sábado, 8 de noviembre de 2014

Gonzalo Peña, reacciones

Nos conmueve y emociona leer las reacciones que siguen llegando sobre el crítico estado de salud de Gonzalo Peña. 

Sólo la sinceridad y el alto nivel demostrados por este gran hombre de mente brillante e incisiva y de claridad privilegiada, en definitiva la obra, por desgracia inacabada, de una gran persona, son capaces de levantar tantas respuestas espontáneas  de reconocimiento a su labor. Algo que personalmente suscribo en forma plena. 

Gracias Gonzalo...


Lo siento mucho por Gonzo y por la familia de Gonzo. Lo cierto es que Gonzo pronosticó que esta etapa iba a ser muy difícil en su vida y desgraciadamente así ha sido o así es.

Sólo podemos  pensar en que sufra lo menos posible. Aunque sabemos que eso va a ser difícil porque él es muy consciente de lo que es y de lo que no es. De hecho, pienso que él sabía de su calvario particular, precisamente por ser tan consciente y porque la  vida es así, sólo quien tiene consciencia real de ella puede sentirla escapar con él. En su modo expresarse estos últimos meses se podía ver, atisbar que realmente lo sentía así, él lo sabía, se daba cuenta. ¡Una persona tan cerebral, tan sentimental, tan pasional! Quiero decir una persona que pensaba, que buscaba respuestas, que ansiaba verdades y que en muchas ocasiones las encontró. Tal vez, demasiado consciente de ello. Tal vez, la ignorancia nos evita problemas. Pero Gonzo no era de los que evitaba los problemas ni de los que  llamara a las cosas por otro nombre. Él vivió, sintió y pensó y, jamás, se escondió por ello. Siempre fue con la verdad por delante. No le conocí personalmente pero ello se reflejaba en sus escritos. No escribo en inglés porque no podría expresarme de la misma manera y me da mucho miedo meter la pata.

Pero lo cierto es que aunque no lo conociera personalmente, me siento muy afortunada por haberle conocido a través de sus escritos e interpretaciones.

Es un grande y siempre lo será, independientemente de que su vida mortal tenga un fin.

Somos lo que somos y cuando somos, sin duda, pervivimos. Gonzo vive y siempre pervivirá en todos nosotros, en cualquiera de nosotros. Siento mucho no poder decírselo en persona. Si es posible me gustaría que se lo dijeras, Raíl. Para que se vaya en paz, satisfecho y, sobre todo, seguro de que ha creado escuela, esperanza y vida en muchas personas. Gracias. Gracias a él y a todos vosotros que estáis con él.
Gracias porque su vida ha sido ciencia y porque la ciencia es vida.

Gracias Gonzo. Gracias de verdad.

Espero que puedan transmitirte esto que pienso, ya que sé que es importante para ti porque sé que los demás son importantes para ti y que lo que tú hayas podido aportar a los demás es importante. Lo es realmente, puedes irte tranquilo, has cumplido y, efectivamente, has hecho que tomemos consciencia de la importancia de todo, de la vida, de la ciencia y de nosotros mismos. Gracias.

Otra vez gracias y espero que todo sea suave y delicado y que no sufras.

¡Vete en paz! ¡Vete con todo nuestro amor! Sé feliz y  ten paz en los últimos momentos. Te lo mereces.

Siento mucho decir esto. Siento mucho el desenlace de los acontecimientos. Siento mucho no podértelo decir. ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! ¡Siento mucho por tus seres queridos, amados! ¡Lo siento de verdad!



Esther Mina Echenique









1 comentario:

  1. Anónimo23:25

    El cancer se cura. Nadie debería morir por causa del cáncer. La medicina Germánica, el Dr. Hamer, la dieta Gerson, el par biomagnetico, las hojas de kalanchoe, el bicarbonato con zumo de limón... la red está llena de información sobre como matar el cáncer de hambre privándole de aquello que lo alimenta, el azúcar y alimentándonos con verduras y frutas ecológicas. En fin, a veces sabemos mucho de muchas cosas pero se nos pasan las verdaderamente importantes y es una pena que alguien valioso tenga que morir porque ni él ni nadie en su entorno han tenido curiosidad por investigar acerca de la salud y la medicina natural. Nos creemos que los hospitales, las universidades de medicina y los médicos son de confianza y no se nos ocurre pensar que son parte del sistema opresor.

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