miércoles, 10 de septiembre de 2014

Sheij Imran Hussain : "El Imam Mahdi y el Final del Tiempo"

Aunque jamás he profesado la fe Mahometana si he tenido la oportunidad durante muchos años de visitar varios países de esta creencia tanto en Oriente Medio, Extremo Oriente, como en África y en la Península Arábiga.

En casi todos esos lugares me he encontrado bastante cómodo, y en general pocas veces me he topado con extremistas, a pesar de haber viajado por zonas imposibles de recorrer en la actualidad, ya que, debido al incremento del fundamentalismo islámico hoy son presentadas, posiblemente con razones de peso, como ciertamente muy peligrosas para el viajero de Occidente.

Entre los países que visité durante esos largos años de búsqueda de las raíces de lo llamado insólito, donde aun hoy existe la Fe Mahometana institucionalizada o a veces profesada en minorías dispersas, puedo recordar ahora mis tres viajes a Marruecos, los dos a Túnez, el último de ellos tal vez uno o dos años antes de que estallase en ese país la denominada como Primavera Árabe. 

En Egipto, estuve en otras dos ocasiones, la primera de las cuales fue exclusivamente por interés Arqueológico. 

Turquía en tres viajes, el inicial inolvidable, llegando hasta sus fronteras con Síria en el Sur y con Irán y la antigua URSS, que aun entonces se mantenía en pié,  en el Este, en la abandonada ciudad mongola de Ani, abandonada ahora hace más de 1000 años, donde  G.I. Gurdjieff describía, en su autobiográfico primer libro "Encuentros con Hombres Notables", que inició la búsqueda de las fuentes donde aún existía el Conocimiento que anhelaba, tras el inesperado hallazgo entre sus ruinas de un extraño papiro, que luego resultaría ser un antiguo mapa de Egipto antes de las arenas, y que le conduciría a su aprendizaje en diversos centros secretos del Medio y Extremo Oriente, con el que posteriormente diseñaría su sistema de enseñanza que impartiría en Occidente. 

También estuve en la hoy tristemente destruida Síria, en sus desaparecidos y milenarios bazares de Alepo y en la destruida recientemente Mezquita de los Omeyas de Damasco, en cuyo antiquísimo barrio del bazar entonces por ser españoles las inigualablemente generosas y hospitalarias gentes de ese entonces encantador país, nos invitaban a cenar y dormir en sus casas, sin pedir nada a cambio. Algo increible verdaderamente para nuestra cultura de Occidente. 

En el Irán de los ayatollahs, en Teheran, Shiraz e Isfashan y en la actualmente desaparecida, tras un violento terremoto, ciudadela de adobe de Bam. 

En Pakistán en otros dos duros y largos viajes. 

El primero al macizo del Karakorum, las ciudades de Gilgit y Kharimabad y la vertiginosa pista de 300 Km, que se tarda 5 días en recorrer en jeep, atravesando el remoto lago Phander, denominado el Pequeño Cachemira, hasta la pequeña ciudad de Chitral en la cordillera del Pamir, en las estribaciones de los Himalayas. Los Valles perdidos de la etnia de los Kalash, que hoy son considerados los descendientes de las tropas de Alejandro Magno en su trayecto hacia la India, donde fuese asesinado degollado hace unos años el zoólogo hispanofrancés Jordi Magraner, que conocimos personalmente en una aldea cerca de Bumburate, cerca de Chitral, que investigaba sobre la existencia del supuesto hominido denominado en esas regiones como el Yeti. La ya entonces peligrosa Peshawar, donde en su universidad nació y se formó el movimiento Talibán, frente a la frontera Afghana del khyber Pass, muy cerca de donde supuestamente fue abatido hace unos años el que tal vez haya sido el hombre más buscado de la Historia, el lider de Al Qaeda, Osama Bin Laden. 

El segundo atravesando China, desde Pekin en el Este, hasta la antigua ciudad  de las caravanas, Kansghar, en la Ruta de la Seda hacia el Oeste, muy próxima al Khunjerab Pass, en la frontera pakistaní, y finalizando en su capital Islamabad. 

En la sorprendente, para el occidental, India, en tres ocasiones, en el Rajastán, en India del Sur, y en los valles de Ladak y Zanskar en los Himalayas, una remota región donde casi pierdo la vida, debido al mal de altura.

En Yemen del Norte y Sur, tal vez el país con más armas entre su población en las calles y en las antiquisimas ciudades de Shibam y la capital San'a, muy cerca de donde estuvo el Reino de Saba.

En las también antiquísimas iglesias ortodoxas escavadas en la roca de Lalibela, en Etiopía.

En las antiguas repúblicas soviéticas de Uzbekistán, con su capital Taskent, la legendaria Samarkanda, la ciudad caravanera de Buhara, en la Ruta de la Seda, la pequeña y preciosa Khiva...., y en Turkmenistán con su sorprendente capital Ashkhabad.

Si una cosa aprendí en aquellos años de viaje y búsqueda, es que todo el mundo merece ser escuchado, sea cualquiera su creencia, sobre todo si se trata de un hombre sabio, como demuestra en esta grabación ser Sheikh Imran Nazar Hosein.  Rara Avis encontrar hoy alguien de su personalidad, en el vacío y superficial mundo en el que nos movemos.


Sheikh Imran Nazar Hosein es un erudito islámico , autor y filósofo especializado en la escatología islámica, la política mundial, la economía y modernas socioeconómicos / políticos cuestiones. Él es el autor de Jerusalén en el Corán .

Imran Hosein nació en la isla caribeña de Trinidad en 1942 de padres cuyos antepasados ​​habían emigrado como trabajadores contratados de la India. Es graduado del Instituto Aleemiyah de Estudios Islámicos en Karachi y ha estudiado en varias instituciones de enseñanza superior, entre la Universidad de Karachi, la Universidad de las Indias Occidentales, la Universidad de Al Azhar y el Instituto Superior de Relaciones Internacionales en Suiza .

Trabajó durante varios años como funcionario del Servicio Exterior en el Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Trinidad y Tobago , pero dejó su trabajo en 1985 para dedicar su vida a la misión del Islam. Vivió en Nueva York durante diez años durante los cuales se desempeñó como Director de Estudios Islámicos en la comisión mixta de organizaciones musulmanas del Gran Nueva York. Él dio una conferencia sobre el Islam en varias universidades, colegios, iglesias, sinagogas, centros penitenciarios, centros comunitarios estadounidenses y canadienses, etc Imran Hosein también participó en muchos diálogos interreligiosos con Cristianos y eruditos judíos, mientras que representan el Islam en el EE.UU. .

Durante algún tiempo fue el Imam en Masjid Dar al-Corán en Long Island, Nueva York. También dirigió el semanario Yumu'ah prayers y pronunció el sermón en la sede de las Naciones Unidas en Manhattan una vez al mes durante diez años continuos. Él es un ex presidente del Instituto Aleemiyah de Estudios Islámicos, Director de Investigación del Congreso Islámico Mundial en Karachi, Pakistán, Director del Instituto Islámico de Educación e Investigación en Miami, Florida, y Director de Dawah para Tanzeem-e-Islami de América del Norte. Ha viajado de forma continua y extensamente por todo el mundo en giras de conferencias islámicas desde que se graduó en el Instituto de Estudios Islámicos Aleemiyah en 1971 a los 29 años, y también ha escrito más de una docena de libros sobre el Islam que, invariablemente, han sido recibidos con el respeto del público.



Sheij Imran Hussain : 
"El Imam Mahdi y el Final del Tiempo"

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