La OTAN pretende prohibirles
a Rusia y China que se desarrollen
por Thierry Meyssan
La fastuosa cumbre de la OTAN realizada en Newport no arrojó públicamente las grandes decisiones anunciadas. Pero es probable que esas decisiones se hayan tomado en secreto. Para impedir que Rusia y China –así como la India– sigan desarrollándose, la OTAN puede contar con el terrorismo del Emirato Islámico, mientras finge condenarlo y combatirlo.
La cumbre realizada en la ciudad
galesa de Newport es la más importante que la OTAN ha celebrado desde la cumbre
de Praga, realizada en 2002. En aquella época lo que se buscaba era incorporar
a esa alianza militar una serie de nuevos Estados de Europa central y oriental.
Esta vez se trata de planificar una estrategia a largo plazo para contener el
desarrollo de Rusia y China y evitar así que esos países puedan rivalizar
con Estados Unidos [1].
Todo
lo que tiene que ver con la OTAN está sujeto a polémica. En efecto, desde su
creación en 1949, la OTAN ha manipulado constantemente los hechos para
presentarse como una alianza defensiva destinada a enfrentar el expansionismo
soviético, cuando en realidad es el Pacto de Varsovia –creado en 1955, o
sea 6 años después de la OTAN– el que tenía como objetivo garantizar la
defensa de los Estados socialistas ante la agresividad del imperialismo
anglosajón.
Además,
contrariamente a lo que sugiere su nombre, la OTAN no es una alianza
basada en la igualdad entre sus miembros sino una entidad que reduce los
ejércitos de los socios de Estados Unidos y del Reino Unido a la
categoría de simples vasallos. Basta con observar que todos los ejércitos
miembros de esta supuesta «alianza» se someten sistemáticamente
al mando de un oficial estadounidense –por demás comandante de las
fuerzas de Estados Unidos acantonadas en Europa– mientras que el
servicio secreto de la OTAN –el «Gladio»–, bajo la autoridad
conjunta de Washington y Londres, se encarga de que los antiimperialistas
nunca logren llegar al poder en los demás países miembros [2]. Por cierto, para
evitar que eso suceda, la OTAN nunca ha vacilado en recurrir al asesinato
político o a la organización reiterada de golpes de Estado, como sucedió
en Francia [3], en Italia,
en Grecia, en Chipre y en Turquía.
Ver la película «Z», del realizador e intelectual franco-griego Costa Gavras. El film narra el golpe de Estado militar de 1967 en Grecia, orquestado por la OTAN en contra de las instituciones democráticas griegas, algo muy semejante a lo ocurrido en Chile en 1973 con el general Augusto Pinochet operando para la CIA.
Esa relación de vasallaje entre los
miembros de la alianza atlántica contraviene los principios de la Carta de las
Naciones Unidas ya que los Estados miembros de la OTAN pierden
su independencia en materia de política exterior y de defensa. La
Unión Soviética denunció esa relación. Y posteriormente lo hizo Charles
De Gaulle cuando, después de haber sido blanco de unos 40 intentos de
asesinato por parte de la OAS [4], financiada por la OTAN, y luego de
ser reelecto presidente de Francia, anunció la salida inmediata de su país del
comando integrado y la expulsión de los 64 000 soldados y empleados
administrativos de la OTAN que se hallaban entonces en suelo francés.
Ese
periodo de independencia de Francia con respecto a la OTAN se acabó cuando
Jacques Chirac ganó la elección presidencial –en 1995– y reintegró el país
al Consejo de Ministros y al Comité Militar de la alianza. El hoy
ex presidente de Francia Nicolas Sarkozy completó el proceso de regreso a
la sumisión al poner nuevamente las fuerzas armadas francesas bajo las
órdenes de Estados Unidos, en 2009.
El
proceso de sometimiento generalizado de los Estados miembros de la OTAN incluye
la creación de numerosas instituciones civiles, entre las cuales la más
importante y eficaz es la Unión Europea.
Contrariamente
a la idea generalizada, la actual Unión Europea no tiene mucho que ver con
el ideal de unidad continental sino que buscaba anclar los Estados miembros de
la OTAN fuera de la influencia soviética –hoy en día se trata de contener la
influencia rusa–, conforme a lo previsto en las clausulas secretas del Plan
Marshall. El objetivo es, por lo tanto, dividir Europa en dos bloques.
No es por casualidad que las sedes de la OTAN y de la Unión Europea están
en Bruselas, con varias oficinas secundarias en Luxemburgo. Y es para
permitir que los anglosajones controlen la UE que esta institución
supranacional se ha dotado de una extraña Comisión Europea cuya principal
actividad consiste en presentar «proposiciones» económicas o políticas,
siempre predefinidas por la OTAN. Demasiado a menudo se ignora que la
OTAN no es solamente un pacto militar sino que interviene en el sector
económico. En primer lugar, la OTAN es el primer cliente de la industria
militar en Europa, pero además impone sus normas a través de las
licitaciones, o sea en todo lo que tiene que ver con la vida cotidiana de
sus soldados. Y son esas las normas que propone la Comisión Europea,
normas posteriormente adoptadas por el Parlamento Europeo.
Actualmente,
Estados Unidos corre con el 75% del presupuesto de la OTAN.
El futuro del proyecto imperialista anglosajón
Desde del golpe de Estado de
2001 [5], Estados Unidos
ha venido planeando una confrontación con China. Es bajo
esa perspectiva que el presidente Barack Obama anunció
el reposicionamiento de sus fuerzas en el Lejano Oriente. Pero en esa
agenda del presidente Obama no estaba prevista la recuperación
económica, política y militar de Rusia, que fue capaz de defender en 2008 la
República de Osetia del Sur ante la agresión de Georgia así como la Crimea
amenazada en 2014 por los golpistas de Kiev.
Por
otro lado, fue abandonado el proyecto de «escudo antimisiles».
Presentado como un sistema defensivo de protección contra presuntos misiles
iraníes, este «escudo» en realidad era un sistema ofensivo
desplegado alrededor de Rusia para paralizarla. Con una simple ojeada a un
mapamundi se puede comprobar que si Irán decidiese disparar misiles
contra Estados Unidos, esos artefactos no pasarían por Europa Central
sino por el camino más corto… por encima del Polo Norte.
El proyecto
que durante toda una década envenenó las relaciones entre Washington y Moscú
fue abandonado porque resultaba técnicamente imposible destruir
en vuelo los misiles intercontinentales rusos de última generación.
Resultado final: hubo que abandonar el principio mismo de «disuasión nuclear»
ante Rusia, aunque ese principio se mantiene en vigor frente a otros
países.
Mientras
proseguía la aplicación de su «giro hacia Asia», Washington ha
exacerbado las tensiones entre China y sus vecinos –sobre todo con Japón.
La OTAN, que históricamente utiliza a Europa como vasallo en Norteamérica,
se abrió entonces a varios socios asiáticos y oceánicos, principalmente a
Australia y Japón, a través de los contratos de asociación. Y
de paso, amplió su campo de acción a todo el planeta [6].
En
este periodo de restricciones presupuestarias, la OTAN –que parece inmune a la
crisis– está construyendo una nueva sede –en Bruselas– que está costando
la astronómica suma de 1 000 millones de euros y que debe estar lista
a principios de 2017 [7].
La cuestión del Emirato Islámico
A la preocupación por impedir que China y Rusia
controlen suficientes materias primas que les permitan rivalizar con
Estados Unidos se agrega ahora la cuestión del Emirato Islámico.
Una intensa campaña ha
demonizado esa organización yihadista, cuyos crímenes en realidad
no son nuevos. Lo único nuevo es que ahora arremete contra la población
iraquí. Muchas veces hemos explicado que el Emirato Islámico (ex EIIL) es
una creación de Occidente y que, a pesar de las apariencias, su acción
en Irak está en perfecta correspondencia con el plan estadounidense de dividir
ese país en 3 Estados diferentes [8]. Para concretar un proyecto que constituye
un crimen contra la humanidad, porque implica la realización de una limpieza
étnica, Washington ha recurrido a un ejército privado al que tiene que
condenar públicamente aunque sigue sosteniéndolo por debajo de la mesa.
Supuestamente, Estados
Unidos se dio cuenta de la verdadera envergadura del peligro islamista
cuando el Emirato Islámico degolló a dos ciudadanos estadounidenses,
los periodistas James Foley y Steven Sotloff. Pero
un análisis detenido de los videos [9] hace pensar que estos no son
auténticos. Lo mismo sucedió en 2004, cuando se anunció la decapitación
de Nick Berg [10].
También hemos señalado
repetidamente que el Emirato Islámico se distinguía de los grupos yihadistas
anteriores por la sofisticación de su sistema de propaganda y porque
disponía de administradores civiles, capaces de manejar los territorios
conquistados. Ello indica que se trata de un grupo llamado a perdurar.
Como lo ha señalado el analista mexicano Alfredo Jalife-Rahme,
el Califato, a pesar de que hoy actúa principalmente en Siria e
Irak, ha sido concebido para dirigir la punta de la lanza
–a largo plazo– contra Rusia, la India y China [11].
Así que no era
necesario agregar la cuestión del Emirato Islámico a la agenda anti-rusa y
anti-china… porque ya era parte de ella. En todo caso, para evitar que
alguno de los miembros de la OTAN expresara sus dudas sobre toda esta farsa,
Washington limitó el debate sólo al margen de la cumbre.
El presidente Obama reunió así a otros 8 Estados, más Australia (que
no es miembro de la OTAN sino sólo asociada) para trazar su plan de
guerra. Y luego decidió incluir a Jordania en ese dispositivo.
Las conclusiones e la cumbre
La cumbre despachó, en sólo una breve sesión matutina,
el tema de la tan prolongada presencia de la OTAN en Afganistán. Es cierto
que, como ya estaba previsto, la OTAN retirará de allí sus tropas combatientes
a finales de este año, pero conservará el control del ejército afgano y de la
seguridad del país. La cumbre incluso se dio el lujo de llamar a
los dos candidatos a la elección presidencial afgana a comprometerse a firmar
sin más dilación las exigencias de inmunidad penal presentadas por
Estados Unidos, en momentos en que las fuerzas estadounidenses
organizan la elección e incluso se encargan del conteo de los votos. Así
que no tendría nada de sorprendente que el candidato que no acepte
ese llamado “pierda” la elección.
Como quien agita el
capote rojo para provocar al toro, la cumbre decidió extender
el control de la OTAN a la región oriental de Europa, incluyendo Ucrania,
para ver cuál va a ser la reacción de Rusia. Pero no fue más allá.
No revocó el Acta OTAN-Rusia y no integró a Ucrania en la OTAN.
Se optó por mencionar un posible alto al fuego entre Kiev y el
Donbass.
Por otro lado, la
cumbre dotó a la alianza de dos nuevas herramientas: un servicio de ciberguerra
encargado de contrarrestar a los hackers militares chinos y una Fuerza de
Intervención Rápida de 4 000 hombres, provenientes de 7 países y bajo
las órdenes de un mando británico. Como colofón, la cumbre inició el
proceso de adhesión de Montenegro y –por supuesto– exhortó a los Estados
miembros de la OTAN a incrementar sus gastos militares.
Algunas observaciones
A pesar de las acusaciones del gobierno ucraniano, que
sigue afirmando que Rusia ha invadido su país… con sólo 1 000
hombres que además nadie ha podido ver, como señala el analista italiano
Giulietto Chiesa [12]–, la cumbre no decidió entrar
en guerra contra Moscú y se limitó a tomar una medida simbólica. Así
que no se entiende el porqué de tanta ostentación en Newport.
A no ser que las
decisiones importantes se hayan tomado a puertas cerradas, en la reunión
de jefes de Estado realizada el viernes 5 de septiembre, no parece
que las guerras secretas fuesen mencionadas en el marco de la cumbre sino
únicamente al margen de esta y exclusivamente en presencia de ciertos
aliados. Ya en 2011, la OTAN había violado sus propios estatutos al no reunir
el Consejo Atlántico antes de bombardear la capital libia. Parecía
en efecto imposible que todos los países miembros aceptaran perpetrar
aquella carnicería. Así que Estados Unidos y el Reino Unido reunieron
secretamente en Nápoles a Francia, Italia y Turquía para planificar
un ataque que dejó como mínimo 40 000 muertos civiles en una semana.
El comunicado final de
la cumbre de la OTAN es de una increíble hipocresía. En él se habla de la
crisis ucraniana como de una agresión rusa, sin mencionar nunca el golpe
de Estado de la plaza Maidan, ni la instalación en Kiev de un gobierno con
participación de nazis. La crisis siria es presentada como un conflicto entre
una oposición moderada que protege las minorías y, de un lado, la tiranía del
régimen de Bachar al-Assad y, por otra parte, una serie de grupos extremistas,
sin mencionar nunca que el régimen sirio es una República mientras que
la «oposición moderada» se compone de individuos a sueldo
de las dictaduras del Golfo, ni que la crisis fue iniciada con una guerra
secreta franco-británica conforme a los anexos del Tratado de Lancaster House,
ni que el presidente sirio Bachar al-Assad acaba de ser reelecto por el
63% de los electores de su país, ni tampoco que la República Árabe Siria
es la única que ha protegido no sólo las minorías sino a todos sus
ciudadanos –incluyendo la mayoría sunnita. El comunicado incluso afirma con
cinismo que la OTAN protegió al pueblo libio, conforme a las resoluciones 1970
y 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, cuando en realidad utilizó esas
resoluciones para cambiar el régimen matando 160 000 libios y hundiendo el
país en el caos.
Sin embargo, en los
últimos años la OTAN ha logrado sus fines en Afganistán, en Irak, en Libia y en
el noreste de Siria, o sea única y exclusivamente en países o regiones
organizados en sociedades tribales. Así que no parece en condiciones
de arriesgarse a un conflicto directo con Rusia y China.
[1] «Cumbre
de la OTAN: guerra en dos frentes», por Manlio Dinucci,Il Manifesto (Italia), Red Voltaire,
5 de septiembre de 2014.
[2] Ver Los ejércitos secretos de la
OTAN, por el profesor Daniele Ganser, publicado por episodios por la Red Voltaire.
[3] Sobre los golpes de Estado de 1956 y 1961,
ver (1) «Cuando el stay-behind llevó a De Gaulle al poder»
y (2) «Cuando el stay-behind quiso derrocar a De Gaulle»,
por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 26 de agosto de 2009 y
28 de agosto de 2009.
[5] El 11 de septiembre de 2001, mientras la
atención del mundo se concentraba en los atentados de Nueva York y
Washington, el presidente estadounidense George W. Bush fue apartado
ilegalmente de sus funciones durante la aplicación del programa de «continuidad
del gobierno». George Bush Jr. sólo recuperó sus prerrogativas
presidenciales al final de aquel día, cuando la política exterior y de defensa
del país de Estados Unidos ya había sufrido profundas modificaciones.
Aquel día, las autoridades militares de Estados Unidos sometieron a
todos los miembros del Congreso estadounidense y sus colaboradores –con el
pretexto de protegerlos– a una situación de arresto en las instalaciones del
Greenbrier Complex (en Virginia occidental) y de Mount Weather (Virginia).
[6] «OTAN,
ofensiva mundial», por Manlio Dinucci, Il Manifesto (Italia),Red Voltaire,
30 de julio de 2014.
[8] Ver principalmente (1) «“Kurdistán”…
pero al estilo israelí»; (2) «John McCain,
el organizador de la “primavera árabe” y el Califa» y (3) «El gran
viraje saudita», por Thierry Meyssan, Red Voltaire,
13 de julio, 18 de agosto y 1º de septiembre de 2014.
[9] «Foley video with
Briton was staged, experts say», Deborah Haynes,The Times, 24 de
agosto de 2014; «Foley murder video
’may have been staged’», Bill Gardner, The Daily Telegraph,
25 de agosto de 2014. Sobre la identidad de
Sotloff, ver: «Le journaliste décapité était un Israélien formé dans une
antenne du Mossad» [En español, “El periodista decapitado era
un israelí entrenado en una estación del Mossad”], por Hicham Hamza,Panamza,
3 de septiembre de 2014.
[11] «¿Yihad
mundial contra los BRICS?», por Alfredo Jalife-Rahme,La Jornada (México), Red Voltaire,
18 de julio de 2014.
[12] «En
Ucrania, los mentirosos se hallan en estado de pánico», por
Giulietto Chiesa, Megachip (Italia), Red Voltaire,
4 de septiembre de 2014.
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