El Proyecto Stargate, fue financiado por el Ejército estadounidense para investigar las posibles aplicaciones militares de la vision remota. Los psíquicos formados dentro de este programa han llegado a realizar extraordinarias proezas documentadas de gran habilidad paranormal, desde identificar instalaciones militares o lugares de interés a partir de unas simples coordenadas para orientarse, a localizar puntos exactos donde se han estrellado aeronaves perdidas, o predecir las fechas de botadura de submarinos enemigos y cargueros, por citar unas cuantas.
El Proyecto Stargate, con base en la Universidad de Stanford, abarcó una serie de subproyectos desde los años 70 hasta 1995 y desarrolló un conjunto de protocolos para hacer más científica la investigación de la clarividencia y la proyección extracorporal. Este enfoque de las artes psíquicas se llegó a conocer como “visión remota”, la supuesta capacidad de “ver” psíquicamente sucesos, lugares o información independientemente de la ubicación.
El Proyecto Stargate se desarrolló debido al menos en parte a cuestiones de seguridad nacional derivadas de informes de que la propia Unión Soviética se había embarcado en investigaciones psíquicas, centradas fundamentalmente en torno a la telequinesis. Sin embargo, estos informes, irónicamente, podría haber formado parte de una campaña de desinformación soviética, iniciada en respuesta a los rumores de que los Estados Unidos estaban realizando experimentos sobre guerra psíquica.
La visión remota no es más que una de las posibilidades psíquicas que distintos gobiernos han investigado. Otras incluyen la telequinesis, el hipnotismo y el hipnotismo remoto, a veces acompañados del uso de drogas, terapia de choque, radiación y otras técnicas.
Durante la 1ª Guerra Mundial, doctores británicos y alemanes experimentaron con técnicas psíquicas y parece ser que llegaron a utilizar con éxito el hipnotismo para tratar a soldados traumatizados por la guerra. En la 2ª Guerra Mundial, se dice que se utilizó el hipnotismo para programar a correos de inteligencia, una idea por la que abogaba George Hoban Estabrooks. Estabrooks, profesor de psicología educado en Harvard, afirmaba no solo haber programado a muchos espías para las fuerzas aliadas mediante el uso de hipnosis, sino que también aseguraba que podía dividir a un agente en dos personalidades diferenciadas, cada una de las cuales ignoraba la existencia de la otra. Estabrooks también decía ser capaz de hipnotizar a personas a distancia.
A medida que los años de la posguerra dieron paso a la Guerra Fría, se pusieron en marcha una serie de programas clandestinos financiados por EE. UU. Uno de dichos programas, de nombre clave MK-ULTRA, fue un programa secreto de la CIA de investigación sobre el control mental y métodos químicos de interrogación llevado por el Departamento de Inteligencia Científica. El santo grial del programa era conseguir una “droga de la verdad”, perfecta para usarla al interrogar a sospechosos de ser agentes soviéticos durante la Guerra Fría. Su campo quedó esbozado en un memorándum de inteligencia con fecha de enero de 1952, que planteaba una inquietante cuestión: “¿Podemos lograr controlar a un individual hasta el punto de hacer que nos obedezca contra su voluntad e incluso contra leyes fundamentales de la naturaleza, como el instinto de conservación?”
A partir de finales de los 50 y hasta al menos finales de los 60, MK-ULTRA operaba en un laboratorio secreto creado y financiado por la CIA en la Universidad McGill de Montreal, Canadá. Allí, el psiquiatra Donald Ewen Cameron llevó a cabo experimentos de “manipulación psíquica” mediante la implantación y el borrado de recuerdos, junto con terapia electroconvulsiva, LSD, coma prolongado inducido por drogas, privación del sueño, repetición continua de ruidos y sonidos, entre otras crueles prácticas. El programa reclutaba por sistema pacientes involuntarios que no daban su consentimiento, algunos de los cuales sufrieron daños permanentes a consecuencia de los experimentos, y uno de ellos llegó a morir.
Dado que la mayoría de los expedientes de MK-ULTRA se destruyeron deliberadamente en 1973 por orden del entonces director de la CIA, Richard Helms, los investigadores lo han tenido difícil, si no imposible, comprender por completo los más de 150 subproyectos con fondos específicos financiados por MK-ULTRA y programas de la CIA relacionados.
El Proyecto Stargate sigue siendo quizá el mejor documentado de todos esos programas. Hoy, varios de sus antiguos reclutas siguen vivos y han escrito mucho sobre el tema de la visión remota, con títulos como “Reading the Enemy’s Mind: Inside Star Gate America’s Psychic Espionage Program” (de Paul H. Smith), “The Ultimate Time Machine” (de Joseph McMoneagle) y “The Seventh Sense” (de Lyn Buchanan). Y aunque el gobierno y los militares han negado que se haya continuado con estos programas secretos desde 1995, varias fuentes, entre las que se incluyen ex agentes de la CIA, afirman que la CIA lleva a cabo de manera rutinaria campañas de desinformación y que las investigaciones sobre control mental de la CIA continúan a día de hoy.
Fuente:http://www.paranormal.com.ar/showthread.php?11955-Proyecto-Stargate
En la década de los 70, el Instituto de Investigaciones de Stanford realizó un protocolo que permitiera a las personas desarrollar sus talentos psíquicos, especialmente la llamada Clarividencia Viajera, que consiste en la visualización de objetos distantes, en tiempo y espacio, sin usar los sentidos. A pesar de que estos talentos fueron reportados en diversas publicaciones, los investigadores del instituto decidieron llamar a este cúmulo de capacidades: Visión Remota.
Tras dar a conocer estos descubrimientos, la CIA contactó al Instituto de Investigaciones de Stanford para financiar las investigaciones que, según datos históricos, los soviéticos ya habían desarrollado.
La visión remota recibió varios nombres, pero el que definitivamente perduró en el tiempo fue: Project Star Gate.
Con el objetivo de poner en práctica las investigaciones de los científicos de Stanford, las fuerzas armadas de los Estados Unidos reclutaron a Joseph McMoneagle: “Cuando me plantearon la posibilidad de la visión remota, lo tomé con seriedad porque las evidencias de su existencia eran contundentes”.
Años más tarde, después del constante estudio y práctica de la visión remota, McMoneagle dijo estar más convencido de la utilidad de ésta, pero también señaló su preocupación por el mal uso que se le puede dar a estas capacidades psíquicas: “Quizá el descubrimiento más grande en la historia de la humanidad”.
En la entrevista, McMoneagle relata detalladamente los últimos 30 años en los que tuvo la oportunidad de vivir situaciones inimaginables y escalofriantes.
Dr. Hal Puthoff, Ensayo:
CIA-Initiated Remote Viewing At Stanford Research Institute
http://www.biomindsuperpowers.com/Pages/CIA-InitiatedRV.html
http://www.biomindsuperpowers.com/Pages/CIA-InitiatedRV.html
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