Atención a este impactante video.
Mientras media Europa pasa hambre y capea como puede la gran recesión que padecemos, los parlamentarios europeos, elegidos por la masa gris de ciudadanos que aun creen en la democracia y en sus instituciones, según revela este vídeo, llevan vidas muy diferentes a las de sus compatriotas...
En España, por poner un ejemplo cercano, el índice de desempleo ha escalado vertiginosamente hasta situarse en el 27%, pulverizando todos los niveles conocidos hasta la fecha. Mientras tanto los antaño comúnmente denominados "servidores del pueblo" presuntamente en la actualidad han pasado, como de facto revelan las imágenes, a servirse de ese mismo pueblo que les "elige" para vivir vidas de lujo y derroche....
Se trata de una visión completamente asimétrica e injusta con respecto a la que soporta cualquier ciudadano europeo médio. Algo que debería corregirse de inmediato..... Pero nuestro parlamentario protagonista y denunciante de los hechos, rápidamente, con un pragmatismo envidiable, nos manifiesta en comunión con lo que escribía Luis de Góngora en pleno siglo XVI: "Ándeme yo caliente y ríase la gente". Entonces se trataba de una crítica mordaz del señor Luís de Góngora en la España del siglo XVI, pero dado el estado de la situación pudiera pensarse que la cita procede de cualquier periódico de la actualidad.
Con éllo queremos demostrar que en España, y posiblemente también en Europa, las cosas no han cambiado demasiado con el paso de los siglos, sino que en la base siguen igual, mandando como entonces los “nobles y reyes” que viven a todo lujo, mientras el pueblo es contentado con una rebanada de pan tierno, haciéndole creer que tiene un buen nivel de vida y que su voto democrático "decide". Aborregándole en mil y una formas para que no proteste. Asimismo, revela que la insolidaridad llega a niveles tan solo imaginables por aquellos que han sufrido en sus carnes la falta de “pan tierno y mantequillas” de las cuales nos habla este genial escritor.
Ándeme yo caliente y ríase la gente
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno;
y las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente,
y ríase la gente.
Coma en dorada vajilla
el Príncipe mil cuidados,
como píldoras dorados;
que yo en mi pobre mesilla
quiero más una morcilla
que en el asador reviente,
y ríase la gente.
Cuando cubra las montañas
de blanca nieve el enero,
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas,
y quien las dulces patrañas
del Rey que rabió me cuente,
y ríase la gente.
Busque muy en hora buena
el mercader nuevos soles,
yo conchas y caracoles
entre la menuda arena,
escuchando a Filomena
sobre el chopo de la fuente,
y ríase la gente.
Pase a medianoche el mar
y arda en amorosa llama
Leandro por ver su dama,
que yo más quiero pasar
del golfo de mi lagar
la blanca o roja corriente,
y ríase la gente.
Pues Amor es tan cruel
que de Píramo y su amada
hace tálamo una espada,
do se juntan ella y él,
sea mi Tisbe un pastel
y la espada sea mi diente,
y ríase la gente.
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