domingo, 20 de abril de 2014

Ucrania


En Mayo de 2010, justo dos meses antes de la "T cuadrada" que se producía en ese verano desde finales de Julio y hasta primeros de Agosto, acabé de escribir los dos libros que dediqué a los 4 años comprendidos entre 2010 y 2014 que se editaron en versión digital bajo el título: "2010 - 2014: Un Análisis Astrológico del Nuevo Paradigma Multipolar" (Volúmenes I y II).  Que aún se pueden encontrar disponibles en Amazon. Los 2 volúmenes se presentaban resumidamente con estos dos breves comentarios:

Un análisis en profundidad, en clave astrológica, de los factores geoestratégicos que justifican el fin del “Modelo Unipolar”, instaurado tras la caída del Muro de Berlín, la Reunificación de Alemania y el posterior derrumbe de la Unión Soviética.

Análisis astrológico global del periodo 2010 – 2014, con especial detenimiento en las disonantes figuras astrales de apertura del periodo (Agosto 2010) y de cierre (Abril 2014), así como de los países que se verán principalmente afectados con la evolución de la Crisis Global.

En el capítulo III del segundo volumen, que reproduzco hoy aquí, se desarrolló con cierta extensión precísamente el caso de Ucrania



El Nuevo Paradigma Multipolar


Venimos observando desde los ataques del 11-S un progresivo deterioro de la imagen hegemónica unipolar de EE.UU. creada a raíz del hundimiento de la antigua URRS. Esta pérdida de poder real de la superpotencia norteamericana, que se podía intuir militarmente por su pérdida de ubicuidad permanente en todos los focos de conflicto que podían amenazar sus intereses estratégicos y comerciales en el extranjero, se hace patente a raíz de la fallida intervención en Irak. La ciega obcecación de sus dirigentes ha llevado a la nación norteamericana al borde del colapso financiero, y a descuidar otras tradicionales áreas de su influencia sensibles para el equilibrio global.

A día de hoy podemos aventurar que el sistema unipolar impuesto por EE.UU. tras la Caída del Muro de Berlín y la subsiguiente desaparición de la URRS, y con ella, el sistema bipolar que de facto representaba, se encuentra en su fase final. El equilibrio geoestratégico mundial se está desplazando a nuevos horizontes, y como dos pilares incontestables emergen nuevos agentes que configuran el nuevo mundo multipolar. Nos referimos a los dos ejes emergentes que a escala planetaria empiezan a dejar notar su incipiente pero ascendente relevancia dentro del panorama global.

El aventurerismo estadounidense en Georgia en agosto de 2008 marca la línea divisoria. Después irrumpe la profunda crisis económico-financiera que afecta a todo el sistema occidental que ha evidenciado definitivamente la incapacidad de los Estados Unidos para gestionar el actual momento histórico. Los paradigmas interpretativos basados en las dicotomías Este-Oeste, Norte-Sur, centro-periferia no parece que sean válidos para delinear los próximos escenarios geopolíticos. Una lectura continental y multipolar de las alianzas y de las tensiones entre los actores globales nos permite identificar en América indo latina y en Eucrasia los pilares del nuevo sistema internacional.

La creciente presencia de Rusia y China en América latina denominada “el patio trasero de EE.UU.”. Durante décadas así lo atestigua.

En la raíz de este cambio se encuentran tanto motivaciones de corte económico - energético, donde básicamente enmarcaríamos a China, como estratégico - defensivas que sería mayoritariamente el caso de Rusia.

Este hecho no ha sido suficientemente resaltado por los analistas, pese a la conciencia, cada vez más evidente del crepúsculo de la nación Norteamericana, y las reiteradas referencias a raíz del conflicto entre Moscú y Tbilisi de hace dos veranos (agosto 2008) a un nuevo bipolarismo y a una reformulación de la “Guerra Fría”.

En la actualidad estamos muy lejos del bipolarismo implantado tras la Segunda Guerra Mundial. Las motivaciones ideológicas que lo originaron, los binomios o antítesis comunismo-capitalismo y totalitarismo-democracia, que caracterizaron el periodo 1945-1989 han desaparecido. En su lugar han irrumpido otros agentes que emergiendo con fuerza reivindican su voz e influencia. Grandes países de dimensiones continentales como China, India y Brasil, sin olvidar a Rusia, se vuelven conscientes de su propio poder a raíz de fuertes despegues económicos.

Aun así el estado hegemónico por el momento sigue siendo Norteamérica, pero su hegemonía dista mucho de ser incontestable como antaño, lo cual la vuelve posiblemente más peligrosa si cabe, por oscilante, como demostró la crisis Georgiana de agosto de 2008, al ser gestionada por Washington y por el Pentágono con escaso equilibrio.



ANÁLISIS ASTROLÓGICO

Partimos de una carta astral, la del nacimiento del Mundo Unipolar, que consideramos tuvo lugar con la caida del Muro de Berlín el 9 de Noviembre de 1989 (19h25m Berlín hora oficial), que marca el comienzo del derrumbe de la antigua URRS, y el posterior "reinado único global" de EE.UU.



EL NACIMIENTO DEL MUNDO UNIPOLAR
CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN
9 Noviembre 1989







MAPA ASTRAL DE LA ANTIGUA URRS







URSS TRÁNSITOS CAÍDA MURO BERLÍN
9 Noviembre 1989







URSS PROGRESIONES SECUNDARIAS
9 Noviembre 1989







CAÍDA MURO DE BERLÍN
Tránsitos
 31 de Julio 2010







CAÍDA MURO DE BERLÍN
Progresiones secundarias 
31 de Julio 2010







CAIDA MURO DE BERLÍN
Tránsitos 27 abril 2014







CAÍDA MURO DE BERLÍN
Progresiones secundarias
 27 Abril 2014







EE.UU.
 DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA
4 Julio 1776






 EE.UU.
Tránsitos
31 de Julio 2010







EE.UU. 
PROGRESIONES SECUNDARIAS
31 Julio 2010






EE.UU. 
TRANSITOS
27 Abril 2014





EE.UU 
CAIDA MURO BERLÍN
Sinastría






MAPA ASTRAL DE LA ACTUAL RUSIA







RUSIA 
TRÁNSITOS
31 Julio 2010






RUSIA 
PROGRESIONES SECUNDARIAS
31 julio 2010






RUSIA 
TRÁNSITOS
27 Abril 2014







RUSIA 
PROGRESIONES SECUNDARIAS
27 Abril 2014







EE. UU. Y RUSIA
Sinastría








CAPÍTULO 3

UCRANIA:
 UN TABLERO GEOPOLITICO
CLAVE ENTRE RUSIA Y OCCIDENTE



Durante la llamada “Revolución Naranja”, una coalición pro-occidental encabezada por el ex banquero central ucraniano Viktor Yushchenko salió victorioso sobre el Partido de las Regiones, liderado por Viktor Yanukovich y partidario de las posiciones pro-rusas, poco después de que Kiev se hubiese distanciado de Moscú con el fin de convertirse en el más firme bastión de los aliados de América en el espacio post soviético (junto con Mikheil Saakashvili de Georgia). Desde entonces, la política exterior de Ucrania ha buscado persistentemente a las dos instituciones de la UE (Unión Europea) y de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Ese cambio de régimen “fue evidentemente un gran revés para los intereses de Rusia”.

Prominentes neoconservadores como Charles Krauthammer declaró: “Esta [la patrocinada por Occidente Revolución Naranja], es básicamente para la separación de Rusia en primer lugar, y en segundo para la conquista de la democracia…” que evidentemente significa que el principal objetivo de Washington con respecto a los esfuerzos de la ‘corona’ fue un incondicional apoyo al régimen en Kiev, con el fin de aislar aún más a Rusia de Europa y, en definitiva, desmantelar la Federación de Rusia como un Estado-Nación.

Ese proyecto no es nuevo, fue trazado por funcionarios de inteligencia de Polonia a principios del siglo XX. En aquel entonces se llamaba ‘Prometheism’ y su metodología básica para romper en pedazos Rusia, incluido el apoyo de grupos separatistas dispuestos a antagonizar a Moscú dentro de Rusia y el territorio más allá de sus fronteras (es decir, la esfera de influencia de Rusia). El Prometheism es recargado por Zbigniew Brzezinski, cuando son atraídos los soviéticos a Afganistán mediante la trampa de los islamistas como cebo. La idea era crear una atmósfera irritante que pudiera absorber y, eventualmente, erosionar el poder soviético. Además, otro objetivo de esa tarea fue para instigar disturbios en la predominante población musulmana (aún oficialmente laica) las Repúblicas de Asia Central que formaban parte de la Unión Soviética: Kazajstán, Turkmenistán, Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán.

Tras el colapso de la Unión Soviética, a principios de los años 90, el Kremlin ha tratado de promover la idea de una reintegración económica en la ex Unión Soviética (la denominada zona de “extranjeros cercanos” por Moscú a través de acciones geoestratégicas), utilizando Rusia la fuerza gravitatoria con el fin de atraer otros países pertenecientes al espacio post-soviético. En sus etapas iniciales, esta cooperación podría abarcar Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán (los Estados que están más cerca de Moscú a nivel geográfico, lingüística y demográficamente). Si tuviere éxito, este proyecto podría servir como una plataforma para poner en marcha algunas otras iniciativas destinadas a mejorar este nuevo proceso de integración mediante la inclusión de más participantes y mediante el establecimiento de un sistema de defensa mutua. Este programa ha sido impulsado a través de varios organismos institucionales tales como:

La Comunidad Económica de Eurasia (EurAsEC) que incluye a Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán. Su objetivo principal es promover la creación de un espacio económico único en términos de comercio, inversiones, reglamentación de aduanas, control de cambio de divisas, los mercados energéticos y así sucesivamente.

La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC, llamado El Pacto de Tashkent), que abarca Armenia, Belarús, Kazajstán, Kirguistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán. Su carta fundacional establece que los Estados miembros no están autorizados a unirse a cualquier otra alianza militar. Este acuerdo indica que una agresión cometida contra cualquiera de los signatarios se consideraría como un ataque contra todos los miembros.

Este proyecto tiene intención de fusionar ambos Estados económico, monetario y político. Sin embargo, aún no está claro cómo se procederá a la unificación por lo que han sido los desacuerdos sobre el clima de que habrá algún tipo de confederación, o si sólo Belarús puede ser incorporado en la Federación de Rusia (región administrativa).

Se trata más bien de un foro multilateral que proporciona un espacio para promover iniciativas conjuntas y para discutir problemas comunes. Rusia, huelga decir, posee muchos intereses en la ex Unión Soviética en términos de energía y en la cooperación militar, el desarrollo de los recursos naturales y geoestratégicos. Sin embargo, Ucrania es el más importante debido a que:

Es un Estado próximo considerado de amortiguación que impide que las fronteras europeas de Rusia sean expuestas directamente a las fuerzas de la OTAN. Hay que tener en cuenta que no existe ningún obstáculo natural considerable para atacar las fronteras occidentales de Rusia. Esta es una debilidad que fue aprovechada 
por los invasores como Napoleón y Adolf Hitler.

Posee agua caliente en los puertos de la Península de Crimea, como Odessa, Yalta y Sebastopol. Este último alberga la flota rusa del Mar Negro. Así, Ucrania es vital para mantener una presencia naval rusa en el Mar Negro. Crimea, por cierto, fue trasladada en 1954 de la República Soviética de Rusia a la República Soviética de Ucrania, por lo que Ucrania la heredó después de la desintegración de la Unión Soviética.

Tiene la infraestructura que une Europa y Rusia, en particular los oleoductos, ferrocarriles y carreteras.

Es el hogar de un gran número de rusos étnicos e, incluso, una gran parte de la población de Ucrania profesa simpatías pro-rusas. Por otra parte, Rusia y Ucrania comparten algunos rasgos comunes, ya que están pobladas principalmente por los países eslavos ortodoxos. El Estado medieval denominado «Ruz de Kiev» forma parte de la moderna Rusia, Ucrania y Bielorrusia, es decir, la “Gran Rusia”, la “Pequeña Rusia” y los denominados “Rusos Blancos”, respectivamente. Así, en la mente de los estadistas de Rusia, Kiev es considerado un gobierno hostil, lo que resulta poco más que una aberración histórica que debe ser corregida.

La administración de Yushchenko desató la ira del Kremlin, cuando su gobierno proporcionó armas a Georgia antes de su ataque contra Osetia del Sur. Además, se ha informado de que mercenarios de Ucrania participaron en los combates en Georgia.

Por lo tanto, teniendo en cuenta todo lo anterior, Rusia no podía simplemente dejar que una coalición pro-occidental de Ucrania triunfase en los procesos electorales. Por razones de seguridad nacional a largo plazo y de estrategia geopolítica, los rusos necesitaban un régimen pro-ruso en Kiev, al igual que los americanos necesitan un gobierno amigo en México.

Moscú jugó la baza del respaldo del Partido de las Regiones, en favor de Rusia, y que es la fuerza política dominante en la parte oriental de Ucrania. El Kremlin había desplegado grandes esfuerzos para seducir (políticamente, es decir) a Yulia Timoshenko que, incluso, si no tiene el mismo sentimiento pro-ruso como el Partido de las Regiones, es muy consciente de que la imprudencia temeraria provocada hacia Rusia va en contra de los intereses nacionales de Ucrania, así que salvó la cara primeramente denunciando los comicios para después retractarse públicamente.

Ucrania experimentó un corte en su suministro de gas natural por parte de Rusia, en invierno de 2008, debido supuestamente al fracaso de las negociaciones bilaterales relativas a la fijación de precios de este combustible fósil. Esto no nos pasó inadvertido. Creemos que no fue más que un experimento de “guerra energética”, que es su principal baza a jugar en un hipotético conflicto con Occidente o sus antiguas repúblicas hermanas, hoy tentadas por el bloque occidental. Otros Estados de Europa oriental también se vieron afectados por la acción, a pesar de que los compradores más importantes de gas natural ruso (léase Alemania) no experimentaron los mismos problemas. Todo ello señaló un esfuerzo realizado por el Kremlin para llevar a cabo una demolición controlada de Ucrania para que abandonase el gobierno pro-occidental, teniendo en cuenta que Ucrania celebraría elecciones presidenciales a principios del presente año. Con esta maniobra, Moscú presionaba a la UE y el dúo Putin - Mevdeved expresaba con su mayor contundencia que tenía previsto avanzar en sus principales objetivos geopolíticos.

El Kremlin ha recurrido a todas las opciones disponibles a su alcance para derrotar a los pro-occidentales de las facciones políticas en Ucrania (es decir, para evitar que Viktor Yushchenko fuese reelegido). Ahora, con el 

Partido de las Regiones, liderado por Viktor Yanukovich, ganador de las pasadas elecciones el 20 de febrero, y partidario de las posiciones pro-rusas, Moscú tiene muchas herramientas a su disposición que puede utilizar para ganar esta batalla geopolítica crítica. Rusia puede:

Explotar la dependencia de Ucrania de la energía rusa.

Negociar con Occidente una desventaja geopolítica (es decir, que Europa abandone Ucrania a cambio del abandono ruso de Irán).

Capitalizar el sentimiento pro-ruso y movilizar el apoyo político para las fuerzas ucranianas de orientación pro-rusa, principalmente por el Partido de las regiones, e incluso por Yulia Timosehnko.

Utilizar los medios de comunicación en ruso que operan en Ucrania.

Emplear los organismos de inteligencia de Rusia y explotar los activos que se han desarrollado en Ucrania.

Manipular las oligarquías de Rusia como un instrumento de la política exterior y como un vehículo para promover los intereses de Moscú en Kiev.

Con la victoria de Viktor Yanukovich, Rusia, en efecto, se anota una gran victoria geoestratégica, ya que Ucrania volverá de nuevo a la esfera de influencia rusa. Esto también significa el fin de las intenciones de América para lograr el ingreso en la OTAN por parte de Ucrania. Del mismo modo, este éxito podría convertirse en un catalizador para desencadenar una nueva (re) integración en el espacio post-soviético. Con Viktor Yanukovich, Ucrania podría ser invitada a adherirse a la OTSC, EurAsEC, la Unión de Rusia y Bielorrusia, e incluso la OCS (Organización de Cooperación de Shangai).

Ante cualquier revés o “golpe de mano”, Putin y Medvedev todavía serán capaces de recurrir a medios militares para garantizar que los intereses rusos, en última instancia, prevalezcan. El uso de la fuerza en el anexo correspondiente a la parte oriental de Ucrania (que es pro-rusa y altamente industrializada) no debe ser desechada. Ha habido muchos rumores en relación con la distribución de pasaportes rusos en Crimea y Ucrania oriental. En caso de problemas en contra de los objetivos e intereses de los ciudadanos rusos, al ser estos titulares de un pasaporte ruso, Moscú podría intervenir invocando a la protección de sus propios ciudadanos como una razón de ser. Aquí, uno debe tener en cuenta que la defensa de los intereses nacionales de Rusia es parte integrante de la llamada “Doctrina Medvédev”.

Moscú también ha tomado otras resoluciones que pueden utilizar para forzar un entendimiento con Washington y Londres. Una negociación que podría ser especialmente útil son los vínculos establecidos con Irán por parte de la Federación de Rusia. Moscú es el principal proveedor de armas nucleares de Teherán y la Agencia Rosatom se encarga de completar la planta nuclear de Busher, actualmente paralizada por Moscú. El Kremlin podría sugerir un acuerdo con los EE.UU. y el Reino Unido, es decir, Irán, a cambio de Ucrania.

El papel de Rusia en la geopolítica de Oriente Medio no debe ser desestimado bajo ningún concepto. Algunos analistas interpretan la decisión de Moscú de vender el sistema S-300 de defensa aérea a Irán como una simple venganza contra los EE.UU. por el suministro de armamento y apoyo de asesores militares que brindaron a Georgia. En 2003, la invasión anglo-estadounidense de Irak proporcionó a Moscú una rentable oportunidad para incrementar su propio poder, porque los EE.UU. se distrajeron a la hora de realizar acciones diplomáticas, con la invasión de Irak.

Una posible invasión por parte de EE.UU. en Irán no sería necesariamente para Rusia un quebradero de cabeza en absoluto, ya que el teatro de operaciones para los americanos sería definitivamente mucho más difícil que Irak porque es más grande territorialmente, su geografía es más compleja y tiene un mayor grado de cohesión interna (aunque no es étnicamente homogénea), aparte de tener un arsenal armamentístico mejor equipado y mucho más grande. De cualquier manera, puede ser un plato muy apetecible tanto para Israel como para los EE.UU.

En el caso de Israel decida atacar a Irán, cuenta con la asistencia de los EE.UU., tal situación podría dar lugar a un atolladero que encerraría a los estadounidenses en suelo iraní. Esto implicaría una ventaja geoestratégica para los rusos. Persia se convertiría en una especie de “agujero negro” que atraparía una enorme cantidad de recursos de América en términos de tropas, fondos y en su poder de proyección en general. Rusia, por lo tanto, tiene una oportunidad de consolidar su poder en el espacio post-soviético.

Otra opción es incrementar la participación rusa en los EE.UU. (léase el continente americano), apoyando abiertamente a los regimenes hostiles e incluso alimentando la inestabilidad en México. Moscú se ha dedicado en estos últimos tiempos a estrechar los lazos con América del Sur y con el Caribe que eran, hasta hace poco, considerados como el “patio trasero” exclusivo de Washington.


El caso de Venezuela es digno de mención, ya que se ha convertido en un importante comprador de equipo militar ruso. Venezuela ha comprado tanques, aviones de combate, fusiles de asalto, así como otro tipo de armamento a Rusia. Moscú y Caracas han profundizado en su cooperación hasta el punto de que el suelo venezolano ha acogido a los bombarderos estratégicos de largo alcance de Rusia, así como a los buques militares.

Moscú así ha conseguido un asentamiento provisional, y digo provisional ya que se conoce que la estabilidad del presidente venezolano Hugo Chávez es incierta. La dramática caída de los precios del petróleo ha sido un problema para Venezuela debido a que las exportaciones son su principal fuente de ingresos y, por tanto, estas proporcionan los fondos necesarios para financiar las ambiciosas políticas públicas. Independientemente de esto, Rusia se dispone a colaborar con Venezuela con el fin de aplicar una buena dosis de presión geopolítica a los EE.UU. en su propio continente, mientras EE.UU. hace lo propio en Colombia. 

El gobierno ruso también se ha convertido en un gran amigo de Nicaragua. En realidad, además de Moscú, Managua es la única capital que ha concedido a Abjasia y Osetia del Sur reconocimiento diplomático. Es previsible que, a lo largo del presente año, convenzan a Washington para que deje de jugar con los intereses de Rusia en Eurasia, de no ser así el Kremlin tratará de llevar a cabo más vínculos de cooperación (comerciales, diplomáticos, venta de armas, etc.), con algunos otros países de América Latina, los gobiernos proclives a mostrar sus ideas anti-americanas, como pueden ser Ecuador, Bolivia e incluso Paraguay.

La devastación que sufrió Cuba a causa de los fenómenos meteorológicos supuso una mayor vinculación con Rusia, por la ayuda prestada, aparte de suponer un incremento de su presencia en el Caribe e, incluso, de ejercer cierta influencia en las eventuales reformas económicas y políticas en la isla. De hecho, el Kremlin participa financieramente y logísticamente en la reconstrucción de Cuba. Es lógico que por ello reciban una compensación generosa y agradecida de La Habana.

Ha habido cierto debate ruso-cubano en relación con la intención de reforzar los lazos entre ambos Estados, en particular en ámbitos como la cooperación en materia de defensa. Moscú ha contemplado la posibilidad de estacionar bombarderos estratégicos, aviones de combate y submarinos, tal vez incluso en la misma isla caribeña, así como la apertura de instalaciones de comunicación electrónica como medio estratégico. Con la contribución del Kremlin en la reconstrucción de Cuba, Rusia abre una ventana para avanzar en esos objetivos.

Uno puede concluir razonablemente que Rusia tiene muy buenas oportunidades para hacerse con Ucrania. Putin y Medvedev tienen muchas herramientas a su disposición con el fin de hacer prevalecer en última instancia los intereses de Rusia. El Kremlin ha desarrollado una estrategia integral diseñada para convencer a los europeos y los americanos que tienen que tomar en consideración los deseos de Moscú. En caso contrario, se tendría que hacer frente a muy graves repercusiones.






ANÁLISIS ASTROLÓGICO

¿Hacia una Nueva Guerra Fría?



En Abril de 2008 escribía en el foro Zodiac http://www.astrodreams.com/foros/ mis ideas sobre el próximo contacto de Conjunción Júpiter / Urano del 8 de Junio de 2010 ....

"Sigo pensando que el peligro bélico vendrá ocasionado por el despliegue táctico del Escudo Antimisiles cerca de las fronteras rusas. El Proyecto fue llamado con anterioridad, en la época de Ronald Reagan, su primer mentor, Proyecto Guerra de las Galaxias. El nombre es toda una revelación de intenciones: GUERRA ......, simplemente de cara a la aceptación general de la masa, se le ha cambiado el nombre por el de ESCUDO, que suena a defensa propia, y es más aceptable para la opinión pública totalmente manipulada por los equipos de creación de opinión de la superpotencia EE.UU
.
¿Alguien puede pensar que bajo una conjunción partil Júpiter - Urano en 0 º Aries (muy coherente con la imagen de los misiles), el sistema será únicamente defensivo? Los chinos lo tienen muy claro ........... de ahí sus prisas repentinas por entrar en la carrera espacial, sin olvidar el acoso que consideran estar sufriendo los rusos, con las nuevas fronteras militares de la OTAN en los países de su antigua órbita, y su ambición declarada de incluir una Ucrania, la frontera sur de Rusia, entre sus miembros. Sin duda algo que los rusos no pueden tolerar, entre otros motivos porque la antigua Flota de submarinos nucleares de la extinta URSS tiene su ubicación en el Mar Negro, justo allí, en Sebastopol.

Todo ello me lleva a pensar que el despliegue del "Escudo" creará una situación similar a la que se produjo en 1983, época del despliegue de los Euromisiles SS-20 y Pershing, a ambos lados del “Telón de Acero", que culminó el relanzamiento de la Guerra Fría, ocasionando un clímax de tensión casi sin precedentes en aquellos días. A partir de 2010, decía, habrá miedo a los “Juegos de Hecatombe” de las superpotencias, pero no será el final, sino el principio, ya que el verdadero peligro vendrá más tarde, cuando realmente el sistema esté probado y operativo, aproximadamente 2013-2014.
Esta es mi opinión de lo que dicha conjunción (Júpiter/Urano) representa en la figura madre de agosto de 2010. Los otros dos protagonistas que se encontraban en conjunción cuando se habla por vez primera del proyecto “Guerra de las Galaxias”, Saturno y Plutón juegan aquí en esta figura, pero esta vez en oposición y cuadratura respectivas con la pareja Júpiter - Urano, un hecho altamente significativo además de peligroso.
 La diferencia estriba en que, mientras en 1984 a comienzos de año se producía la pacífica conjunción Júpiter - Neptuno anunciando una distensión de la tensa situación internacional, que de hecho se concretó en el curso de los meses posteriores al evento astronómico - astrológico, sin embargo muy al contrario, en 2010 la Júpiter - Urano de 0º Aries es la "punta de lanza" de la tensísima estructura en ‘T CUADRADA’ que implica a todos los "Lentos” excepto a Neptuno, anticipándonos la certeza de que 2010 es sólo "La Puerta" de una serie de años muy delicados para la seguridad y las relaciones internacionales”.


Bucarest, 4 de Febrero de 2010.-


"Rumania confirmó este jueves los planes de instalar en territorio nacional componentes estratégicos del sistema antimisiles de Estados Unidos, basados en tierra, como parte de la nueva estrategia de la administración del presidente Barack Obama para Europa.

El presidente, Traían Basescu, notificó que el Consejo Supremo de Defensa aprobó una propuesta de Estados Unidos para incluir al país europeo en un sistema presumiblemente orientado a potenciales ataques balísticos o misiles de mediano alcance.

La invitación llegó a través de la subsecretaria de Estado para Control de Armas y Asuntos de Seguridad Internacional, Ellen Tauscher, según el mandatario rumano.

Indicó que serán instalados misiles interceptores terrestres (operativamente hacia 2015), componentes de la nueva versión del escudo con el cual el Pentágono esgrime protección para los aliados europeos frente a hipotéticas amenazas.

La respuesta de Bucarest tiene que ver con la visita que realizó aquí en octubre pasado el vicepresidente Joseph Biden en busca de apoyo a los planes militaristas de la administración de Obama, entre las naciones que calificó de socios importantes para Estados Unidos, como Polonia y república Checa, en Europa del este.

Basescu agregó que en fecha próxima sostendrán las conversaciones bilaterales con vistas a un acuerdo definitivo, el cual deberá someterse a la aprobación del Parlamento rumano.

Washington insiste en que el escudo antimisiles no está concebido para neutralizar el potencial disuasorio de Rusia y controlar su espacio en el flanco occidental. Contrariamente, Moscú reaccionó con preocupación ante el reciente anuncio sobre el despliegue en Polonia de una primera dotación de misiles Patriot, de factura estadounidense

Las autoridades rusas aseguran que esos planes quebrantan el equilibrio estratégico, socavan la confianza mutua y dejan a un lado los intereses de otras partes en materia de seguridad nacional y regional.

El nuevo programa antimisil contra proyectiles de mediano y corto alcance incorpora elementos basados en mar y plataformas móviles que serán desplegadas en una geografía mucho más amplia que la anterior, como el 
Cáucaso y el mar Negro.

Sin detalles reveladores del plan con Estados Unidos, el presidente rumano dijo en sentido general que el sistema no es contra Rusia, sino contra otras amenazas.

Basescu dejó en claro que la participación de Rumania en los planes de Washington afianzan la asociación con Estados Unidos y es parte de su contribución como miembro de la OTAN.

Rumania cedió su territorio desde hace varios años a una base militar estadounidense, al igual que Bulgaria. Rusia se reserva el derecho a un ataque nuclear en caso de agresión exterior con armas nucleares o convencionales, según la nueva doctrina militar aprobada por el presidente ruso, Dimitri Medvédev.

La doctrina que fue hecha pública por el Kremlin en su página web, subraya que Rusia recurriría a las armas nucleares “si se ve amenazada la existencia misma del Estado”.

“Rusia se arroga el derecho a emplear armas nucleares en respuesta al uso en su contra o contra sus aliados de armas atómicas y otros tipos de armamentos de destrucción masiva, y también en caso de agresión contra Rusia con armas convencionales”, precisa.

La declaración se produce luego que Rumania acordara albergar interceptores balísticos que forman parte del nuevo sistema antimisiles de Estados Unidos. El presidente rumano, Traían Basescu, dijo que el proyecto fue aprobado por el Consejo Supremo de Defensa. El documento del gobierno indica que Rusia responderá militarmente ante cualquier ataque contra un miembro de la llamada Unión Estatal Rusia-Bielorrusia y de la Organización del Tratado de seguridad Colectiva (OTSC), la alianza militar postsoviética.

Rusia alude al principio de seguridad colectiva vigente en la OTSC (Bielorrusia, Armenia, Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán). Además, se refiere a la proliferación de armas de destrucción masiva, el terrorismo, las reclamaciones territoriales y posibles conflictos con países vecinos."





DINÁMICAS DE CONFLICTIVIDAD POTENCIAL ENTRE OCCIDENTE Y RUSIA

A.- Rusia es tradicionalmente una potencia por su propio peso que cuenta con un área de influencia en Europa que va más allá de su territorio o del ámbito de territorios donde actualmente deja sentir su presencia.

B.- Organizaciones internacionales que suelen representar a Occidente, como la UE y la OTAN, se hayan en fase de expansión hacia zonas vinculadas tradicionalmente a dicha área de influencia rusa, concretadas como ya se ha visto, en las regiones de Europa Central, los Balcanes y, fundamentalmente el Báltico.

C.- Rusia y las organizaciones occidentales son actores irreconciliables, en cuanto a que no es previsible  a corto ni a medio plazo no sólo una mutua integración, sino incluso la compatibilidad de sus intereses inmediatos excepto en aspectos estratégicos a corto plazo, que no contradicen esta incompatibilidad de fondo.

D.- Entre dichas incompatibilidades tiene un lugar destacado la existencia de áreas de influencia consideradas irrenunciables por ambas partes y que coinciden en términos geográficos.  Estas áreas de influencia lo son también por motivos tradicionales y simbólicos, pero en gran medida lo son también por razones de seguridad, lo cual lleva ante una sensación de amenaza para aquel de los actores que se ve desposeído de los mismos.

E.-La situación que se ha materializado, ‘de facto’ desde 1991 hace que Rusia se haya visto obligada a renunciar al espacio de seguridad que considera imprescindible, mientras que la UE y la OTAN mantienen una dinámica de expansión y crecimiento, lo cual infiere un sentimiento agudo de amenaza y humillación a población y a la clases política rusas.

F.- Desde la perspectiva de los intereses rusos se hace una clara distinción entre los dos ámbitos básicos en que se organiza este difuso Occidente, según se trate del área europea, centrada en la cooperación económica y política representado por la UE, o un ámbito trasatlántico de seguridad  personalizado en la OTAN.





4 DE FEBRERO DE 2010

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TRÁNSITOS EL 4 DE FEBRERO 2010 SOBRE RUSIA

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Reseñables parecen varios aspectos:

El más duro el tránsito directo sobre el Sol radix, que amenaza la subsistencia y el orgullo de la nación rusa, máxime si observamos que el Sol es regente de ascendente y Plutón de IV, pero además hay otros factores que no nos hacen optimistas de cara a cómo Rusia encaja esta nueva amenaza sobre su integridad. Marte en tránsito de oposición sobre Saturno rádix, representa la amenaza militar sobre su seguridad y las de sus fronteras, por parte de un ejército extranjero (Marte rige IX en el rádix). Júpiter opuesto a la Luna rádix confirma la sensación propia de esta amenaza.

La respuesta rusa está por verse, quizás un frenazo en seco sobre los presumibles acuerdos de desarme/reducción de armamento nuclear que deben negociarse próximamente con EE.UU. y la OTAN. De momento, Rusia ha reconocido públicamente que reactiva los acuerdos sobre la construcción de una central nuclear en Irán, que estaban paralizados ante la dura  posición que Teherán mantiene con Occidente sobre el desarrollo de su propio programa nuclear en clara posición de desafío a las sanciones de estos últimos.

La situación parece calcada de  la que se produjo meses antes del incremento de la tensión en lo que se considera hoy como el último coletazo de lo que en su día se llamó la “Guerra Fría”. Nos referimos a la crisis de los Euromisiles que disparó la tensión internacional en otoño de 1983, bajo otra conjunción entre Júpiter y Urano, entonces en los primeros grados del signo de Sagitario, grados que a partir de 8 de Junio próximo activará el trígono de estos dos planetas desde comienzos de Áries.

Hagamos un poco de Historia:





"GUERRA FRÍA"
Breve reseña gráfica

 [CONCEPTO+GUERRA+FRIA.jpg]


  


 [DIVISION+DE+EUROPA.jpg]






 [DIVISION+DE+EUROPA+2.jpg]




  
 [CREACION+DE+LOS+BLOQUES+MILITARES.jpg]







CONFLICTOS DURANTE LA "GUERRA FRÍA"

 [PLANTEAMIENTO+GEOPOLITICO.jpg]





PROPAGANDA: EL OTRO "ARMA" DE LA “GUERRA FRÍA”

 [LA+PROPAGANDA.jpg]
  



"GUERRA FRÍA"
Cronología histórico - temporal
 
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En otoño de 1983 tuvo lugar uno de los momentos más tensos y últimos de la "Guerra Fría", el incremento de la tensión llegó al límite cuando a ambos lados del "Telón de Acero" las dos superpotencias de entonces, la URSS y Estados Unidos, ante el desacuerdo en materia de desarme nuclear, llevaron al despliegue de misiles armados con ojivas atómicas en territorio de las dos Alemanias. Se la denominó la "Crisis de los Euromisiles" de la era Reagan. Estos acontecimientos históricos fueron la raíz del aumento desorbitado del gasto militar de la URSS que desembocaría seis años después en el colapso definitivo de este país y su desmembramiento a partir de la caída del Muro de Berlín el 9 de Noviembre de 1989.




EL MURO DE BERLÍN
Símbolo principal durante la "Guerra Fría"

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BERLÍN
9 de Noviembre de 1989


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CARTA DE LA "CAÍDA" DEL MURO DE BERLÍN
9 Noviembre 1989





DÉCADA 1960
Arsenales bélicos de las dos Potencias

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De esta manera los SS-20 rusos y los Pershing norteamericanos, dejaban paso a la guerra del futuro, la entonces denominada por la administración republicana de Reagan "Proyecto Guerra de las Galaxias", que nunca se llevó a efecto.

Parecía a día de hoy, que se había abandonado la idea definitivamente, desde la llegada a la Casa Blanca de la administración Demócrata de Barak Obama, cuando en el pasado mes de noviembre manifestaba públicamente el abandono del viejo proyecto republicano, tal vez obligadamente dada la situación económica que la primera potencia atraviesa, pero sorprendentemente en un giro inusitado de 180º observamos hoy con los acuerdos alcanzados con la administración Rumana para instalar baterías defensivas en su territorio, que "El Proyecto" no ha sido enterrado definitivamente, hecho que ha motivado la repulsa de Rusia quien no acaba de creer que estas defensas sean sólo eso, y que no puedan reprogramarse sus objetivos militares dirigiéndolos contra su territorio.
Rusia no carece de argumentos de peso para alimentar dudas, ya que de una manera u otra la Alianza Atlántica la está cercando por todos sus flancos, siguiendo las directrices de un antiguo plan de la era Reagan, denominado el "Anillo de la Libertad" (ahí encuadran las ambiciones Atlánticas de convertir en miembros de la OTAN a Ucrania y Georgia), o al menos ese es el sentir ruso, quienes se ven amenazados desde países fronterizos, y antaño sus aliados, con la instalación de armamento nuclear de su tradicional enemigo militar.
Para comprender las similitudes existentes con la primera crisis de los Euromisiles, que llevó a las dos potencias a uno de los momentos más peligrosos de la "Guerra Fría" en el año 1983 haremos algo de Historia:


 CARRERA ARMAMENTOS EN EUROPA
1983: LA PRIMERA CRISIS DE LOS EUROMISILES

Tras al fracaso de la CSCE, Commission on Security and Cooperation in Europe, la tensión se percibe también en otras situaciones. La crisis de los euromisiles condujo a Carter a proclamar el embargo de cereales y productos de alta tecnología con destino a la URSS -4 al 20 de enero de 1980- y a boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú, al que se unieron otras 55 naciones. Como consecuencia de la no participación de los EE UU en los Juegos Olímpicos de Moscú, la URSS, por retorsión, seguida por otros 13 países, no acudió a la cita olímpica de Los Ángeles en 1984.
Los acuerdos SALT I firmados en 1973 suponían un reconocimiento recíproco entre las superpotencias del principio de paridad en materia de armamentos estratégicos y un acuerdo para limitar el número de sus misiles intercontinentales. No obstante, casi al mismo tiempo, la URSS emprendió una modernización forzada de todo su arsenal que le proporcionó una ventaja clara sobre EE UU.
Por una parte, sin violar los términos del SALT I triplica el número de sus ojivas, adaptando cabezas múltiples a sus lanzaderas de nueva generación. Por otra, terminan la construcción de un nuevo misil de alcance intermedio -4.000/5.000 km-, el SS-20 -dirigido esencialmente contra la Europa Occidental- y que en razón de sus características técnicas no estaba contemplado en las negociaciones SALT. Desde 1977, Moscú despliega la instalación de una red de 330 cohetes SSLa20 a largo de toda la Europa Oriental.
A principios de 1980 el desequilibrio militar resulta evidente. Además de la amplía superioridad de las fuerzas convencionales del Pacto de Varsovia, la URSS aparece como la primera potencia militar nuclear del globo. Un arsenal gigantesco construido a través de un considerable esfuerzo financiero: mientras EE UU dedica el 5% de su Producto Interior Bruto a este proceso, en la URSS esta cifra se elevaba al 15%.
Las conversaciones sobre la limitación de armamentos son, en este contexto, muy difíciles. Las negociaciones SALT II, iniciadas en 1977 -y que pretenden un acuerdo más global finalizan con la firma entre Bréznev y Carter de un acuerdo (Viena, 15-18 de junio de 1979), que limita el número y el tipo de las lanzaderas nucleares intercontinentales para cada uno de los dos países. Pero el SALT II no reducía la carrera de armamentos, sino que se limita, simplemente, a frenar su progreso. El Senado de los Estados Unidos no lo ratificó en razón del incremento de las tensiones con la URSS y por juzgarlo muy favorable para Moscú.
Otros encuentros tendrán resultados similares. Las negociaciones sobre la reducción de fuerzas en Europa, los MBFR (Mutual Balanced Forces Reduction) comenzadas en Viena en octubre de 1973 con la participación de la OTAN y el Pacto de Varsovia fracasan sin que pueda evaluarse el número de efectivos de cada parte, proponer reducciones o crear un sistema de control aceptable para todos. Los encuentros sobre las fuerzas nucleares de alcance intermedio - Ginebra, 30 de noviembre de 1981- y las negociaciones START (Strategic and Tactic Armaments Reduction Talks), sobre la reducción del armamento estratégico y táctico -Ginebra, 29 de junio de 1982- están bloqueadas.
Los euromisiles enturbian todos los encuentros. Desde 1979, la OTAN denuncia el despliegue de los SS-20 y adopta en diciembre la «doble decisión»: ofrecer a Moscú el inicio de negociaciones o, en su ausencia, reforzar su aparato militar en Europa. En concreto, el emplazamiento de misiles norteamericanos de alcance intermedio, Pershing II y Crucero, con los cuales ahora EE UU podría alcanzar el territorio soviético desde Europa Occidental.
Las dilatorias respuestas soviéticas encuentran una nueva propuestas lanzada por Reagan el 18 de noviembre de 1981, la opción cero: no instalación de los Pershing y Crucero, a cambio del desmantelamiento de los SS20. Paralelamente, el presidente de los Estados Unidos incrementa el presupuesto de defensa que entre 1980 y 1985 aumenta en un 64%. Las sociedades europeas se ven convulsionadas: de una parte, amplios colectivos sociales y de opinión pública - en Bonn, Londres, Roma, Bruselas y París (“cadena humana” de 106 km de largo los días 22 y 23 de octubre de 1983)- desarrollan frente a esa militarización campañas pacifistas que se presentan como la renovación del Movimiento de la Paz de los años cincuenta; de otra, los gobiernos se ven obligados -en dirección contraria- a seguir una línea de realismo político. El rechazo de Moscú y la victoria de la coalición conservadora-liberal en la Alemania Occidental, marzo de 1983, permite el despliegue de los Pershing en la RFA, el 22 de noviembre, con el apoyo de Francia, en una operación ampliada posteriormente a otros países y que significa una victoria de la OTAN y un grave fracaso para la URSS.
Todo este incremento de la tensión bélica entre los dos "Bloques" se enmarca dentro de la formación de un acontecimiento astronómico - astrológico, la "Doriforia" 1979-1983, un estrechamiento angular de todos los planetas que en su máxima concentración llegaron a estar contenidos en un arco de 72º de la Eclíptica (13 de noviembre de 1982). El Índice de Concentración Planetaria elaborado por Henri Gouchon, desarrollado y rebautizado posteriormente por André Barbault como Índice Cíclico Planetario, revelaba un incremento de la tensión en este periodo. 



MISIL PERSHING  (USA)




MISIL SS  20  (URSS)



EL ÍNDICE CÍCLICO

De 1946 a 1949 el astrólogo francés Henri Gouchon publicó unas previsiones anuales basadas en una curiosa gráfica a la que él llamó Índice de Concentración Planetaria. Consistía en una sinusoide que representaba la distribución por el Zodiaco de los cinco planetas más lentos (Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón). Esta interesante innovación en el mundo de la astrología pasó prácticamente desapercibida en un principio. Poco a poco, sin embargo, algunos autores fueron estudiándola, rescatándola y, al mismo tiempo, tratando de perfeccionarla. De ahí surgieron algunas variantes de la misma. Uno de los recuperadores de aquel estudio fue el

astrólogo francés Andre Barbault, que en los años ´60 la adaptó y le puso el nombre de Índice Cíclico.

En la gráfica del Índice Cíclico vemos cómo las crestas corresponden a etapas, en general, de recuperación o de auge, mientras los valles de la sinusoide marcan con bastante exactitud los momentos más críticos de la historia del siglo XX. Hagamos un breve repaso: Precisamente los dos valles más pronunciados corresponden, con bastante precisión, a la I y II Guerras Mundiales; el siguiente valle, el de los años ´50, marca el punto crucial de arranque de la Guerra Fría, y también la Guerra de Corea; el de los años ´60 discurrió con la guerra de Vietnam, la Revolución Roja de Mao y Mayo del ´68; el de finales de los ´70 coincide con la llegada al poder del Ayatollah Jomeini en Irán y la invasión de Afganistán por tropas soviéticas. Mientras que el último valle dibuja, prácticamente, la Guerra del Golfo de 1991 y la extraordinaria reestructuración geopolítica que se dio al final de siglo.




 
 ÍNDICE CÍCLICO DEL SIGLO XX






DORIFORIA 1979-1984

CONCENTRACIÓN MÁXIMA DORIFÓRICA (10 PLANETAS): 13 de Noviembre 1982

CONCENTRACIÓN MÁXIMA DORIFÓRICA (5 PLANETAS LENTOS): 19 Enero 84







CONJUNCIÓN SATURNO - PLUTÓN
8 de Noviembre de 1982

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CONJUNCIÓN DENTRO DE LA DORIFORIA DE 1983
25 de septiembre de 1983
Conjunción partil Júpiter - Urano 5º49' Sagitario

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VENTANA DE CICLOS
Máximo "estrechamiento" dorifórico 1982-1984
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1983, la carrera armamentística se dispara acentuando el deterioro internacional: los soviéticos abandonan todas las negociaciones de desarme y anuncian el incremento de su arsenal nuclear.

Pero la decisión norteamericana avanza en mayor grado: el 23 de marzo de 1983, Reagan anuncia el proyecto de la Iniciativa de Defensa Estratégica (IDS) -«guerra de las galaxias»-, inspirada en las concepciones de los grupos ultra conservadores entre ellos el Heritage Foundation que imagina una especie de «línea Maginot espacial». La IDS instalaba un escudo espacial protector sobre los Estados Unidos contra los misiles balísticos que serían interceptados y destruidos a través del láser antes de alcanzar suelo norteamericano. Así, América quedaría libre del peligro nuclear. El programa -que se beneficiaba de una financiación de 26.000 millones de dólares para cinco años- tiene un carácter desestabilizador al cuestionar el principio de la disuasión mutua y aparece como un desafió a la URSS, cuyos dirigentes reclaman a Washington su renuncia al proyecto y el reinicio de las negociaciones sobre desarme. Aún más: en mayo de 1986, Reagan anunciará el cese por su país, efectivo desde noviembre, del respeto a varios puntos del SALT II sobre la limitación del armamento nuclear.

Los soviéticos son incapaces de afrontar el nuevo desafío militar de la «guerra de las galaxias», dado el marasmo de su economía ya enormemente agotada tras más de veinte años de una carrera armamentística, y se verán obligados -con Gorbachov a su frente- a buscar una nueva vía de distensión.

Esta fase de tensión soviético-americana ha creado, igualmente, malentendidos entre los socios atlánticos. En el marco de la defensa y los aspectos estratégicos, Europa Occidental prefiere preservar el cauce de su diálogo con los países del Este que la política de Reagan parece cuestionar. Estados Unidos, por su parte, observa en el comportamiento europeo un peligroso deslizamiento, más aún cuando los contratos masivos de gas siberiano son interpretados como un forma de dependencia frente a su abastecedor, la URSS. Pero tampoco los europeos - dependientes aún en materia estratégica de Washington- presentan un frente convergente. La «guerra de las galaxias» divide a Europa Occidental por la amenaza de fractura del bloque Defensivo producido entre la defensa norteamericana y la europea. A pesar de las reticencias, a la hora de participar en la IDS, ingleses, italianos y alemanes inician sus contactos con Washington en 1985 y 1986. Por su parte, Francia elabora una propia iniciativa europea: el proyecto Eureka.


 
 CARRERA ARMAMENTOS EN EUROPA
2010: SEGUNDA CRISIS DE LOS EUROMISILES

Ya están reunidos todos los ingredientes para revivir, treinta años después, la “Crisis de los Euromisiles”.

 
Parece increíble que 30 años después de la “Crisis de los Euromisiles”, Europa vuelva a plantearse el despliegue de armas tácticas de disuasión, en esta ocasión para un eventual ataque iraní o norcoreano, en vez de soviético. Todo apuntaba a Polonia y la República Checa como los países que desempeñarán el papel de cabeza de playa de este nuevo sistema de armas, pero el desarrollo de esta estrategia no está nada claro, de hecho Barak Obama renunciaba públicamente el pasado noviembre, la OTAN no se siente vinculada y la UE quiere quedarse al margen. Las presiones de Estados Unidos pueden no sólo reeditar las tensiones atlánticas que se originaron cuando la invasión de Irak, sino también las divisiones continentales en un momento crítico del proceso europeo. Si la falacia de las armas de destrucción masiva que supuestamente estaban en Irak provocó la más grave crisis atlántica en 2002, la amenaza iraní o coreana (verosímil, no como la pretendida amenaza iraquí) puede arrastrar a los europeos a una nueva era de tensiones que, como la provocada por la crisis iraquí, tampoco conduce a ninguna parte.





VENTANA DE CICLOS
Crisis sistémica del Capitalismo y sus fases

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La cruzada antiterrorista tras el 11-S, sus ramificaciones en Afganistán y los caprichos antinucleares de la administración Bush en Irak han favorecido algunas alineaciones –como la de Polonia-. ¿La arrogancia de la superpotencia intimida a los que tuvieron la osadía de oponerse?

Bélgica puede encuadrarse en esta categoría. En la cumbre de la OTAN en Riga, Bruselas votó en contra de la resolución de la Comisión Asuntos Exteriores y de la Defensa del Senado (en la que se contemplaba la retirada de las armas nucleares almacenadas en Kleine Brogel, según el artículo VI del Tratado de No Proliferación, TNP). ¿Por qué esta cuestión se presentó en un segundo plano después de un gran debate a todo color y decenas de audiciones? “Por su oposición a la guerra de Irak”, explicaba recientemente Arnaud Ghys de la CNAPD (Coordinadora nacional –belga- de acción por la paz y la democracia).

Pero en Berlín la situación es distinta. Los alemanes, incluidos por Rumsfeld en la “Vieja Europa” desde la puesta en escena antinuclear en Irak, ya no están dispuestos a cualquier sacrificio por la solidaridad atlántica, ni a tolerar que sus vecinos del Este experimenten una tecnología estadounidense para ajustar sus cuentas con Moscú. Se piense lo que se piense del puñetazo sobre la mesa de Putin en el Wehrkunde en febrero, y con todo respeto a la miopía francesa sobre el asunto (electoralismo obliga), el futuro debate sobre la seguridad europea pasa también por una reflexión sobre las relaciones entre Rusia y Europa.

Para ver un poco más claro y volver a poner las cosas en su sitio desde el asunto de los euromisiles, no hay ninguna razón para falsear el debate –y mucho menos enterrarlo- debido a la adhesión precipitada de países calificados de “mal europeizados”, cuya función principal parece ser la desestabilización del conjunto europeo en nombre del radicalismo trasatlántico.

La aventura afgana no tiene nada que ver con la OTAN; y por otra parte, la aventura nuclear iraní tampoco. Pero Estados Unidos intenta una vez más embarcar a los aliados en su “visión global”. Estamos asistiendo a algunas repeticiones.

No vale la pena filosofar sobre la sutil distinción entre “alianza global” y “alianza de socios globales”. Si el “fuera de zona”, out of area, es objeto de toda clase de contorsiones desde los años 70, no es de buen tono recordar, sobre todo desde el 11 de septiembre de 2001, que el Tratado del Atlántico Norte afirma que “la acción de la OTAN está limitada al territorio de los miembros”; todo el mundo prefiere olvidar que los artículos 5 y 6 presentan un proyecto de autodefensa colectiva, una respuesta colectiva “en caso de ataque armado contra Europa o Estados Unidos”.

Los aliados más europeízas esperan que la OTAN no se amplíe codiciando a los japoneses, australianos y mañana a los israelíes. Ese es, al menos, el deseo expresado por el Quai d'Orsay (Ministerio de Asuntos Exteriores francés), pero la posición francesa es delicada. Y con razón, “Hay más soldados franceses que estadounidenses bajo la bandera de la OTAN” recordaba recientemente Richard Duqué, representante permanente de Francia en la OTAN, y añadía: “lo que es un poco paradójico”. Si se piensa en la implicación en el cenagal afgano, la paradoja puede costar cara. “Con el tiempo, las fuerzas de la OTAN corren el riesgo de aparecer como un ejército de ocupación” pronostica el ministro de Defensa belga. Ahora que el triunfalismo estadounidense ya no es admisible en Irak, algunos aliados buscan una “estrategia de salida” en Afganistán, un país que constituyó el plato fuerte de la cumbre de Riga (contrariamente a las previsiones).





















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