Las redes estadounidenses
de desestabilización y de injerencia
Por Thierry Meyssan
Encargados de instruir el caso del accidente del avión militar secreto que se estrelló en 1973 en Maghera (Irlanda del Norte) así como el atentado del coche bomba en la ciudad de Peteano (Italia), los jueces venecianos Felice Casson y Carlo Mastelloni recopilan testimonios y documentos que les permitirá de demostrar convincentemente que un gobierno secreto controló Italia desde la sombra y al margen de las instituciones oficiales.
Encargados de instruir el caso del accidente del avión militar secreto que se estrelló en 1973 en la ciudad de Maghera así como el atentado del coche bomba en la ciudad de Peteano (Italia), los jueces venecianos Felice Casson y Carlo Mastelloni recopilan testimonios y documentos que les permitirá de demostrar convincentemente que un gobierno secreto controló Italia desde la sombra y al margen de las instituciones oficiales.
Mientras que los jueces convocaban en su oficina a diferentes dirigentes políticos del país, el presidente del Concejo italiano de esa entonces, Giulio Andreotti, lanzaba públicamente el 27 de octubre 1990 «una bomba», un comunicado oficial donde autentificaba la existencia de una tal superestructura: el Gladio.
A la izquierda: Felice Casson uno de los jueces italianos encargados de investigar el caso Gladio. A la derecha: Giulio Andreotti actual presidente del parlamento italiano. Testigos mafiosos arrepentidos declararon que besó la mano al capo de la mafia italiana cuando era presidente del gobierno italiano. Acusado y perseguido por la justicia nunca se le condeno por falta de pruebas. En la foto participando al congreso de la Unión Interparlamentaria. © Foto Agencia IPI.
«Después de la Segunda Guerra Mundial, el miedo del expansionismo soviético y la inferioridad de las fuerzas de la OTAN con relación al Kominform (Pacto de Varsovia) condujeron a las naciones de Europa del Oeste a imaginar nuevas formas de defensa no convencionales, creando en sus territorios una red oculta de resistencia destinada a actuar en caso de ocupación enemiga. Su misión: recoger información, cometer actos de sabotaje, propaganda y actos de guerrilla [...] A la luz de los recientes y significativos sucesos que han trasformado la Europa del Este, [caída del muro de Berlín ndlr.] el gobierno se ha impuesto de reconsiderar todas las disposiciones en materia de guerra no ortodoxa, de promover y verificar toda iniciativa propia, tanto sobre el plano político que técnico-militar, la actual validez y la utilidad de estos sistemas de protección sobre el territorio nacional».
Las revelaciones estruendosas de Giulio Andreotti dieron motivo para que la gente se haga la lamentable pregunta: ¿a lo largo de la Guerra Fría, las democracias occidentales fueron manipuladas por los servicios especiales de la Alianza Atlántica, hasta el punto que la democracia en sí no ha sido más que una farsa, señuelo, simulación y engaño?
Para responder a esta pregunta, comisiones de investigación parlamentarias fueron creadas en Italia [1], en Suiza [2] y en Bélgica [3].
El resultado de estas investigaciones [4] era tan lamentable y lastimoso que algunos países o Estados como Francia, prefirLa existencia de estas redes de stay-behind de espionaje y de injerencia era por tanto un secreto conocido. En 1952, la prensa alemana había revelado las actividades de un grupo de extrema derecha, el Bundesdeutscherjungend, cuyos militantes fueron armados por los servicios secretos de la Alianza Atlántica (OTAN). Su misión era preparar el asesinato de los principales lideres de la izquierda en caso de una invasión soviética. La OTAN pensaba así contrarrestar el establecimiento de un gobierno "títere" impuesto por el Ejército Rojo.
La red stay-behind fue mencionada en 1976 en el informe de la comisión de investigación parlamentaria de EE.UU. sobre la CIA presidido por el senador Frank Church [5]. Informaciones más precisas fueron dadas para conocimiento público en 1978 por el antiguo jefe del stay-behind y ex director de la CIA, Wiliam Colby, en su autobiografía [6]. Numerosos detalles han sido publicados en 1982 por el coronel Alfred H. Paddok [7], antiguo comandante del 4to. Grupo de Acción Psicológica. En el mismo año 1982, el responsable de la Oficina de Investigaciones Especiales [8], John Loftus, reveló las condiciones de reclutamiento de los stay-behind entre los agentes nazis. El periodista e historiador Gianni Flamini describió sus acciones en Italia en su monumental obra [9] (1981 a 1984). Finalmente, la redefinición de las acciones del stay-behind fue oficialmente analizado durante un coloquio organizado en 1988 por el United States National Strategy Información Center (Centro Nacional de Información Estratégica de los EE.UU.) [10]. A pesar de la abundante bibliografía y documentación de este movimiento, el conjunto de dicha información está cortada y da una imagen tergiversada del sistema. Documentos del Departamento de Estado de EE.UU. desclasificados posteriormente y publicados han completado la información respectiva, dando a conocer que un dispositivo global de injerencia en la vida democrática de los países aliados. Esta red de espionaje fue mucho más amplia de lo que se pensaba, incluso los stay-behind no fueron los únicos en participar.
William Colby (1920-1996). Director de la CIA murió de manera misteriosa cuando pescaba en su bote después que se jubiló de la CIA. © Derechos DR
Rastrear la historia de la creación y formación del más secreto de los servicios secretos no sólo brinda un interés retrospectivo, sino que permite de descubrir además la cara oculta de la política occidental desde 1947. Este servicio de espionaje, cuya existencia ha sido reconocida únicamente para afirmar que perteneció al pasado, ¿no estaría aún hoy en actividad?
A pesar que se consideró que nunca había existido, ésta red de espionaje fue disuelta oficialmente tres veces: primero en 1952, más tarde en 1973 y finalmente en 1990.
¿Y si este servicio de espionaje está aún activo, manipulando escondidamente las instituciones públicas para los intereses y fines de un poder oculto? ¿Entonces las democracias occidentales no serían más que un señuelo que favorece y nutre el poder de «algunos grandes señores»...?
La creación del stay-behind
Para responder a estas preguntas, es necesario indagar en la Historia. En los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, el servicio de contra espionaje estadounidense, la sección X2 de la OSS (Office of Strategic Services) fue encargada de localizar los agentes nazis dispersos después de la retirada de la Wehrmacht (ejército alemán). Los «stay-behind» son los que se quedaron atrás si traducimos literalmente del inglés, detrás de las líneas enemigas, generalmente se trataba de espías y saboteadores comandos. En vez de arrestarlos y fusilarlos, James Jesús Angleton, jefe del X2 y el general William J. Donovan director de la OSS, decidieron de recuperarlos y enrolarlos, en la mayor cantidad posible y/o lo máximo que se pudiera, para reutilizar estos agentes nazis o fascistas en la próxima Guerra Mundial, aquella que opondría el «mundo libre» al «peligro comunista» [11]. Habría que actuar rápido, antes que los movimientos de resistencia identifiquen a estos stay-behind» y los eliminen.
Esta operación comenzó en Italia con la devolución del jefe de los escuadrones de la muerte (Decima Mas). El príncipe Valerio Borghese fue uno de los primeros en revelar los nombres de sus agentes para salvarlos. Dicha operación fue llevada en todos los territorios anteriormente ocupados por el Tercer Reich. Así, los stay-behind franceses fueron identificados y reclutados cuando se operó el regreso de René Bousquet, secretario general de la policía francesa colaboracionista con Hitller. Cuando el Eje capitula, la operación fue extendida en Alemania, lo que hizo posible «recuperar» al general Reinhard Gehlen, ex jefe del servicio secreto del ejército alemán en el frente del Este. Después de diez meses de « tratamiento » en los EE.UU. llevado a cargo por Frank G. Wisner, Gehlen fue amnistiado y se le confió una nueva misión, la creación y dirección del Bundesnachrichtendienst (BND), el servicio secreto de la Alemania Federal [12].
A la izquierda: El nazi Reinhard Gehlen 1902-1979 jefe de los servicios de espionaje de Hitler en el frente soviético. Su ferocidad era legendaria, torturaba a los prisioneros para obtener la información. A la derecha: El nazi Reinhard Gehlen en su vejez. Siempre contó con el apoyo de los EE.UU.
La operación fue planificada por Allan Dulles, jefe de la estación de la OSS en Berna, Suiza. Dulles que gozaba de experiencia en su cargo y gracias a sus relaciones informales había logrado desarrollar contactos desde 1942 con las dos tendencias del partido nazi. Su objetivo era ahora, al final de la guerra, concluir una paz separada y buscar una alianza contra el comunismo [13]. Los agentes nazis, fascistas y oustachis que cumplieron funciones públicas durante la Segunda Guerra ya no podían ser empleados nuevamente por las administraciones estatales de Europa, simplemente por su pasado criminal. Toda esta gente fascista fue enviada y colocada en América Latina, donde podían ser nuevamente reutilizados. Su infiltración fue llevada a cabo con la ayuda de la Santa Sede, que compartía su lógica [anticomunista ndlr.] Trabajo realizado bajo la responsabilidad del Monseñor Giovanni Battista Montini, futuro Papa bajo el nombre de Pablo VI [14].
En Francia, la selección de los agentes de nacionalidad alemana fue llevado a cabo en el patio del internado de Coudray-Morancez, seminario del sacerdote Franz Stock [15].
El sacerdote Franz Stock en foto y estampilla, colaboró reclutando nazis para las redes de espionaje. Un trámite de beatificación ha sido iniciado en Roma. © Foto Derechos DR.
En 1946, el presidente Harry S. Truman se consagra a la reconversión de la economía y de las instituciones de guerra de los EE.UU. Tomando en cuenta las dificultades que su país encontró durante la Segunda Guerra Mundial, Truman decide de dotar a los EE.UU. de una industria de guerra y de servicios secretos permanentes. Esta decisión puede ser considerada como legitima cuando se demostró la improvisación en que se hallaba el país durante la guerra. Esta decisión toma en cuenta la enorme dificultad de reconvertir la gran maquinaria bélica en una economía de paz. Truman tuvo que resistir a fuertes presiones políticas viniendo de todos lados, para poder ratificar su decisión.
Según las preconizaciones del general William J. Donovan, director del OSS, la nueva Agencia Central de Inteligencia (CIA) comenzaría a sustituir parcialmente y poco a poco los servicios de la Marina, del Ejército de tierra y de la Secretaria de Estado. Su función no se resumiría en recoger información, sino que debía estar capacitada para actuar en el extranjero, violando así la soberanía de los Estados.
Si Truman estaba de acuerdo con la primera función de la CIA, no lo estaba con la segunda. Oficialmente, el National Security Act, fue validado por el Congreso en 1947, perennizando en tiempos de paz un dispositivo militar general que incluye una agencia de espionaje exterior, la CIA es desprovista de toda competencia para realizar «operaciones especiales».
La Organización Gehlen en Alemania y la red stay-behind en toda Europa no habrían tenido en adelante una justificación para continuar su existencia. De esta manera debieron ser desmanteladas.
Sin embargo, a la ocasión de los debates sobre las condiciones de ocupación de la Alemania vencida, la conferencia de ministros de Relaciones Exteriores en Moscú demostró que era casi imposible a los demás países del mundo, no tomar posición, obligándolos de esta manera a ubicarse geopolíticamente en el conflicto USA-URSS.
El primer país en escoger su «campo» fue Francia. Escogió el campo de los Anglo-Estadounidenses. Era el comienzo de una guerra no declarada y sin operaciones militares convencionales, la famosa «Guerra Fría».
Dando marcha atrás y de manera ilegal contra lo que fue decidido en el Congreso de EE.UU., Harry S. Truman constituye en secreto un nuevo servicio para conducir operaciones de guerra en tiempos de paz. La Organización Gehlen y la red de stay-behind son los que van a aportar los fundamentos y cimientos de esta nueva organización secreta.
La única base jurídica de las operaciones especiales es la National Security Council Directive on Office of Special Projects (NSC 10/2) del 18 de junio 1948. Este documento clasificado «top secret» fue dado a conocer públicamente solamente 50 años más tarde [16]. Esta directiva estipulaba que las operaciones de la red debían ser planificadas y conducidas bajo la autoridad de un Buró administrativo adjunto a la CIA y sólo en tiempos de guerra y en coordinación con el Estado Mayor del Ejército.
El jefe de este Buró sería nombrado por el Secretario de Estado, reconocido a su vez por el director de la CIA y confirmado en el puesto por el Concejo Nacional de Seguridad. Inicialmente este Buró disponía de una autonomía completa y no era supeditado a la CIA, a fin que pudiera beneficiar de un financiamiento legal. En caso de desacuerdo entre el Buró y el director de la CIA, o desacuerdo entre el Secretario de Estado y/o el secretario de la Defensa, el litigio debía ser resuelto únicamente por el Concejo Nacional de Seguridad.
Cada autoridad respectiva debía designar un oficial de enlace reconocido por el Buró, trasmitiéndole a esta persona toda la información necesaria a fin de preservar el secreto y la existencia del mismo. La competencia del Buró fue definida así: «Todas las actividades conducidas o apoyadas por el Gobierno [de EE.UU.] contra los Estados [países] o grupos hostiles, o los apoyos de Estados [países] o grupos amigos, deben ser planificados y ejecutados de manera que la responsabilidad de ningún Gobierno [actual y posteriores de los EE.UU.] pueda aparecer a las personas ajenas y no autorizadas, y si ellas son descubiertas, el Gobierno de los Estados Unidos pueda denegar de manera fehaciente toda responsabilidad. Precisamente, tales operaciones están involucradas en la actividad secreta y en relación con la propaganda; la guerra económica, la acción preventiva directa, que incluye el sabotaje, el anti-sabotaje, las medidas de destrucción y de infiltración; la subversión de Estados [países] hostiles, donde se incluye la asistencia a los movimientos de resistencia, a las guerrillas locales y a los grupos de liberación en el exilio; el apoyo a los elementos anticomunistas locales que se encuentren en los países amenazados del mundo libre. Estas operaciones no toman en cuenta los conflictos armados conducidos por las fuerzas armadas militares reconocidas, las del espionaje y el contraespionaje, la cobertura y el engaño llevadas por las operaciones militares».
La organización interna de la red a sido definida en un memorando secreto, redactado por el director principal del Buró y a la atención del director de la CIA [17]. Está dividido en cinco grupos funcionales:
- el Grupo de guerra psicológica (prensa, radio, rumores, etc.)
- el Grupo de guerra política (ayuda a la resistencia en los países comunistas, ayuda a los movimientos en el exilio, ayuda a los movimientos anticomunistas en los países libres, estímulo e incitación a los tránsfugas);
- el Grupo de guerra económica (impedimento y trabas en la adquisición de materiales y de provisiones, manipulación de los mercados, mercado negro, especulación sobre las monedas, falsificación de monedas, etc.);
- el Grupo de acción directa preventiva (ayuda a las guerrillas, sabotaje, contra sabotaje, destrucción, infiltración, agentes dobles, stay-behind),
- el Grupo « diversos ».
Para Truman y su equipo, la nueva guerra no es de tipo convencional y no la opone los Estados Unidos a la URSS, es de naturaleza política, económica, psicológica y la enfrenta el Occidente al Comunismo. Los intereses de los EE.UU. se convierten en la defensa de los valores de sus «padres fundadores» [18], dándole así no una dimensión religiosa, sino mística a la Guerra Fría. Todos los medios debían ser movilizados y aplicados para que los Occidentales se reconozcan en el campo estadounidense, identificándose de esta manera al « mundo libre » y preparándose a sacrificarse por él.
El stay-behind fue y es una arma con un objetivo bien claro en esta cruzada. La expresión « stay-behind » fue utilizada por los servicios de espionaje británicos para designar a sus agentes secretos que se quedaron detrás de las líneas enemigas en el frente de guerra. Tenían por misión organizar una resistencia local, recibían ayuda y suministros gracias a los aviones que lanzaban en paracaídas el material, armas, aparatos de comunicación y de transmisión para tales fines. Durante la Guerra Fría, la idea de una ocupación soviética en Europa occidental favoreció la preparación logística de tal operativo. La idea era también reclutar una red similar pero a escala atlántica, con ayuda de anticomunistas acostumbrados a la acción secreta. A parte de los agentes nazis que fueron enrolados y enviados por la OSS, el Carmel Offie continuó reclutando personal en los medios de extrema derecha para apoyar la estructura estadounidense. Respecto a la facción ultramontana [19] de los católicos, los anglo-americanos llevaron a cabo un acuerdo global con la Santa Sede por intermedio del cardenal Francis Spellman.
Desarrollo del stay behind
Desarrollo del stay behindSi los stay behind hubiesen tenido como única finalidad preparar la resistencia en caso de ocupación enemiga, cada país habría podido dotarse de una estructura semejante, de su propia iniciativa y bajo su autoridad. Pero en la medida que se consideraba que los comunistas (o simpatizantes, gente de izquierda) ocupaban ya parcialmente sobre el plano ideológico y político un lugar en Europa occidental, era indispensable que los stay behind escapen a la autoridad de los gobiernos, gobiernos que el «enemigo» podía tomar por vía electoral en cualquier momento gracias a las votaciones democráticas.
Con este razonamiento, acuerdos tripartitos fueron firmados entre los EE.UU., el Reino Unido y cada uno de sus aliados, autorizando a Washington a actuar en sus territorios, sin que lo sepan, sin su permiso y autorización, de manera que pudieran defenderlos de la infiltración comunista, incluso la perfilada por medios legales.
En 1949, los primeros acuerdos fueron integrados en un sistema multilateral donde hacían parte Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Francia y el Reino Unido. Todo esto estaba administrado por un comité clandestino llamado de Unión Occidental (el CCUO). Cuando se firmó el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) este sistema fue abierto a nuevos países, incluso más tarde a países geográficamente fuera del área de la OTAN. El CCUO se transformó en el Comité Clandestino de Planificación (CPC Clandestine Planning Committee), más tarde, en 1958, cambia de nombre para llamarse el Comité Aliado de Coordinación (ACC Allied Coordination Committee).
El fundamento jurídico de este dispositivo lo suministra los protocolos secretos del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a pesar que no están integrados en la Organización de la OTAN. O sea que cuando Francia se retiró de la OTAN porque así lo deseaba el célebre general Charles De Gaulle (retiro que va de 1966 a 1995), esto no implica su retiro del dispositivo secreto. La supervisión del CCUO-CPC-ACC fue asegurado por los anglo-estadounidenses, que se repartieron las zonas de influencia: los británicos controlaban Bélgica, Holanda, Luxemburgo y la península ibérica, los norteamericanos el resto. La presidencia del Comité «iba girando» entre cada país miembro.
Según el general Oswald Le Winter, antiguo oficial encargado del Gladio en el seno de la CIA, confesó que los protocolos adicionales del Tratado del Atlántico Norte estipulaba que los Estados [países] miembros renunciaban en perseguir en justicia las actividades y atentados que sus miembros realizasen. Dichos miembros eran los que componían los grupos de extrema derecha fascistas utilizados por los servicios de la organización.
Estos documentos habrían sido firmados por Robert Schuman en nombre de la Francia, cuando este era presidente del Concejo.
En los Estados Unidos, este servicio secreto al principio recibió el nombre de Buró para la Coordinación Política (OPC). Su primer director fue Frank G. Wisner [20]. Este personaje fue escogido por el Secretario de Estado, el general George Marshall en una lista que contenía seis nombres y que fue redactada [21] por su consejero George F. Keenan, el cual mantenía una estrecha relación con Allan Dulles.
Irving Brown, representante del sindicato AFL-CIO en París y Norris Chapman, diplomático con puesto en París hacían parte de la lista.
William Colby describe esa época de la siguiente manera: « Desbordando de dinamismo y de inteligencia, Wisner no ahorro sus energías y en algunos meses, con la ayuda de sus antiguos colegas del OSS, puso en funcionamiento, en el mundo entero, una nueva generación de "Templarios", encargados de defender la libertad occidental contra el oscurantismo comunista...y la guerra».
A comienzos de los años cincuenta, el general Walter B. Smith, recientemente nombrado director de la CIA, no estaba de acuerdo que el Buró permanezca en su jurisdicción solamente de manera administrativa. Smith quería que este se subordinara a su autoridad completamente. Logró obtener la fusión con la Dirección de la Planificación de la Agencia en agosto 1952. Las autoridades estadounidenses admitieron en esa ocasión que la OPC había existido y pretendieron que dicho organismo acababa de ser disuelto. No podían decir y reconocer otra cosa, ya que la fusión y las actividades de la ex OPC se mantenían ilegales.
El general Smith contó con el apoyo de Allan Dulles, antiguo jefe del OSS y hermano del Secretario de Estado John F. Dulles.
Frank G. Wisner que no logró obtener lo que deseaba, logró al menos que se le otorgara mejores condiciones, por ejemplo, se le concedió un Centro de Guerra Psicológica, que fue instalado en Fort Bragg bajo las ordenes del mayor general Robert A. McClure. Este Psychological Warfare Center recibió más tarde el nombre de Special Warfare School (1956-68), para nuevamente cambiar de nombre por el de Institute for Military Assistence (1969-83), desde 1983 se llama a este mismo centro el John F. Kennedy Special Warfare Center and School. Fort Bragg ha llegado a ser una de las bases militares más importantes en el mundo. Es allí que están estacionadas las unidades especiales de «boinas verdes».
Según el informe Church, la red contaba ya en 1952 con tres mil colaboradores, con 47 sucursales en el extranjero y de un presupuesto anual de 200 millones de dólares. Wisner revindicaba y se jactaba siempre de las hazañas de sus servicios, cómo la creación de sindicatos no comunistas en Europa (1947-50), el derrocamiento del presidente iraní Mossadegh en 1953, el del presidente Jacobo Arbenz en Guatemala (1954). Operaciones menos exitosas fueron llevadas en Albania, en Ucrania, en Polonia y en Corea [22]. Los tentáculos de la OPC se movían igualmente fuera de Europa.
En 1958, Richard M. Bissell remplazó a Frank G. Wisner. Después Richard M. Helms, Desmond Frizgerald, Thomas H. Karamessines et William E. Colby.
Desde 1968, el Comité de enlace del (CCUO-CPC-ACC) ha sido fortalecido con una nueva «articulación» llena de modalidades las más obscuras, gracias también a una reunión anual de contactos de servicios secretos europeos: el Club de Berna.
En marzo de 1973, el dispositivo fue nuevamente renovado y la Dirección tomó la denominación actual de Dirección de Operaciones. Fue dirigida por William Nelson, por William Wells, John N. McMahon, Max C. Hugel, John H. Stein, Clair E. George, Richard F. Stolz. Fue durante este periodo que las actividades del stay-behind fueron reforzadas en América latina. Una coordinación de servicios argentinos, bolivianos, chilenos, etc., fue creada en esos lugares para aterrorizar y eliminar a los líderes de la oposición. Esta coordinación contaba con el apoyo de los stay-behind españoles, franceses, portugueses, etc., para espionar y asesinar a aquellos que se fugaban de Europa. Fue por ejemplo la operación Cóndor, cuya dirección operacional fue confiada a Klaus Barbie, un nazi refugiado en Bolivia. Los responsables militares latinoamericanos del stay-behind fueron formados en los EE.UU., en la tristemente célebre Escuela de las Ameéricas (School of Americas) en Fort Bragg (Georgia). Desde 2001 esta escuela se llama Western Hemispheric Institute for Security Cooperation (WHISC) por los mismos profesores provenientes de Fort Bragg. La Escuela de las Américas fue fuertemente criticada después que se publicaron sus manuales internos de formación, dónde se demostró que cursos de tortura eran enseñados.
A la misma vez que funcionaban estas redes, el stay-behind creó una organización político-militar internacional, la logia de Propaganda Due (P2), regularmente afiliada al Gran Oriente de Italia. Ella servía de instrumento para vehicular guerra política y operaciones especiales.
Izquierda: Lucio Gelli patrón de la logia P-2. Derecha: el emblema del grupo Gladio.
Licio Gelli, el gran patrón de la P2 había sido oficial fascista de enlace entre el X2 de la OSS y la agrupación fascista Decima Mas del príncipe Valerio Borghese cuando el stay-behind estaba en curso de formación en Italia. Su logia reunía miles de personalidades del mundo político, de las fuerzas armadas, de la finanzas, de la Iglesia y del mundo de las artes, de los cuales 923 eran italianos. Gelli se convirtió en el personaje central del dispositivo atlántico al punto de ser invitado especial en las ceremonias de investidura de los presidentes estadounidenses Bush (padre), Carter y Reagan. El P2 era el puente entre los stay-behind y los agentes de otros grupos del dispositivo. Fue disuelto y sus miembros debieron enfrentar la justicia en diferentes tribunales, tanto por su implicación en las tentativas de Golpes de Estado que por su rol en la bancarrota del Banco Ambrosiano. Solo las listas de los miembros italianos y argentinos de la logia fueron publicadas.
Según nuestras informaciones, la logia P2 a sido reconstituida nuevamente bajo la cobertura de una ONG (Organización No Gubernamental) suiza de colaboración entre las ciudades del mundo. Esta asociación dispone en las Naciones Unidas de un estatuto consultativo como las grandes ONG Greenpeace y Amnistía Internacional. El hijo de Licio Gelli es el presidente y participó en la última asamblea general de la ONU.
En 1986, las armas del Gladio, escondidas en contenedores y que estaban diseminadas en toda Europa fueron remplazadas. La red fue dotada de un nuevo material de transmisión codificado, el más sofisticado, el Harpoon. Estas adquisiciones fueron facturadas por los norteamericanos a cada Estado miembro.
En 1990, estalló en Italia el escándalo del Gladio. Oficialmente los stay-behind fueron disueltos en toda Europa. En realidad, ellos continuaron y continúan de funcionar sin haber cambiado en lo absoluto. Primero bajo la dirección de Thomas A. Twetten y de David Cohen. Actualmente, el «Plan Maestro» del Pentágono prevé de separar a corto plazo las actividades de guerra política, económica y psicológica de las operaciones especiales. De tal manera que los militares y militantes ya no estarían estacionados en espera de operaciones comando sino que podrían actuar masivamente en la guerra especial. Durante los tiempos de paz, todo queda bajo control del Departamento de Estado de los EE.UU. Todo parece indicar sin embargo, que esta reestructuración será difícil en implantar.
Entre otras cosas, se ha creado un nuevo tipo de formación, llamado Asuntos Civiles. Estos cursos son dados en Fort Bragg y tienen por finalidad de preparar un personal calificado, aptos a administrar territorios ocupados, en el cuadro de misiones para el mantenimiento de la paz y maximizar así la influencia estadounidense [23].
El 12 de noviembre 1990, cuando Italia se encontraba en pleno escándalo del Gladio, el ministro de la Defensa francés, Jean Pierre Chevènement, reconoció que un Gladio en Francia había existido. Hablando «sin decir nada», aseguró que este Gladio francés siempre se quedó en una fase «durmiente», sin que haya podido activarse e inmiscuirse en la vida política interna del país. Poco después de esta declaración, el presidente francés de la época, Francois Mitterrant indicó que había ordenado al general Jean Heinrich [24] para que disuelva estas redes dormidas en tanto que jefe del servicio de acción de la DGSE (Dirección General de Seguridad del Estado, los servicios secretos franceses).
El stay behind en el mundo
La existencia del stay-behind fue oficialmente reconocida en Alemania, Austria (red Schwert), en Bélgica, en Dinamarca, en España, en Francia (Rosa de los vientos), en Grecia (Vellón rojo), en Italia (Gladio), en Luxemburgo, en Noruega, en Holanda, en Portugal, en el Reino Unido, en Suecia, en Suiza y en Turquía.
Ninguna investigación fue llevada a cabo dentro de las instituciones de la Unión Europea, a pesar de la gran cantidad de información y de los numeroso índices que dejan pensar que un stay-behind controla los engranajes esenciales de la unión pan-europea.
Se puede citar e imputarle muchos golpes de Estado en el mundo, unos exitosos, otros fracasados. A parte de los sucesos de 1958 y 1961 en Francia, los complots de Sogno y de Borghese en Italia, el Golpe de los Coroneles en Grecia, aquel intentado contra Makarios en Chipre [25].
A estas operaciones de gran envergadura, conviene de añadir aquellas de desestabilización política y de asesinatos como la del Primer ministro sueco Olof Palme.
Thierry Meyssan
NOTAS
[1] Relazione sulla vicenda « Gladio » presentatat dal Presidente del Consiglio dei Ministri (Andreotti) communicata alla Presidenza il 26 febbraio 1991, Senato della Repubblica, X Legislativa, Doc XXVII, n° 6.
[2] Informe de la Comisión de investigación Parlamentaria encargada de elucidar los hechos en gran parte acontecidos en el departamento militar federal, 1990.
[3] Informe de la Comisión de investigación parlamentaria sobre la existencia en Bélgica de una red de espionaje clandestino internacional. Senado. 1ro de octubre 1991, n° 1117-4.
[4] Gladio, bajo la dirección de J. Willems, EPO ediciones., 1991 ; Gladio, Das Erbe des Kalten Kriesges, A. Müller, 1991 ; El caso Gladio, las redes secretas norteamericanas corazón del terrorismo en Europa, Jean-François Brozzu-Gentile, Albin Michel, 1994. Ver también el remarcable documental de Allan Francovitch, Gladio, los que llevan el juego, Observer Film Company, 1992.
[5] US Congress, Senate, Select Committee to Study Governmental Operations with Respect to Intelligence Activities, Final Report, 94 th Cong., 2d sess., 1976. Extractos del informe Church fueron publicados en versión francesa en Les Complots de la CIA, manipulaciones y asesinatos, Stock, 1976. No toman en cuenta los pasajes relativos al Gladio contenidos en los libros I y IV del informe.
[6] Honorable Men, my Life in the CIA, traducido en francés bajo el título 30 años de CIA, William Colby, Presses de la Renaissance, 1978.
[7] US Special Warfare : its origins, Alfred H. Paddock, National Defence University Press, 1982.
[8] The Belarus Secret, 1982. Versión francesa : Horrible secreto, cuando los norteamericanos reclutaban espías nazis. De Gehlen à Klaus Barbie. John Loftus, Plon, 1985.
[9] Il partido del golpe. Le strategie della tensione e del terrore dal primo centrosinistra organico al sequestro Moro, Gianni Flamini, Italo Bovolenta, 4 vol., 1981 à 1984.
[10] Political Warfare and Psychological Operations, Rethinking the US Approach, US National Strategy Information Center, National Defence University Press, 1989.
[11] OSS. The Secret History of America’s First Central Intelligence Agency, Tom Brower, University of California Press, 1972.
[12] La Organización Gehlen, Richard Gehlen, Presses de la Cité et Fayard, 1972. Una versión corta fue publicada por las ediciones Saint Clair en 1975. Esta versión fue realizada por un miembro del stay-behind, el negacionista David Irving.
[13] Violando la Carta del Atlántico, el OSS tomó contacto con los dignatarios del Tercer Reich y de la Colaboración para negociar una paz y rendición separada USA-Alemania y a la vez una alianza contra la URSS. Se trataba de esta manera de voltear la lógica cínica del pacto soviético-germano. La mayor parte de estos contactos tuvieron lugar en Berna, otros en la península ibérica. Entre 1942-43, Allan Dulles recibió en Suiza las visitas de André Bettencourt, Pierre Guilhain de Bénouville et Francois Mitterant.
[14] Futuro Papa bajo el nombre de Pablo VI.
[15] Una gran misa fue celebrada en la ciudad francesa de Chartres con motivo del 50 aniversario del fallecimiento del padre Franz Stock. La ceremonia contó con la presencia del canciller Helmut Kolh de la Alemania Federal y del presidente del Senado francés René Maunory. Por este acontecimiento el canciller Kohl publicó en el prestigioso diario parisino Le Monde una nota con fecha del 25 de febrero 1998, la nota en un homenaje al sacerdote Stock, precursor de la reconciliación europea. Un trámite de beatificación ha sido iniciado en Roma.
[16] Foreign Relations of the United States, 1945-1950 Emergence of the Intelligence Establishment, Governement Printing Office, 1996.
[17] Op. cit.
[18] Los «padres fundadores» son los puritanos exiliados por la Corona Inglesa que llegaron a América del Norte en busca de una «tierra prometida». El Nuevo Mundo «descubierto» por Cristóbal Colón.
[19] Los ultramontanos son católicos que defienden la política del Papa y en contra de los intereses de las Iglesias católicas locales.
[20] Frank G. Wisner dirigió el stay-behind desde su creación en 1958. Cayó en el alcoholismo y se habría suicidado en 1965.
[21] Memorandum con fecha del 30 junio 1948 in Foreign Relations of the United States, 1945-1950 Emergence of the Intelligence Establishment, Governement Printing Office, 1996.
[22] Sobre estas operaciones, cf. The Use of Covert Paramilitary Activity as a Policy Tool : An Analysis of Operations Conducted by the US CIA, 1949-1951, Major D. H. Berger, US Marine Corps Command ediciones.
[23] Las Acciones civiles-militares. La urgencia al desarrollo : ¿cuáles son los instrumentos para Francia? Informe n° 3167, presentado por Robert Gaïa el 20 junio 2001, Asamblea nacional, Comisión de la Defensa. «Ce rapport cite en exemple pour la France la cohérence de la doctrine américaine».
[24] En 1998, el general Jean Heinrich rechazó su quinta 5ta estrella y renunció al Ejército. Dirige hoy en día la sociedad de seguridad Geos que emplea a muchos antiguos soldados de la 11 regimiento de Choque.
[25] The Cyprus Conspiracy. America, Espionnage and the Turkish Invasion, Brendan O’Malley and Ian Graig, Tauris & Co éd., 2001.
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