lunes, 6 de julio de 2015

Grecia: Tsipras, en un discurso a la nación, pone sus condiciones


Tsipras, en un discurso a la nación, pone sus condiciones: 
exige una quita del 30% de la deuda y un periodo de gracia de 20 años








El primer ministro griego, Alexis Tsipas, se ha dirigido a la nación con un llamamiento a favor del 'no' en el referéndum del domingo contra los "chantajes" y los "ultimátum". Tsipras exigió al FMI una rebaja del 30% y un periodo de gracia de 20 años como la única manera de hacer que la deuda griega sea sostenible.

Ha llegado la hora de "la responsabilidad y la democracia", ha dicho el primer ministro griego, Alexis sipras, en un mensaje a la nación difundido por la televisión nacional. Tsipras pidió el voto en contra de las propuestas de los acreedores sobre el rescate en el referéndum que se celebrará dentro de dos días.

"Silenciaremos las conversaciones alarmistas y catastrofistas sin fundamento sobre catástrofes", proclamó el primer minsitro, que abogó por votar 'no' a "los chantajes y a los ultimátum". "Decidan con calma su futuro", dijo.

"Lo que está en juego es si aceptamos o no una solución que terminará en un callejón sin salida bajo chantaje", insistió. Según él, en el referéndum no está en juego la pertenencia de Grecia a la zona euro, sino la búsqueda de un poder adicional para negociar un acuerdo sobre la deuda griega.








"La única manera de hacer que la deuda griega sea sostenible, sería con un 30% de descuento y un periodo de gracia de 20 años", resaltó Tsipras, dirigiéndose al Fondo Monetario Internacional (FMI).



Por qué Grecia aún no ha tocado fondo: seis informes filtrados sobre su futuro destapan un escenario apocalíptico

A última hora del martes Grecia se convirtió en el primer país desarrollado a dejar de pagar sus obligaciones internacionales.Incluso si aceptara todas las medidas de austeridad exigidas por sus principales acreedores, no podría hacer frente a sus obligaciones de aquí a 2030, según varios documentos confidenciales que han llegado a manos de un diario alemán y que se basan en las estimaciones del propio Fondo Monetario Internacional, FMI.

La noticia ha levantado una polvareda. El escenario más optimista, según estos documentos, muestra que Grecia se enfrentaría a una deuda insostenible en 2030, incluso aceptando el paquete de medidas de subida de impuestos y recortes de gastos propuesto por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI a cambio de un crédito de cinco meses por valor de 15.500 millones de euros.

Estas perspectivas se esbozan en seis informes que formaban parte de la propuesta final presentada por los principales acreedores a Grecia el viernes pasado y que publican el periódico alemán Süddeutsche Zeitung y The Guardian. Además se pone de manifiesto que Angela Merkel ya dudaba en 2011 de que Grecia pudiera pagar su deuda. Una información que al parecer viene de las conversaciones de la canciller alemana ‘pinchadas’ por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense y que Wikileaks saca ahora a la luz.

El gobierno de Grecia apuesta por el ‘no’ al acuerdo de rescate en el referendum del domingo, como herramienta para negociar mejor. Para sobrevivir necesita medidas de alivio de la deuda real, no las reformas que ha estado planteando la troika para abundar en la austeridad. Varufakis sigue tensando la cuerda.

Según el FMI, Grecia sería incapaz de mantener un nivel de deuda del 118% del PIB. De hecho, en 2012 la organización ya dijo que el 110% del PIB era el umbral de deuda más alto que Grecia podría asumir. Sin embargo, hoy su deuda asciende ya al 175% del PIB y ese porcentaje aumentaría aún más, si Europa dejara al país a su suerte.

Los informes del FMI que ahora han salido a la luz dejan ver que,incluso si Grecia registrara un crecimiento económico espectacular durante los próximos 15 años, la deuda seguiría por encima del 110% del PIB. De cualquier modo, la realidad es la que es: incluso con un crecimiento anual del 4% durante los próximos cinco años, la deuda griega apenas bajaría hasta el 124%.

Las incertidumbres de los últimos meses han complicado aún más las cosas. Porque otro factor clave dentro de este lío colosal es el destino del crédito. De acuerdo con los documentos que maneja el diario alemán, el plan de ayuda para “cubrir las necesidades más inmediatas de Grecia” se distribuiría en cinco tramos, pero el 93% del dinero sería para pagar el costo de la deuda que vence. Así que poco queda para ‘necesidades inmediatas’.

La campaña de crowdfunding lanzada por un joven británico para ayudar al país a superar la situación con pequeñas aportaciones desde 3 euros (poco más que una caña en la terraza del barrio) es digna de elogio. Lleva en marcha un par de días y ha recaudado ya más de 250.000 euros. La solidaridad de los europeos merecería un aplauso. Pero no parece que esta iniciativa vaya a resolver la situación e incluso algunas voces la han tachado de ‘oportunista’ y ‘estúpida’ porque ha llegado a colapsar Indiegogo, la plataforma usada para la campaña.

Grecia necesita 15.500 millones y hace falta mucho más que personas generosas para mover esta losa colosal. La pelota está en el tejado del Gobierno griego y de los ministros de Finanzas de la zona euro, que deberían aportar visión de futuro, ser capaces de cerrar un buen acuerdo y ver que lo positivo es pasar a la historia precisamente por saber negociar. Parece que es cuestión de horas, pero habrá que esperar a conocer los detalles.



El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera declara a Grecia en default


El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) ha declarado que Grecia se encuentra oficialmente en default, tras vencerse el plazo para el pago de 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional.

"El Consejo Directivo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) decidió hoy optar por una Reserva de Derechos sobre los préstamos del FEEF a Grecia, tras el impago de Grecia ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Tras la notificación del director del FMI a la Junta Ejecutiva del FMI, esta falta de pago resulta en un caso de incumplimiento por parte de Grecia, de acuerdo con los acuerdos financieros del FEEF con Grecia", informó el Fondo a través de un comunicado publicado en su página oficial.

Esa ausencia de pago, el martes pasado, "constituye un default de parte de Grecia, según los términos del acuerdo financiero entre Grecia y el FEEF", indica la institución en un comunicado.

No obstante, el FEEF precisa que se reserva el derecho de actuar ulteriormente, pero "sin reclamar reembolso inmediato" a Atenas, ni renunciar a sus créditos.



Análisis: Con sus sacrificios, Grecia ha salvado a los bancos europeos
Por Christophe Servan



Las crisis llenas de peripecias tienen una ventaja —pues acarrean una consecuencia positiva—: les hacen creer a los políticos que tienen que dar absolutamente su opinión en caliente ante sus conciudadanos, aunque más les valdría callarse. Contrariamente a las entrevistas detenidamente preparadas, estas intervenciones intempestivas revelan en unos (lo cual es desgraciadamente raro) un espíritu agudo, mientras se pone la incompetencia, el cinismo y las cobardías de los otros.


Así, al ser interrogado sobre la crisis griega, François Hollande declaraba a la puerta del palacio del Eliseo: “Actualmente la economía francesa es robusta, mucho más robusta que hace cuatro años”. Sin embargo, el INSEE anunciaba al mismo tiempo un nuevo aumento de la deuda pública francesa, la cual —batiendo todos los récords— ya representa el 97,6 % del PIB. Cabe recordar que cuando Hollande accedió a la presidencia de la República, la deuda equivalía al 86% del PIB.

Para no quedarse atrás, el mismo día Nicolas Sarkozy atacaba en su viaje a Madrid a Alexis Tsipras en los siguientes términos: “¡Qué cinismo, qué demagogia, qué irresponsabilidad!”. Ahora bien, no hacía ni veinticuatro horas que Túnez había sufrido un salvaje atentado terrorista que nunca se habría producido si Nicolas Sarkozy no hubiera desencadenado cuatro años antes una intervención militar tan demagógica como irresponsable. Tanto en un caso (incompetencia) como el otro (cinismo) la cosa da ganas de vomitar.

Afortunadamente también hay gente competente e intelectualmente honesta que reflexiona antes de hablar. Buena prueba de ello es el artículo publicado por The Guardian de Londres y en el cual, sin recurrir a los habituales clichés, el economista Joseph Stiglitz (premio Nobel de 2001, profesor en la universidad de Columbia) pone los puntos sobre las íes. Es cierto que, junto con Paul Krugman (premio Nobel de 2008, profesor en Princeton), forma parte de ese puñado de economistas cuya fama es tal que pueden decir lo que piensas sin tener que dar cuentas a nadie. He aquí, en sustancia, lo que escribió el día después de que Alexis Tsipras hubiera convocado el referéndum del domingo 5 de julio.

Ha resultado devastadora la lógica económica subyacente al plan que la Troika diseñó hace cinco años para rescatar a Grecia. Nunca en la Historia un plan deliberado ha tenido consecuencias tan catastróficas, y lo peor es que ni la Troika ni los dirigentes europeos han sacado de ello la menor lección. Así lo prueba la exigencia de un excedente primario del 3,5% en 2018 (que figura en la última propuesta de Juncker). No hay en todo el mundo un solo economista que no haya calificado este objetivo de totalmente irrealista.

Stiglitz recuerda seguidamente lo que ha repetido en diversas ocasiones, a saber, que la casi totalidad de los fondos entregados por Europa a Grecia ha servido para reembolsar los créditos de los bancos privados, principalmente franceses y alemanes; y como para subrayar que nosotros también estamos en deuda con Grecia, recurre a una incisiva fórmula: “Grecia ha pagado un precio altísimo para salvar el sistema bancario de los Estados acreedores”.

Por último aborda la cuestión de fondo —la democracia— y declara:“Preocuparse por la legitimidad popular nunca le ha interesado a la eurozona, que es un proyecto que dista mucho de ser democrático”. Y concluye: “Ahora, dieciséis años después de que se iniciara, constatamos que semejante proyecto es la antítesis de la democracia. Lo único que interesa a un gran número de dirigentes europeos es eliminar a Alexis Tsipras, cuyo gobierno de izquierdas está en completa oposición con los métodos que han originado tantas desigualdades, al tiempo que se afirma como un bastión contra el poder ilimitado del dinero.”





























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