sábado, 2 de agosto de 2014

Conjunciones Cronocratoras Jupiter - Saturno a lo largo de la Era Piscis y de la Era Acuario

Excelente trabajo de Mercedes Foronda, sobre el ciclo de los Cronocratores (Ciclo Júpiter - Saturno) y sus conjunciones históricas.

Esta es la interesante y trabajosa tabla que ha confeccionado la autora, a la que felicitamos por tan fino trabajo.



















JÚPITER - SATURNO
Periodo sinódico 20 años



La duración del ciclo Júpiter-Saturno a lo largo del Zodiaco es de 800 años, se contabilizan hasta 10 conjunciones consecutivas en el mismo elemento antes de que se produzcan en el  siguiente, hasta completar los cuatro. Por tanto transcurren 200 años para que las conjunciones dejen de producirse en un mismo elemento y hacerlo en el siguiente. De modo que, en sincronía con las conjunciones y por analogía, cada 200 años la visión del yo consigo mismo y en relación con la sociedad (el duplo Júpiter Saturno es también denominado duplo social) en la que vive pasa por cambios profundos. Todo ello se traduce inevitablemente en poderosos y radicales cambios generacionales.

Este ciclo es el más estudiado en la antigüedad, ya que se trataba del ciclo más largo conocido entonces, su peso era equivalente al que en la actualidad damos a los de los planetas exteriores Urano, Neptuno y Plutón.

Su periodo sinódico es de 20 años. Es un ciclo eminentemente político que está sintonizado con las relaciones mundiales, es decir entre los Estados. Es muy general en cuanto a su alcance, teniendo mucha relación con la diplomacia, y el estado de relación entre los países, imperios etc.

Es la Política, y la reestructuración política - social según los cánones grecolatinos clásicos. Lo que es tradicional, clásico, lo que es como siempre ha sido, no las innovaciones ni los avances revolucionarios, pero si las nuevas formas de equilibrio internacional.

Sabemos que los ciclos se “acoplan” a determinadas facetas de la Humanidad. A veces con las ideologías. De tal forma que en cada época el arquetipo se manifiesta asociado a una determinada faceta.

En la actualidad, el ciclo Júpiter – Saturno está muy acoplado con la política europea, que es la más “vieja” de nuestra cultura.

Júpiter – Saturno manifiesta en su estudio determinadas estructuraciones  de una duración entre 150 y 250 años.  Así, observamos que cada 200 años, de media aproximadamente, se produce un cambio, referente al elemento del signo donde cae la conjunción, es decir, que después de una batería de conjunciones que suceden en un determinado elemento, éste cambia al siguiente. En ocasiones esta entrada no es “limpia” sino que durante un determinado número de conjunciones se alterna el elemento hasta su entrada definitiva en el siguiente, dando paso a un nuevo ciclo de 200 años de media.

Vemos por ejemplo que desde 1842 hasta 1981 todas las conjunciones fueron en el elemento tierra.

En 1981 se produjo ya en aire, pero, sin embargo, volvió  a ser en tierra en 2001 cuando se dio a finales (27º 28º) de Tauro.

Actualmente, estamos en la transición entre esos dos elementos (Tierra y aire). La estabilización sucederá con la conjunción de 2022 que se dará en aire siendo las posteriores ya todas a ese elemento.

Mirando al anterior cambio de elemento vemos  que en 1821 fue la última conjunción en el elemento fuego. A partir de aquella ya sucedieron todas en signos de tierra entre 1842 y 1961, en que ocurrió por última vez en ese elemento.

En el siglo XIII la fase del ciclo se hallaba en la transición tierra – aire (siglo del Gótico), dándose con regularidad exacta una en cada elemento  de forma alternada durante esos cien años.

En 1620 comenzó un ciclo de fuego, que se mantuvo hasta 1842.

Dentro de este ciclo Júpiter Saturno existen conjunciones especialmente importantes por su relevancia:

Cuando tienen lugar en los puntos cardinales del zodíaco, los primeros 5º de cada signo cardinal, tienen especial importancia en Astrología Mundial, ya que estos grados proporcionan arquetipos muy puros.

La denominada “Gran Conjunción de Júpiter y Saturno” es aquella que da comienzo a un ciclo de fuego

La “Conjunción Mayor de Júpiter y Saturno” es una que abre nuevo ciclo de elemento, siempre que este no sea fuego.

La “Conjunción Media” es cualquier conjunción que no responde a las dos anteriores.

Por último, existe la “Conjunción Suprema”, que es la que comienza un nuevo ciclo de fuego desde los primeros 10º del signo de Aries.

Para el estudio de este ciclo normalmente se levanta una carta en el momento exacto de la primera conjunción en un nuevo elemento, cuando ya superada la etapa de transición no se vuelve al anterior, es decir cuando la entrada es definitiva. Además de esta situación debe haber un solo contacto entre ambos por no haber retrogradaciones.

La carta levantada en ese instante temporal tiene entonces validez, sobre todo el ciclo elemental  que inaugura.


Veamos un ejemplo:

En 1842 tuvo lugar una entrada “limpia”. El signo donde se produjo la conjunción (Capricornio) es la matriz dominante del elemento a estudiar. En este caso, el décimo signo zodiacal capricornio anticipa que el ciclo que se inauguraba con ese contacto de conjunción tendría que ver con la política, el poder, el colonialismo, el control de países y territorios, y en definitiva la dinámica entre poder y  economía soterrada.

  


CONJUNCIÓN JÚPITER – SATURNO
1842





La posición de Júpiter conjunto a Saturno marca hacia qué se está más sensibilizado. En este caso nos sugiere  una era política, técnica y económica. El Materialismo y déficit en filosofía, etc.

Sol, Mercurio. Neptuno en Acuario da un componente intelectual de izquierdas, así como movimientos de liberación.

Júpiter – Saturno en este modelo planetario tipo “cuña” son planetas “Guía” y por lo tanto preponderantes.

Esto tiene validez durante todo el ciclo elemental que abre esta conjunción, es decir, mientras las posteriores sucedan en signos de tierra. El contacto de 1961 trajo la independencia de las colonias. Actualmente seguimos en ese ciclo.



JÚPITER - SATURNO
Periodo sinódico 20 años






Veamos a continuación este ciclo en la Edad Moderna.


Conjunción Júpiter – Saturno año 1901 en Capricornio

Culminación del proceso de reparto de África que había comenzado en la anterior conjunción. Guerras coloniales.

En 1901 se termina la repartición colonial.

Tratado de paz con China.


Conjunción Júpiter – Saturno 1920-22. En Virgo - Libra

Nacimiento de todos los partidos comunistas.

En 1921 se establece la Sociedad de Naciones, antecedente de la ONU. Esta conjunción transitó el grado cardinal de 0 Libra. La transición  Virgo – Libra es significativa en ese sentido, la Sociedad de Naciones no dejó  de ser sino una organización (Virgo) para el diálogo (Libra).


Conjunción Júpiter – Saturno 1940-41. En Tauro.

Fue un contacto triple entre Junio de 1940 y Junio del 41, a la cual se unió también el planeta Urano en el signo de Tauro. Surgen movimientos de extrema derecha en una clara fanatización exagerada de los valores tradicionales. Esto cobra su exponente máximo representado en el movimiento Nazi.

La conjunción se formó en 15º de Tauro. Urano se desplazo hasta 23º de Tauro, donde estaba ya en 1941.

Es necesario aclarar aquí el concepto de “Orbe temporal”. En Astrología Mundial existe un “orbe temporal” además del “orbe geométrico”. Este orbe temporal aumenta,  como su nombre indica, el lapsus de tiempo en el cual el aspecto de conjunción, mejor dicho, sus efectos se mantienen fuera del aspecto partil. La experiencia demuestra que el orbe temporal no es simétrico al orbe geométrico, sino que tiende a desplazar su operatividad más tiempo después del aspecto geométrico exacto que antes de este.

El orbe temporal se manifiesta preferentemente en los aspectos  de conjunción y oposición. Se acepta como orbe temporal el tiempo equivalente a un 5% de la duración total del ciclo. En el caso del ciclo Júpiter – Saturno, cuyo periodo sinódico es de 20 años, estimamos el orbe temporal de 1 año.

Hay que considerar, así mismo, que el orbe geométrico en Astrología Mundial es más extenso. Por ello en planetas lentos puede llegar hasta los 12 o 13 º.

Siguiendo con el orbe temporal, en los nudos históricos, donde confluyen varios ciclos simultáneamente, la forma de calcularlo es como la media de todos ellos. No obstante, en conjunciones triples, la conjunción del ciclo con periodo sinódico más corto (rápido), es la que marca a la triple.

Una vez aclarados estos conceptos, seguimos estudiando los efectos de este ciclo en el pasado.


Conjunción Júpiter – Saturno 1960-62. En Capricornio.

La conjunción se mantuvo hasta Acuario.

Nuevas formas de “Guerra Fría”. Crisis Este-Oeste, en Alemania, Cuba………
Descolonización. Independencias en África. Final de la Guerra de Argelia.

Conjunción  Júpiter – Saturno 1980-82, en Libra.

Comienzo de la era Reagan: Guerras que pueden plantearse en Europa.

Imperialismo en América y en Europa.

Cobran fuerza los movimientos ecologistas.

Grupo de Contadora.                 


Conjunción Júpiter - Saturno  2000-01. En Tauro.
    
Acuerdos entre la Unión Europea y China para la apertura del mercado Chino.

El euro comenzó a utilizarse en las transacciones electrónicas en los mercados de capitales internacionales, aunque su introducción física no se produjo hasta enero de 2002, que fue cuando los billetes y monedas de euro comenzaron a llegar a las carteras y los bolsillos de los ciudadanos.


Conjunción Júpiter – Saturno 2020-21 en Acuario.

Ya que el ciclo Júpiter – Saturno parece asociarse con determinadas dimensiones de consensos internacionales o rupturas de dichos consensos, además de sintonizar con la política europea y la diplomacia, esperamos que el cambio de elemento de tierra a aire debiera facilitar la creación de políticas más flexibles y dialogantes.


El próximo encuentro en conjunción partil Júpiter - Saturno de 21 de Diciembre de 2020 se produce ya en 00º29' del siguiente signo zodiacal,   Acuario.




VENTANA DE CICLOS
JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO







JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
21 Diciembre 2020






El momento en el que los orbes son más ajustados entre estos tres astros es el 12 de Noviembre de  2020, apenas un mes antes del encuentro entre Júpiter y Saturno en 00º59' Acuario, el día 21 de Diciembre de 2020, que señala la entrada definitiva en un nuevo ciclo, tras aproximadamente 800 años, de posteriores conjunciones en signos de Aire, tras el demoledor, humanísticamente hablando, ciclo de encuentros en signos de Tierra, que ha maniatado la parte creativa y espiritual del hombre, aproximándole al nivel de las bestias.  Esta conjunción significa el climax del control y de la dictadura global total, que atenazará por completo a los hombres en pocos años. La tendencia es clara: Perdidas de derechos, y libertades hasta ese oscuro momento donde el péndulo habrá llegado a un extremo que resultará insostenible, e invertirá posteriormente su dirección en sentido contrario. La presencia de Plutón Hades jugando un papel primordial en el encuentro Júpiter - Saturno de 2020 hay que entenderla como el final de una oscura época, que entonces toca fondo para producirse después, durante la duración del ciclo Júpiter - Saturno, en su fase expansiva (12 años) la necesaria transformación que Plutón apunta.

La última conjunción entre estos dos planetas se produjo en 2000 en el terrestre signo de Tauro y aunque la próxima conjunción será aplicativa durante 2020 en Capricornio, no será partil (exacta) hasta 21 de Diciembre de ese mismo año en 00º29’ Acuario. Lo extraordinario de esa conjunción es que sucede por primera vez después de 600 años de no hacerlo en un signo de aire. Nos damos cuenta de que hace algo más de 400 años Europa se preparaba para el colosal y fructífero advenimiento de lo que acabó por denominarse renacimiento.

Es a partir de 1800 en que tales conjunciones se han venido produciendo exclusivamente en signos de tierra (excepto en 1980 a 1º Libra) que dio lugar a la ilustración, la química de Lavoisier, la metalurgia, la revolución tecnológica y el desarrollo de lo que hoy día se conoce como era industrial, la cual ha generado el materialismo del mundo moderno.

Cuando el ciclo de conjunciones deje de producirse en signos de tierra y se haga en signos de aire, para entonces el mundo estará preparado para recibir el nuevo paradigma de conocimiento, de libertad, de paz y justicia, atributos de aire. Empezaremos a despojarnos de los valores que han marcado los últimos siglos como el poder sobre la materia, el dinero, las posesiones, el egoísmo, el consumo compulsivo y desenfrenado, la productividad intensiva, la obsolescencia programada, degradando el significado del servicio y del trabajo, y elevando la competitividad por encima de los derechos laborales y familiares, todo ello a causa del miedo que embarga a la humanidad, una inseguridad sobrevenida por su incapacidad de recibir luz del entendimiento y de albergar sabiduría mental y espiritual.

El ingreso del ciclo de conjunciones en el elemento aire 800 años después de que sucediera por última vez, anuncia un gran paso en el ingreso definitivo de la humanidad en la era de Acuario, hecho que se verá cumplido durante la siguiente conjunción Urano – Neptuno que se dará en el signo de Acuario allá por el 17 de Enero del año 2165. Esa fecha es definitiva a nuestro entender, ya que los regentes respectivos de Piscis (Neptuno) y de Acuario (Urano) se encontrarán en el signo de la nueva era (Neptuno entrega su cetro a Urano y lo hace en el signo que gobierna éste último, Acuario). Lo que si podemos asegurar con certeza es que antes de 2200 (fin del periodo de conjunciones de Júpiter-Saturno en signos de aire), la constelación telón de fondo del Sol, el 21 de Marzo, será Acuario y para entonces las promesas y atributos del aguador estarán instalados en la conciencia de la humanidad.

Actualmente, dentro del proceso evolutivo que simboliza el “Año Platónico o año de las doce eras”, la humanidad está a 10 años de ocupar y por 200 años más este punto de inflexión del gran ciclo (un periodo de cambios muy rápidos), el único “momento” del ciclo en que el proceso evolutivo de la humanidad pasa de la era de Piscis a la  de Acuario. Eso significa un cambio de paradigma radical, necesario y asumible si toda la humanidad apuesta por lo desconocido. Para ello debe y necesita deshacerse todo lastre que le impida ocupar un estado de “menor densidad y de mayor expansión.

Los siglos XXI y XXII serán los periodos de transformación más contundentes que podamos imaginar, especialmente el XXI, ya que se producirán simultáneamente en el tiempo dos transiciones: la debida al cambio de elemento de las conjunciones de Júpiter y Saturno al pasar de signos de tierra a signos de aire (en Acuario).y la transición del punto vernal (longitud del Sol en el equinoccio de primavera) del signo de Piscis al de Acuario. Esta redundancia de eventos cósmico/astronómicos en el tiempo, este doble ingreso en acuario en ciclos distintos va a generar resonancias múltiples e inevitablemente promete cambios de estado en los seres humanos y por extensión transformaciones en todas las sociedades y naciones del mundo.

Simbólicamente, cuando las conjunciones de Júpiter y Saturno pasan del estado de “sólido” (signos tierra) al de “gas” (signos aire) piden transformación o cambio de estado, al igual que sucederá con el paso del punto vernal del signo de agua de Piscis a otro de aire, Acuario, así mismo el “hombre arquetípico Pez” (que se mueve en aguas instintivas y sensitivas de la vida y se redime por la fe) pasa al del “Aguador” (Ser que se libera de su animalidad y se redime por la luz del conocimiento).

En simbología astrológica Acuario corresponde a la etapa de mayor libertad que el ser humano puede alcanzar y expresar, es pues el nivel más alto de HOMBRE, un ser de luz más consciente (de su divinidad que de su animalidad), más libre, sabio, solidario y profundamente amoroso, un ser dispuesto a aceptar y a asumir lo que ha de acontecer en los próximos dos mil años, esto es, aceptar la responsabilidad y el derecho de ser el heredero legítimo de la nueva era.




URANO CONJUNCIÓN NEPTUNO
 17 Enero 2165






Actualmente, dentro del proceso evolutivo que simboliza el “Año Platónico o año de las doce eras”, la humanidad está a 10 años de ocupar y por 200 años más este punto de inflexión del gran ciclo (un periodo de cambios muy rápidos), el único “momento” del ciclo en que el proceso evolutivo de la humanidad pasa de la era de Piscis a la  de Acuario. Eso significa un cambio de paradigma radical, necesario y asumible si toda la humanidad apuesta por lo desconocido. Para ello debe y necesita deshacerse todo lastre que le impida ocupar un estado de “menor densidad y de mayor expansión.

Los siglos XXI y XXII serán los periodos de transformación más contundentes que podamos imaginar, especialmente el XXI, ya que se producirán simultáneamente en el tiempo dos transiciones: la debida al cambio de elemento de las conjunciones de Júpiter y Saturno al pasar de signos de tierra a signos de aire (en Acuario).y la transición del punto vernal (longitud del Sol en el equinoccio de primavera) del signo de Piscis al de Acuario. Esta redundancia de eventos cósmico/astronómicos en el tiempo, este doble ingreso en acuario en ciclos distintos va a generar resonancias múltiples e inevitablemente promete cambios de estado en los seres humanos y por extensión transformaciones en todas las sociedades y naciones del mundo.

Simbólicamente, cuando las conjunciones de Júpiter y Saturno pasan del estado de “sólido” (signos tierra) al de “gas” (signos aire) piden transformación o cambio de estado, al igual que sucederá con el paso del punto vernal del signo de agua de Piscis a otro de aire, Acuario, así mismo el hombre arquetípico "Pez” (que se mueve en aguas instintivas y sensitivas de la vida y se redime por la fe) pasa al del “Aguador” (Ser que se libera de su animalidad y se redime por la luz del conocimiento).

En simbología astrológica Acuario corresponde a la etapa de mayor libertad que el ser humano puede alcanzar y expresar, es pues el nivel más alto de HOMBRE, un ser de luz más consciente (de su divinidad que de su animalidad), más libre, sabio, solidario y profundamente amoroso, un ser dispuesto a aceptar y a asumir lo que ha de acontecer en los próximos dos mil años, esto es, aceptar la responsabilidad y el derecho de ser el heredero legítimo de la nueva era.




















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