Los países
desarrollados se enfrentan básicamente a un gran problema. No podemos pagar la
deuda que hemos contraído. Repitan conmigo, no podemos pagar la deuda que hemos
contraído. Aquí podemos ver la evolución del endeudamiento en los últimos 30
años de los países que componen la OCDE (sumando deuda hogares, gobiernos y
empresas) , que ha pasado de niveles aceptables del 180% sobre PIB a...
*Nota: Tenga en cuenta que los gráficos tienen datos de
2008 / 2009, p.ej. la deuda pública de España en 2009 era del 54% y en
cambio en 2012 subió hasta el 86%, que cada cual saque sus propias
conclusiones...
Los gráficos están en
inglés, una ayuda para hispanohablantes:
Corporate Debt:
Deuda de las Empresas
Household Debt:
Deuda de los hogares
Government Debt:
Deuda Pública
Billions:
Miles de millones
Bajo el título Vuelta a Mesopotamia, (Adjunto el documento original)
BCG publica un interesante estudio donde nos muestra la cruda realidad de la
situación actual. El mensaje es claro y conciso y es precisamente el opuesto al
que nos quieren explicar nuestros amados líderes.
Los países
desarrollados se enfrentan básicamente a un gran problema. No podemos pagar la deuda que hemos contraído.
Repitan conmigo, no podemos pagar la deuda que hemos contraído.
Aquí podemos ver la evolución del endeudamiento en
los últimos 30 años de los países que componen la OCDE (sumando deuda
hogares, gobiernos y empresas) , que ha pasado de niveles aceptables del 180%
sobre PIB a niveles no asumibles del 300% del PIB.
A esto le
podemos añadir dos dificultades. Primero el fuerte envejecimiento de la
población en los países desarrollados que no va a impulsar precisamente el
crecimiento. Después los estudios realizados por varios economistas que
demuestran que un elevado nivel de endeudamiento perjudica el crecimiento
económico.
Para solucionar
existen tres posibles recetas:
1- Austeridad.
Ahorrar, recortar y pagar la deuda. Consecuencia una larga depresión económica
y sobretodo un fuerte malestar social difícil de soportar.
2- Crear inflación.
De momento no ha funcionado debido al proceso obligado de desapalancamiento y
la actual crisis económica. Japón sería un buen ejemplo de un intento fallido
de crear inflación sin resultados. Dicho esto crear inflación es otra forma,
quizás menos palpable a corto plazo para la gente, de empobrecer a la
clase media.
En Europa, la
actual crisis no es sólo una crisis de deuda soberana, sino que en varios
países se extiende también al sector privado, en especial en Portugal, España e
Irlanda. Además los bancos de la eurozona están poco capitalizados y se
enfrentan a importantes pérdidas en sus carteras de deuda soberana y préstamos
privados. Los bancos no tienen suficiente capital para poder soportar una nueva
ronda de reconocimiento de pérdidas en sus préstamos, y los gobiernos se están
quedando sin munición para poder estabilizar a la banca en caso de que la
crisis se recrudezca.
Sólo los Bancos
Centrales son ahora mismo las únicas instituciones que tienen capacidad para
estabilizar la situación, pero su apoyo para apuntalar los mercados financieros
y volver a llegar a la economía por la senda del crecimiento parece que va
perdiendo efectividad. A pesar de que los principales Bancos Centrales han
aumentado sus balances en un 200% desde que se inició la crisis en 2007 el
crecimiento económico sostenido ha brillado por su ausencia y sólo ha
enmascarado los problemas evitando que se pospongan las decisiones para
resolver los problemas fundamentales de la crisis y cuanto más se tarde en
afrontar la realidad más profunda será la crisis.
Quitas de deuda necesarias para
llevar el endeudamiento a niveles sostenibles
Nota: Ojo datos cálculados sobre datos Deuda/PIB
de 2009
Si cómo sucede
ahora la deuda sigue creciendo de forma más rápida que la economía llegará un
momento que a los políticos no les quedará otra solución que reconocer que una
reestructuración de la deuda es inevitable. Para que la deuda sea sostenible su
nivel global (gobierno, empresas y hogares) no debe superar el 180% del PIB.
Esto significaría que en la Euro zona tendría un excedente de deuda o deuda
impagable de unos 6,1 billones de euros.
Impuesto (confiscación) de
riqueza necesarios para cubrir los costes de reestructurar la deuda
Nota: Ojo
datos calculados sobre datos Deuda/PIB de 2009
En algunos países
el recorte de deuda necesario para que alcancen el 180% Deuda/PIB sería
relativamente fácil de aplicar. Este es el caso de Italia donde el grueso de su
deuda está concentrada en los bonos soberanos. Una quita del 47% en la
deuda soberana italiana sería suficiente para reducir la deuda global del país
por debajo del 180% del PIB. En otros países será también necesaria una quita
de la deuda que soportan las empresas y hogares empezando por los créditos
hipotecarios.
Para que sea
efectiva, las quitas tendría que conducir a una reducción real de la carga de
la deuda del deudor, y no sólo a un ajuste en el balance del acreedor.
Obviamente condonar
6 billones de euros de deuda tendrá algún que otro impacto en los acreedores.
Se estima que la banca Europea perdería el 10% del valor de sus activos, la
mitad de los 6 billones. La mayoría de ellos quedarían en una situación
de insolvencia. La mayoría de los actuales accionistas verían como sus bancos
valen cero euros y estos deberán ser rescatados por los Estados que de facto se
convertiría en el propietario del sector bancario en Europa.
Para rescatar a la
banca a nivel Europeo, sólo quedaría una solución. Apropiarse de la riqueza de
los ciudadanos. La forma más rápida de hacerlo, nos la han marcado a la
perfección en el caso de Chipre. Un impuesto confiscatorio sobre los activos
financieros de sus ciudadanos.
Obviamente esto parece a todas luces una auténtica barbaridad, pero también debemos ser conscientes
de una cosa. Tal como estamos ahora mismo, la realidad es que los depósitos,
acciones, bonos no valen lo que realmente creemos que valen o
nos dicen que valen y que en el fondo a medio largo plazo, ni los hogares ni
las empresas ni los gobiernos tienen capacidad para devolver sus deudas.
Confiscar parte de
los activos financieros, sería la forma más rápida que tienen los gobiernos
para conseguir fondos para poder reestructurar de forma ordenada y rápida
la deuda. A cambio se lograría limpiar de una vez por el sistema
financiero y lo más importante reducir la deuda de todos los actores a niveles
asumibles que realmente permitan relanzar el crecimiento.
En
el gráfico podéis ver la tasa de confiscación de los activos financieros
necesaria por país. En España el
56%. Los Chipriotas de momento han sido más afortunados sólo les han
pedido entre un 6% y un 10%.
Obviamente, hay
otra forma de hacerlo. En lugar de confiscarnos la mitad de nuestra riqueza de un
golpe, lo pueden ir haciendo progresivamente, sin que nos demos cuenta. Al igual
que cuando se intenta cocinar una rana se va subiendo la temperatura de la olla
poco a poco para que se vaya acostumbrando y no salte. El resultado es el
mismo, sólo que el proceso es más lento y en nuestro caso más lenta será la
salida del túnel. Teniendo en cuenta que el resultado final es inevitable, y
que terminarán confiscándonos más del 50% de nuestra riqueza, parece mejor que lo hagan de
una sola vez para que al menos nos podamos cabrear lo suficiente para exigir
las medidas para que esto no vuelva a suceder.
En la antigua
Mesopotamia lo tenían mucho más claro que en nuestro tiempo. Para evitar que los
ciudadanos cayeran en la esclavitud de la deuda, las condonaciones generales y
masivas de todas las deudas era algo que se solía hacer de forma periódica.
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