
subraya que éstos llegaron a Jerusalén siguiendo una estrella, avistada en su
surgimiento e interpretada como signo del nacimiento del Rey anunciado por los
profetas, o sea, el Mesías. Llegados sin embargo a Jerusalén, los Magos
necesitaron las indicaciones de los sacerdotes y de los escribas para conocer
exactamente el lugar a donde dirigirse, es decir, Belén, la ciudad de David (cfr
Mt 2,5-6; Mi 5,1). La estrella y las Sagradas Escrituras fueron las dos luces
que guiaron el camino de los Magos, los cuales aparecen como modelos de los
auténticos buscadores de la verdad.
(Al decir sabios y hombres de
ciencia, se refiere sólo a astrólogos, los únicos existentes en escuelas y
universidades por miles de años hasta el siglo XVII. En cambio los sabios
actuales de la ciencia oficial nacieron hace unos 350 años, excluyendo a la
Astrología hace 250 años)
Éstos eran unos
sabios, que escrutaban los astros y conocían la historia de los pueblos.
Eran hombres de ciencia en un sentido amplio, que observaban el cosmos considerándolo casi un gran
libro lleno de signos y de mensajes divinos para el hombre.
(Santo Tomás de Aquino, el mayor doctor de la
Iglesia, así lo consideraba también en su “Suma Teológica” el libro más honrado
en Teología)
Su saber, por tanto, lejos de
considerarse autosuficiente, estaba abierto a ulteriores revelaciones y llamadas
divinas. De hecho, no se avergüenzan de pedir instrucciones a los jefes
religiosos de los judíos. Habrían podido decir: hagámoslo solos, no necesitamos
a nadie, evitando, según nuestra mentalidad actual, toda “contaminación” entre
la ciencia y la Palabra de Dios. En cambio los Magos escuchan las profecías y
las acogen; y, apenas se vuelven a poner en camino hacia Belén, ven nuevamente
la estrella, casi como confirmación de una perfecta armonía entre la búsqueda
humana y la Verdad divina, una armonía que llenó de alegría sus corazones de
auténticos sabios (cfr Mt 2,10). El culmen de su itinerario de búsqueda fue
cuando se encontraron ante "el niño con María su madre" (Mt 2,11). Dice el
Evangelio que “postrándose le adoraron". Habrían podido quedarse desilusionados,
es más, escandalizados. En cambio, como verdaderos sabios, se abrieron al
misterio que se manifiesta de modo sorprendente; y con sus dones simbólicos
demostraron que reconocían en Jesús al Rey y al Hijo de Dios. Precisamente en
ese gesto se cumplen los oráculos mesiánicos que anuncian el homenaje de las
naciones al Dios de Israel.
Un último detalle confirma, en los Magos, la
unidad entre inteligencia y fe: es el hecho de que “advertidos en sueños de que
no volvieran a Herodes, volvieron a su tierra por otro camino" (Mt 2,12). Habría
sido natural volver a Jerusalén, al palacio de Herodes y al Templo, para
proclamar su descubrimiento. En cambio, los Magos, que han elegido como soberano
al Niño, lo custodian escondiéndolo, según el estilo de María, o mejor de Dios
mismo, y tal como habían aparecido, desaparecieron en el silencio, apagados,
pero también cambiados tras el encuentro con la Verdad. Habían descubierto un
nuevo rostro de Dios, una nueva realeza: la del amor. Que nos ayude la Virgen
María, modelo de verdadera sabiduría, a ser auténticos buscadores de la verdad
de Dios, capaces de vivir siempre la profunda sintonía que hay entre la razón y
la fe, entre la ciencia y la revelación.
[Después del
Ángelus]
Estoy contento de dirigir mi augurio más cordial a los hermanos
y a las hermanas de las Iglesias Orientales que celebran mañana la Santa
Navidad. Que el misterio de la luz sea fuente de alegría y de paz para cada
familia y comunidad.
En la solemnidad de la Epifanía se celebra la
Jornada Misionera de los niños, con el lema “Los niños ayudan a los niños”.
Promovida por el Venerable Papa Pío XII en 1950, esta iniciativa educa a los
niños a formarse una mentalidad abierta al mundo y a ser solidarios con sus
coetáneos más desgraciados. Saludo con afecto a todos los pequeños misioneros
presentes en los cinco continentes y les animo a ser siempre testigos de Jesús y
anunciadores de su Evangelio.
[En español dijo]Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana. La
Iglesia celebra hoy la solemnidad de la Epifanía del Señor, la manifestación del
Mesías a todos los pueblos. San Mateo nos narra en su evangelio como unos
personajes, venidos de Oriente, son guiados por una estrella hasta Belén y,
adorando al Niño Jesús, le reconocen como el único Salvador del Mundo. Queridos
hermanos, os invito a imitar la obediencia de estos Magos que, gracias a su
docilidad a la acción providente de Dios, pudieron recibir la luz sin ocaso:
Cristo, el Señor. Feliz fiesta de la Epifanía. Muchas gracias.
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Conste
que el ariano Benedicto es el primer Papa en declarar sabios a los astrólogos de
Oriente, puesto que siempre tuvimos ese privilegio. Hace 30 años (un ciclo de
Saturno) hice esfuerzos para acercar Astrología e Iglesia, a través de la magna
inauguración cristiana que protagonizaron los astrólogos de Oriente, pidiendo
audiencia para que recibieran a tres de nuestros colegas más respetados: André
Barbault, Henri Gouchon y yo, pero no obtuvimos respuesta.
Aquello no
dio sus frutos, pero aparentemente los dio en otra forma, porque en 1982 el Papa
Juan Pablo II oró ante el sarcófago de los Reyes Magos en Köln, la Catedral
alemana de Colonia. Estas fotos lo documentan:
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Sarcófago de los tres Reyes
Magos colocado
en el centro de la catedral. |
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Juan Pablo II rezando a los Reyes Magos en el
altar mayor de la
Catedral de Köln o Colonia, en Alemania, el 15 de noviembre 1980,
la mayor iglesia cristiana.
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Mi visita en 1997 a la
Catedral. Ritos cristianos ante los Reyes Magos
reúnen a obispos de todo el mundo.
Hoy decreto que se festeje el
día de la Astrología el viernes 6 de enero de 2012 a las 19h00 en mi
invernáculo.
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