Estados Unidos saca fuera de juego el Oriente Medio, para tener las manos libres contra China y Rusia
Estados Unidos se está preparando para una guerra con China, decisión trascendental que hasta el momento no ha recibido una profunda revisión de los funcionarios electos, es decir, de la Casa Blanca y del Congreso. Este importante cambio en la postura de los Estados Unidos hacia China ha sido impulsado en gran medida por el Pentágono. Ha habido otras ocasiones en las que el Pentágono ha enmarcado decisiones estratégicas con el fin de obtener la respuesta deseada por el Comandante en Jefe y de los representantes electos.
El Pentagono tiene un plan de guerra,contra China, denominado "AirSea battle". El plan describe a sí mismo como, la interoperatibilidad de las fuerzas aéreas y navales para poder ejecutar un ataque integrado" en profundidad, que interrumpa, destruya y derrote al enemigo.
La marcha voluntaria del emir de Qatar testimonia
que
la Casa Blanca está reformateando las relaciones
en Asia Central y el Medio Oriente,
opina el politólogo Geidar Dzhemal.
En su opinión, la lucha contra el FMI y los Rothschild se ha convertido en el objetivo prioritario de la Casa Blanca. Siria resultó ser una trampa para los agentes del FMI en Oriente Próximo: Arabia Saudita y Qatar. Las monarquías del golfo han sufrido una bancarrota en esta guerra. Muy pronto la ratonera se va a cerrar, y Arabia Saudita, Qatar e Israel serán neutralizados, en su lugar se colocará Irán, sobre el que se echará la calle árabe, compuesta por millones de sunitas. Solo entonces los EE.UU. se ocuparán de China.
Nakanune - El emir de Qatar renunció al trono a favor del príncipe heredero. Últimamente Qatar desempeñaba un importante papel en la política de Asia Central: suministraba el armamento, apoyaba a los rebeldes sirios e incluso obstruía al Gazprom en Europa. En su opinión ¿qué seguirá a esta renuncia?
Geidar Dzhemal – Arabia Saudita y Qatar fueron introducidos en la lucha contra Asad. Están relacionados con la burocracia cosmopolita y el FMI. El FMI y Obama hace tiempo que están luchando entre ellos. Pudimos ver los ecos de esta lucha en el escándalo con Strauss-Kahn, en los registros realizados a Christine Lagarde. Como resultado de su poderosa ofensiva la Casa Blanca logró poner bajo su control el Sistema de la Reserva Federal de los EE.UU. y parte de los instrumentos, que fueron creados por el FMI y le pertenecían, siendo dirigidos por sus intermediarios – los Rothschild. Para el FMI esto equivale a su muerte. Ahora la máquina que imprime dólares está controlada por la Casa Blanca, y no por el FMI. Más aún, ha fracasado el proyecto para crear las zonas de las divisas de reserva del tipo de yuan de oro, rublo, dinar. Figuras como Kaddafi con su proyecto del “dinar de oro” en realidad cumplían el encargo del FMI. De modo que Obama quien, por supuesto, también es una figura del círculo cosmopolita, con una parte de las élites se ha separado de la élite global. Obama y los que están detrás de él ya no están interesados en las divisas de reserva que sustituyen al dólar. Para ellos el dólar es el método y el instrumento para conseguir el dominio mundial.
Resulta que Arabia Saudí y Qatar, que luchan contra Asad, precisamente están relacionados con la otra parte de la burocracia internacional, contra la que lucha el grupo, cuya fachada representa Obama. Este conflicto comenzó porque la burocracia internacional lucha contra las burocracias nacionales, los regímenes soberanos, dado que son sus enemigos naturales. La burocracia internacional quiere que todos los países sean para ella transparentes al máximo, por eso Asad, Mubárak, Rusia, China son sus enemigos principales. Pero para Obama Asad ahora no es actual, no tiene necesidad de derribarlo, porque se abre una perspectiva más atractiva, y es la necesidad urgente de eliminar de golpe a los competidores y enemigos del grupo del FMI: Qatar, Arabia Saudita y a Erdogán. El plan de Obama consiste en enterrar en la trampa siria el régimen de Erdogán, a Erdogán personalmente, neutralizar Qatar, Arabia Saudita e Israel, que representa una carga. A Israel se le neutraliza a través de la pérdida de los altos de Golán, porque si tal cosa ocurre, Netanyahu y su coalición perderán el peso político y acabarán sus carreras.
N - ¿Resulta que la Casa Blanca está creando una alternativa al sistema existente en Oriente Próximo y Asia Central? ¿Para qué?
GD - Se trata de crear la alternativa a la situación actual: colocar a Irán en el primer lugar dentro del gran juego en Asia Central, y cerrar sobre él el circuito de la calle sunita, que lo va a atormentar, llevará contra él la guerra terrorista. Igual que ahora la calle sunita lucha en Irak contra el representante de Teherán, el primer ministro chiita Nuri al-Maliki. Como resultado de estas manipulaciones toda la región se sume en la guerra civil de gran envergadura. Ni siquiera como la que hay ahora en Siria o en Irak. Es una enorme región, donde viven más de 100 millones de chiitas, contando Bahréin, a los chiitas de Arabia Saudita, que viven en las provincias orientales, los chiitas de Paquistán, alauitas de Siria – todos ellos estarán rodeados por la agresiva calle sunita, que se pondrá a destrozarles. De esta manera toda Asia Central se quedará fuera de la gran política como jugadora. ¿Acaso oye algo sobre Irak ahora? Solo cuando allí explota alguna bomba. Pero antes con Saddam, lo escuchaba nombrar todos los días, porque Irak era un jugador bastante activo en la política internacional. Irak está neutralizado. Oye hablar de Siria también solo porque allí hay una guerra y nada más, no oye que Siria proponga iniciativas, que juegue algún papel en la resolución del conflicto palestino. El mismo guión está planeado por Obama para todo el Próximo Oriente. Todo el Próximo Oriente quedará desconectado del juego. Entonces le van a llegar únicamente las informaciones sobre la guerra civil entre los sunitas y los chiitas en Asia Central. Este es el plan de Obama: provocar una guerra civil a gran escala en Asia Central, para tener las manos desatadas contra China y Rusia.
N – ¿De la misma manera, por cierto, se neutralizará la amenaza nuclear iraní?
GD – Pero si no existe ninguna amenaza nuclear de Irán. No es más que desinformación para las masas. Ahora simplemente están presionando al régimen iraní, para construir su oposición, que luego podrá ser utilizada en interés propio, como habrá observado, al poder ha accedido Hasán Rouhani.
N - ¿E Irán no podrá aguantar la tentación de convertirse en el principal jugador en la región y caerá en esta trampa?
GD – No podrán evitar la tentación de ser los primeros, cuando son eliminados sus competidores representados por los países del Golfo y Erdogán, porque por detrás también se suavizan las sanciones aunque se conserva la apariencia del enfrentamiento. Tenga en cuenta, ahora el petróleo y el gas iraníes son elegidos por las compañías estadounidenses, que tienen para ello el permiso especial, y por los chinos, cuyo papel es ambiguo e hipócrita. Irán no tiene otra salida, le proponen ocupar el primer lugar y lo ocupa, mientras que los sunitas pierden cualquier tipo de dirección política: Qatar se va al décimo puesto, Arabia Saudita se descompone en Hijaz, Nejd y Haramein, mientras que La Meca y Medina caen bajo el control internacional, como siempre han deseado los iranís, cuando planeaban después de la revolución que el control sobre Haramein fuera entregado a la comisión islámica internacional, nombrada por la Organización de la Conferencia Islámica. Los salafistas inevitablemente contestarán con la lucha armada en todas las direcciones, después de lo cual Irán se dedicara exclusivamente a rechazar la ofensiva, lo mismo que hacen ahora los chiitas iraquís, asediados en Bagdad. De esta manera quedará resuelta la cuestión de la neutralización de Asia Central, al menos por el tiempo que los estadounidenses necesiten para preparar la ofensiva contra China en todos los frentes con la ayuda de India, Vietnam y Japón. Luego le llegará el turno a Rusia.
N – ¿Por qué está tan seguro que la retirada del emir de Qatar es el testimonio del fracaso y de la neutralización del país?
GD – En primer lugar, es el testimonio de la derrota. No existen retiradas voluntarias, a no ser que la persona ha tropezado con su propia mierda. Qatar es una monarquía absolutista hereditaria, que existe desde hace más de un siglo, y cuando semejante monarca, quien accedió al poder como resultado del golpe contra su propio padre, declara que se marcha (y automáticamente no se va sólo, sino que con él se va todo el gobierno incluido el primer ministro), es lo mismo que si hubiera escrito en su frente con grandes letras: “He fracasado”. Lo que significa que el cambio de rumbo es inevitable. El hijo tendrá que cambiarlo, lo que significa que cambia bruscamente la relación con la oposición siria, cambia fundamentalmente el tema de apoyo a los Hermanos Musulmanes en Egipto. Después de todo lo ocurrido Qatar no puede seguir jugando el papel de microgigante, mostrar los músculos y medir sus fuerzas con Arabia Saudita. Le colocaron la trampa siria y allí sufrió la bancarrota. Entre los desechos políticos también permanece Arabia Saudita, mientras que el rey Abdallah de 90 años permanece en coma. En Arabia Saudita hay una gran tensión interior, muchas personas están en la cárcel por acusaciones políticas, en el este del país también existe la presión de los chiitas. Creo que en Arabia Saudita comenzará la guerra civil.
Pasemos a Israel. Los altos de Golán se conquistan fácilmente si el asunto se toma en serio. Si de ello se encarga Hezbolá, con ayuda de Asad que ha salido victorioso, puede estar seguro de que se ocupará de los altos en serio. Antes el propio régimen de Asad tenía que retroceder, jugar a las damas, pero ahora la situación ha cambiado. En el caso de la pérdida de los altos de Golán Israel sufriría la bancarrota política, y la sufriría Netanyahu, enemigo personal de Obama quien siente ganas de vomitar cada vez que lo ve.
N – ¿Pero acaso la victoria de Asad es una cuestión decidida?
GD – Prácticamente decidida. Miren la situación. Los EE.UU. murmuran algo sobre el apoyo con armamento y acciones militares de la oposición para alargar el juego. La guerra civil aún hace falta, todavía no ha solucionado todas las cuestiones, todavía es pronto para desarmar la trampa siria. Pero, fíjese, el Congreso ya está aprobando la prohibición al presidente de los EE.UU. de suministrar armas a los opositores sirios. Resulta que Obama dice, voy a suministrar las armas, y el Congreso dice: no, no vas a hacerlo. Está claro que se trata de un espectáculo, de una representación. Quedan pocas dudas de que la pérdida de los altos de Golán será celebrada por la opinión pública en todo el mundo. Además, no todos los países de la Unión Europea se han puesto de acuerdo con respecto a la política común en relación a la oposición siria. La fuente principal de financiación provenía de Qatar, y ahora esa fuente va a desaparecer, la oposición siria ya está quedando colgada, y con la pérdida de la financiación de Qatar se encogerá y desaparecerá, mientras que Asad está bien surtido en cuanto a los suministros y el apoyo. Miren, los civiles que antes estaban con la oposición se están pasando a Asad.
N – ¿Desde el principio se trataba de una trampa?
GD – Yo creo que sí. Simplemente que los estadounidenses han representado muy bien su papel. También estoy seguro de que la Unión Europea trabajaba sinceramente para derrocar a Asad, porque Asad es el típico representante paternalista, de clan, de la burocracia nacional, nacional-soberanía del tipo postestalinista, como Nasser, Saddam etc. Para los de la UE es como un cuchillo afilado colocado en la garganta. Obama no protestaba antes, hasta que entró en fase aguda en su enfrentamiento con el FMI.
N – Rusia queda excluida de su análisis ¿ya no es el objetivo del “gran juego” y no participa en él?
GD – Rusia no representa un desafío militar, pero China sí. En la actualidad las fuerzas armadas chinas representan un factor más poderoso que las fuerzas armadas estadounidenses. Sin la guerra nuclear total con los misiles intercontinentales, sin el armamento nuclear táctico, con solo tanques, aviones, misiles antibuque y demás, China arrasaría a los estadounidenses, porque siguiendo todos los parámetros su técnica armamentística y sus tropas están mejor organizadas. ¿Y qué quería? La nave cósmica china acaba de volver de la órbita, están construyendo ahí su propia estación orbital. Para los estadounidenses es la última llamada, si hoy no se encargan de China, mañana no serán nadie. En cuanto a los parámetros económicos China ya está superando a los EE.UU., además en China hay sector real de la economía, mientras que en los EE.UU. solo hay papelitos de color verde, salvo en la industria de armamento. Para los EE.UU. ha llegado el momento, o ahora o nunca. China ha tenido en cuenta la experiencia de la URSS y no piensa desaparecer en el WC, tirando ella misma de la cadena, eso que no lo espere nadie.
29-06-2013 (Traducido del ruso por Arturo Marián Llanos)
Amitai Etzioni ha planteado una importante pregunta: “¿Quién autorizó los preparativos de una guerra contra China? Etzioni dice que el plan de guerra no es el tipo de plan de contingencia que puede estar disponible para un evento improbable. Etzioni también informa de que el plan de guerra no se ordenó y no ha sido revisado por las autoridades civiles estadounidenses. Nos vemos confrontados con militares estadounidenses fuera de control influenciados por los neoconservadores que ponen en peligro a los estadounidenses y al resto del mundo.
Etzioni tiene razón cuando dice que es una decisión crucial de algunos militares influenciados por los neoconservadores. Es obvio que China sabe que Washington se prepara para una guerra contra ella. Si el Yale Journal lo sabe, China lo sabe. Si el gobierno chino es realista, sabe que Washington planifica un ataque nuclear preventivo contra China. Ningún otro tipo de guerra tiene sentido desde el punto de vista de Washington. La “superpotencia” nunca pudo ocupar Bagdad, y después de 11 años de guerra ha sido derrotada en Afganistán por unos pocos miles de talibanes con armamento ligero. Involucrarse en una guerra convencional con China sería el fin de Washington.
Cuando China era un primitivo país del Tercer Mundo, combatió a EE.UU. en Corea hasta llegar a un punto muerto. Hoy China es la segunda economía del mundo y supera rápidamente la endeble economía de EE.UU. destruida por la deslocalización de puestos de trabajo, el fraude de los "banksters" y la traición corporativa y del Congreso.
El plan de guerra del Pentágono contra China se denomina “Batalla Aire-Mar”. Se describe como “fuerzas aéreas y navales interoperativas que pueden ejecutar ataques en profundidad en red, integrados, para deteriorar, destruir y derrocar capacidades enemigas contra el acceso de capacidades de negación de área”.
Sí, ¿pero qué significa eso? Significa muchos miles de millones de dólares de beneficios adicionales para el complejo militar/seguridad mientras el 99% sufre bajo la bota. También es obvio que esa jerga insensata no puede derrotar a un ejército chino. Pero ese tipo de ruidos de sables puede llevar a la guerra, y si los cretinos de Washington inician una guerra, la única manera en que Washington puede imponerse es mediante armas nucleares. La radiación, por supuesto, también matará estadounidenses.
La guerra nuclear está en la agenda de Washington. El ascenso de los nazis neoconservadores ha negado los acuerdos de desarme nuclear de Reagan y Gorbachov. El extraordinario libro publicado en 2012, en su mayor parte verídico, About the Untold History of the United States de Oliver Stone y Peter Kuznick, describe el estallido post Reagan del ataque preventivo nuclear como la primera opción de Washington.
Durante la Guerra Fría las armas nucleares tenían un propósito defensivo. El propósito era impedir la guerra nuclear porque EE.UU. y la URSS tenían suficiente poder de represalia para garantizar la “destrucción mutua". MAD, como la llamaban, significa que las armas nucleares no ofrecían una ventaja ofensiva a ninguno de los dos lados.
El colapso soviético y la concentración de China en su economía en lugar de sus fuerzas armadas llevaron a la ventaja de Washington en el armamento nuclear que, según dos personajes estadounidenses de Dr. Insólito, Keir Lieber y Daryl Press, da a Washington la capacidad del primer ataque. Lieber y Press escriben que la “precipitada decadencia del arsenal de Rusia y el ritmo glacial de modernización de las fuerzas nucleares de China” han creado una situación en la cual ni Rusia ni China podrían responder a un primer ataque de Washington.
La “Batalla Aire-Mar” del Pentágono y el artículo de Lieber y Press en Foreign Affairs han informado a China y Rusia de que Washington está considerando la posibilidad de ataques nucleares contra ambos países. Para asegurar la incapacidad de Rusia de tomar represalias, Washington está colocando misiles antibalísticos en las fronteras de Rusia en violación del acuerdo EE.UU.-URSS.
Debido a que la prensa estadounidense es un corrupto ministerio de propaganda gubernamental, el pueblo de EE.UU. no tiene la menor idea de que Washington influenciado por los neoconservadores está planeando una guerra nuclear. Los estadounidenses no son conscientes de este hecho tal como ignoran la reciente declaración del expresidente Jimmy Carter, de la que se informó solo en Alemania, de que EE.UU. ya no funciona como una democracia.
La posibilidad de que EE.UU. iniciase una guerra nuclear surgió hace 11 años cuando el presidente George W. Bush, a instancias de Dick Cheney y de los neoconservadores que dominaban su régimen, aprobó la "Revisión de la Postura Nuclear 2002".
Ese documento neoconservador, aprobado por el presidente más cretino de EE.UU., provocó consternación y condena en el resto del mundo y lanzó una nueva carrera armamentista. El presidente ruso Putin anunció inmediatamente que Rusia gastaría todas las sumas necesarias para mantener su capacidad de represalias nucleares. Los chinos demostraron su habilidad al destruir un satélite en el espacio con un misil. El alcalde de Hiroshima, la ciudad víctima de un enorme crimen de guerra estadounidense, declaró: “El Tratado de No Proliferación Nuclear, el acuerdo internacional central que guía la eliminación de las armas nucleares, está al borde del colapso. La causa principal es la política nuclear de EE.UU. que, al declarar abiertamente la posibilidad de un primer ataque nuclear preventivo y al pedir la reanudación de la investigación de minibombas nucleares y otras denominadas ‘armas nucleares utilizables’, parece adorar las armas nucleares como si fueran Dios”.
Los sondeos en todo el mundo muestran claramente que Israel y EE.UU. aparecen como las dos mayores amenazas a la paz y la vida en el planeta. No obstante, estos dos Gobiernos del todo ilegales se pavonean pretendiendo que son las “mayores democracias del mundo”. Ninguno de los dos acepta ninguna responsabilidad ante el derecho internacional, los derechos humanos, las Convenciones de Ginebra o ante su propio derecho estatutario. EE.UU. e Israel son Gobiernos canallas, regresos a la era de Hitler y Stalin.
Las guerras posteriores a la Segunda Guerra Mundial se originaron en Washington e Israel. Ningún otro país tiene ambiciones imperiales expansionistas. El gobierno chino no ha ocupado Taiwán, lo que podría hacer si quisiera. El Gobierno ruso no ha ocupado antiguas partes constitutivas de Rusia como Georgia, la cual llevada por Washington a lanzar un ataque, fue instantáneamente superada por el Ejército ruso. Putin podría haber colgado al títere georgiano de Washington y reincorporado Georgia a Rusia, de la que formó parte durante varios siglos y a la que muchos consideran que pertenece.
Durante los últimos 68 años, la mayoría de las agresiones militares se originaron en EE.UU. e Israel. Sin embargo, esos dos provocadores de guerras pretenden ser víctimas de agresión. Israel tiene un arsenal nuclear ilegal, no reconocido y del que no rinde cuentas. Washington ha elaborado un plan de guerra basado en el primer ataque nuclear. El resto del mundo tiene razón para considerar que esos dos irresponsables Gobiernos canallas son amenazas directas a la vida en la tierra.
Paul Craig Roberts fue editor de The Wall Street Journal y secretario asistente del Secretario del Tesoro estadounidense. Es autor de HOW THE ECONOMY WAS LOST , publicado por CounterPunch/AK Press. Su libro Economies in Collapse: The Failure of Globalism, fue publicado en Europa en junio de 2012. Su último libro es The Failure of Laissez-Faire Capitalism.
CHINA
1 Octubre 1949
ESTADOS UNIDOS
SINASTRÍA
CHINA
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