Presentamos un excelente artículo sobre los sistemas de casas de la Escuela del astrólogo suizo Bruno Hubber.
Bruno Huber, psicólogo, trabajó con Roberto Assagioli, psiquiatra, y elaboró su Psicología astrológica.
Bruno Huber (29 noviembre 1930 – 3 noviembre 1999) ocupa un lugar destacado en los astrólogos que han dedicado toda su vida a la investigación y transmisión de la Astrología.
Nacido en Suiza, Bruno y su mujer Louise Huber colaboraron durante 3 años con Roberto Assagioli (1888-1974), reconocido psiquiatra creador de la Psicosíntesis, el cual estimulaba los resultados que obtenía Bruno con las Cartas natales de sus pacientes.
Bruno Huber estudió psicología, lo cual le dio claridad de conceptos que le sirvieron para poner transparencia en la diversidad de interpretaciones que había en los rasgos astrológicos por aquel entonces.
El estudio de los planetas de Bruno Huber fue su especialidad. Además, desarrolló la estructura de aspectos, la curva de intensidad de casas (punto de reposo y punto de equilibrio), la progresión o punto de la edad, la carta de clics, etc.
Hoy día, Michael Alexander Huber continúa la labor de difusión e investigación de su padre, ampliando y aportando importante novedades como el horóscopo de casas y el horóscopo del perfil, entre otras.
El sistema de casas
Extracto del Astroglosario de Bruno Huber (traducción: Joan Solé, 2004)
Lat: Dodekatopos = Doce lugares o paisajes; la división del espacio en un determinado lugar de la superficie de la Tierra en doce sectores del mismo tamaño. Esta división también recibe el nombre de casas mundanas. La diferencia con las casas celestes (zodíaco), que representan una división de la trayectoria aparente del Sol en doce segmentos, es que éstas (las casas celestes) se calculan desde el centro de la Tierra.
El centro del sistema de casas situado verticalmente sobre la superficie de la Tierra es siempre un lugar determinado en la Tierra, por ejemplo, el lugar de nacimiento de una persona. Es el emplazamiento (el punto de vista natural) de un observador que desde ahí (en el hemisferio norte, mirando hacia el sur) contempla el cielo y el espacio terrestre. Para orientarse en su proceso de observación necesita puntos fijos (referencias), a partir de los cuales pueda determinar dónde se encuentra un objeto (por ejemplo, un planeta) en el espacio visto desde su «perspectiva de ojo de pez». El marco de referencia que proporciona la naturaleza es evidentemente el horizonte del lugar, que es distinto en cada punto de la Tierra.
En la Edad de Piedra, nuestros antepasados ya determinaron en qué punto del horizonte salía el Sol diariamente y averiguaron que ese punto de ascenso (Ascendente) en el horizonte este se desplazaba ligeramente hacia el norte y el sur a lo largo del año. Lo mismo se observaba en el otro lado del horizonte, en la puesta del Sol (→ Stonehenge). También observaron que la sombra que el Sol proyectaba al incidir sobre un objeto por la mañana y por la tarde era mucho mayor que al mediodía, momento en que alcanzaba su mínimo. Los chamanes de la Edad de Piedra
de Europa y los sacerdotes de las primeras culturas de oriente próximo emplearon las varas de sombra (gnomon) y erigieron grandes piedras (menires y obeliscos) para efectuar mediciones horarias y diarias de la longitud de la sombra. Así se originaron el reloj, el calendario y la rosa de los vientos (direcciones celestes). De esta forma se pudo hacer un seguimiento exacto del curso del Sol, la Luna y los planetas y, posteriormente, precalcular sus posiciones.
de Europa y los sacerdotes de las primeras culturas de oriente próximo emplearon las varas de sombra (gnomon) y erigieron grandes piedras (menires y obeliscos) para efectuar mediciones horarias y diarias de la longitud de la sombra. Así se originaron el reloj, el calendario y la rosa de los vientos (direcciones celestes). De esta forma se pudo hacer un seguimiento exacto del curso del Sol, la Luna y los planetas y, posteriormente, precalcular sus posiciones.
Las proyecciones de la sombra del gnomon son una representación en imagen especular de las 6 casas situadas por encima del horizonte.
El gran numero de sistemas de casas existentes en la actualidad son derivaciones de las simples constataciones de la Edad de Piedra antes mencionadas, con una complejidad matematica mucho mayor. Todos estos sistemas tienen una serie de factores comunes: el punto de ascenso (Ascendente, AC), el punto de descenso (Descendente, DC) y el medio cielo (MC, meridiano), puesto que son realidades observables en la naturaleza.
La observacion sensorial del ser humano actual da como resultado esta misma realidad. En el hemisferio norte, el observador debe dirigir su mirada hacia el sur para ver el Sol, la Luna, los planetas y el zodiaco. Siempre ve solamente la mitad del zodiaco (la otra mitad esta por debajo del horizonte y por lo tanto no es visible). El horizonte divide su mundo en dos partes: una superior, en la que se ve el cielo (espacio consciente) y una inferior en la que no ve el cielo, en cambio ve frente a si la densa realidad terrestre (espacio inconsciente en lo referente al cielo). El Medio Cielo (MC, punto mas elevado del zodiaco) y la vertical que senala al invisible fondo del cielo (IC) divide el mundo visible subjetivo en una mitad izquierda y una mitad derecha: la izquierda, que corresponde a la noche y la manana antes del mediodia (ante meridiem, a.m.), representa lo precedente y la derecha, la tarde y el anochecer (post meridiem, p.m.), representa lo que viene a mi encuentro. El simbolo de la rueda solar que aparece en piedras de senalizacion de caminos y en monumentos megaliticos de la Edad de Piedra es una representacion de esta division en cuatro partes del espacio celeste y de la Tierra.
Ya los babilonios tuvieron la necesidad de perfeccionar esta division en cuatro. Sin embargo no hay ningun documento que demuestre que estuvieran en situacion de conseguirlo. Sin embargo, hay indicaciones de que pensaron en un ¨ Oktatopos (division en ocho partes). Los griegos atribuyeron a el descubrimiento del dodekatopos (division en doce partes)a ¨ Hermes Trismegistos; sin embargo, no se ha encontrado ninguna descripcion del proceso de calculo ni ningun horoscopo de la alta cultura griega en el que se utilizaran las doce casas. Los primeros autores en realizar interpretaciones de las doce casas fueron los del final del periodo griego y comienzos del periodo romano (sobre todo ¨ Ptolomeo). En este mismo periodo, en la vida diaria se empleaba una division del dia en doce horas dobles, en el que las horas del dia y de la noche tenian distinta duracion segun el periodo del ano.
Desde el punto de vista matemático, Ptolomeo no estaba en situación de obtener una base de cálculo para este fenómeno. No obstante, de esta manera, había formulado el principio fundamental del posterior sistema de casas «desiguales», si bien él mismo, de acuerdo con su tiempo, utilizaba un sistema de casas «iguales», que dividía el zodíaco en doce partes iguales de 30º a partir del Ascendente. El → Sistema igual (Modus aequalis) puede describirse perfectamente como «el clásico».
En los siglos posteriores tuvo lugar una creciente actividad para desarrollar sistemas de casas cada vez mejores. Hoy se conocen unos 25 métodos distintos, de los cuales se emplean unos 13. Y cuatro de ellos: Casas iguales, Campanus, Placida y Koch (GOH) se reparten (en todo el mundo) aproximadamente un 90% del «mercado».
Esencialmente hay dos tipos básicos en los que todos estos sistemas pueden clasificarse. El grupo mayor realiza una división espacial de los cuadrantes mientras que el resto adopta una división temporal. La diferencia esencial dentro de cada uno de esos grupos es que utilizan distintos círculos máximos de la mecánica celeste para realizar la división de los cuadrantes en tres partes.
La siguiente ilustración muestra la Tierra rodeada de los tres principales círculos máximos que se necesitan para realizar los cálculos astronómicos.
También existen otros planos de referenci (no incluidos en el dibujo), como el círculo máximo que contiene al eje vertical Cénit-Nadir, el que contiene el eje horizontal norte-sur y también el que contiene la prolongación del eje de la Tierra hacia los polos celestes.
A continuación describimos brevemente los 13 sistemas de casas que todavía se utilizan. (Una explicación detallada de la mecánica celeste está fuera del alcance de este astroglosario; ello exigiría todo un libro; véase la bibliografía).
División espacial
Casas iguales – Porfirio – Campanus – Regiomontano – Morín – Axial – Cénit – Graduación natural – Punto este – Meridiano.
A mediados del siglo XX, en Inglaterra, surgió una variante del ya mencionado Método de casas iguales: el Sistema meridiano. Se creó en el seno del Astrological Lodge of London y fue extendido en Inglaterra sobre todo por Margret Hone en la School for Astrological Studies. Hoy, todavía se utiliza mucho en la zona de habla inglesa. En este sistema se realizan particiones de 30º a partir del MC (Meridiano) de manera que, normalmente, la cúspide de la casa 1 no coincide con el AC. En el sistema de casas iguales, esto mismo ocurre con el MC, que puede encontrarse en cualquier lugar entre las casas (iguales) 8 y 11.
El sistema de Porfirio antes mencionado también tuvo derivaciones como el sistema de Graduación natural. Brite Colin Evans lo estableció en 1950, dividiendo los cuadrantes porfirianos según la proporción creciente 1:1,5. Este sistema apenas se utiliza.
Otros 4 sistemas parten del horizonte local. Ante todo, el antiguo → Sistema de Campanus (siglo XIII), que emplea el eje norte-sur del horizonte para realizar la división del cielo. Los círculos máximos con intervalos iguales de 30º medidos en el primer plano vertical (plano que pasa por el AC, el DC y el cénit) dividen la eclíptica (inclinada) en partes desiguales. Este sistema, olvidado durante mucho tiempo, ha encontrado muchos partidarios en la segunda mitad del siglo XX.
El método que emplea → Regiomontano (aprox. 1600) con su Sistema racional es similar al anterior. La diferencia es que éste divide en partes iguales de 30º el ecuador celeste. Dado que este método es muy adecuado para la navegación de barcos, los marinos han utilizado durante siglos sus tablas para la orientación en alta mar. El sistema de Regiomontano tuvo mucha expansión en el período entre las dos guerras pero actualmente sólo se utiliza en círculos muy reducidos.
El Método del punto este, en lugar de la línea norte-sur, utiliza como eje la línea este-oeste.
El Método del cénit sitúa sus doce sectores en base a la perpendicular, es decir, el eje vertical formado por el cénit y el nadir y los divide en el horizonte local en sectores iguales de 30º. Este procedimiento tiene una clara inspiración astronómica, puesto que los astrónomos utilizan el → Acimut (graduación del horizonte) para la orientación de los telescopios y la altitud sobre el horizonte para localizar una determinada estrella.
Los dos sistemas mencionados en último lugar se originaron en Inglaterra a principios del siglo XX y hoy apenas se utilizan. Tienen la eminente desventaja, como ocurre con el sistema de casas iguales, de que o bien el Ascendente o bien el MC no coinciden con las condiciones naturales dadas.
El Sistema de → Morín utiliza el eje de los polos eclípticos y sobre él establece 6 círculos máximos (como gajos de naranja). Sus puntos de cruce con el zodíaco determinan las cúspides de las casas. Este sistema de casas logró una expansión relativamente amplia en los países de habla francesa.
El Método axial en realidad no es más que un perfeccionamiento del sistema de Morín. Se originó a principios del siglo XX y apenas se utiliza.
División temporal
Alcabitius – Placido – Koch (GOH)
Los sistemas de división temporal de Alcabitius y de → Placido (siglo XVII) tienen la similitud de que para cada grado del zodíaco se representa un propio plano de movimiento, un movimiento completo de 24 horas. El plano de cálculo es el ecuador celeste (ascensión oblicua) y el eje de giro del sistema es el eje de la Tierra. El cálculo de tablas de casas de Alcabitius requiere un importante esfuerzo matemático, mientras que las tablas de Placido pueden calcularse fácilmente mediante la sencilla adición de valores básicos. Éste es probablemente el principal motivo de la gran y duradera predominancia del sistema de casas de Placido. Este sistema que originalmente se utilizaba poco fue recuperado por Raphael en 1821, dándole una gran difusión, hasta el punto que estas tablas de casas fueron prácticamente las únicas que se podían encontrar en el mercado hasta la primera guerra mundial.
Las casas del lugar de nacimiento (GOH) (del alemán Geburts Ort Häuser), publicadas por Walter → Koch en 1964 pero desarrolladas originalmente diez años antes por Specht y Zanziger, trabajan con una división del paralelo local en proyección estereográfica. De este modo se apartan completamente de las reflexiones y costumbres usuales antes de su aparición. Pero es un sistema de división temporal y probablemente el más próximo a la idea original de Ptolomeo. Las casas de Koch, como habitualmente se denominan, han tenido una gran expansión desde los años sesenta.
Conclusiones
La gran cantidad de sistemas de casas existentes puede ocasionar una gran confusión al principiante en astrología. Lo más natural es preguntarse: «¿Cuál es el mejor sistema?». Desafortunadamente, en base a argumentos de mecánica celeste, no puede decirse cuál es el mejor sistema (aunque esto es lo que siempre han intentado los representantes de «sus» sistemas en las «discusiones entre expertos». Probablemente pueda decidirse objetivamente qué sistemas están más próximos a la realidad percibida sensorialmente. Pero esto no necesariamente debe ser el criterio definitivo. La realidad muestra que astrólogos que trabajan con sistemas alejados de la realidad también obtienen buenos resultados.
Comparación de sistemas de casas para el mismo horóscopo
(obsérvese el stellium en Leo)
La pregunta correcta debería ser: «¿Qué método es el más adecuado para mis preguntas a la astrología y para mi método de interpretación?». Cualquier experto en astrología sabe que ciertas manipulaciones no funcionan con determinados sistemas y que, con determinados métodos, algunas preguntas no encuentran una respuesta fiable, a pesar de que el sistema pueda parecer totalmente lógico. Por ejemplo, algo que puede comprobarse fácilmente es el funcionamiento del ritmo de seis años de la progresión de la edad, exclusivamente en el sistema de casas de Koch; en cambio, los períodos de siete años en movimiento retrógrado de la teoría del ritmo de Munich sólo aportan resultados concluyentes en casas de Placido.
Desafortunadamente sólo hay bibliografía en inglés:
The elements of hause division, Ralph William Holden, Fowler, Romford GB, 1977
Tools of astrology: Houses, Dona Marie Lorenz, EOMEGA, Topa
Fuente:
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