viernes, 18 de marzo de 2016

Por qué España no tiene presidente


Por qué España no tiene presidente 
dos meses después de las elecciones

Redacción BBC Mundo

4 Marzo 2016    



El socialista Pedro Sánchez, el candidato del PSOE, la segunda fuerza más votada 
no logró los apoyos para ser investido presidente y ocupar el puesto de Rajoy.



Hace dos meses que se celebraron las elecciones pero, después de dos intentos, España sigue sin nuevo presidente.

Una situación que se va a prolongar después de que el Congreso español rechazara este viernes por seguda vez al socialista Pedro Sánchez en su intento por ser investido jefe de gobierno.


La clave para entender qué está pasando en España está en que en su sistema parlamentario, el presidente es elegido por el Congreso de los Diputados y aunque el gobernante Partido Popular (PP) ganó los comicios quedó lejos de la mayoría absoluta.

Los escaños quedaron muy repartidos entre varias formaciones, incluidas algunas nuevas surgidas tras el movimiento ciudadano de los "indignados", lo que dificulta la posibilidad de acuerdos en torno a un candidato.





Transcurridos dos meses de la primera votación de investidura sin nuevo presidente, 
se procederá a disolver las Cámaras y convocar nuevas elecciones.




Ante esta situación, Pedro Sánchez, el candidato de la segunda fuerza más votada, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), negoció con los distintos partidos para que sus diputados en el Congreso respaldaran su investidura.

Pero finalmente, tas un primer rechazo el pasado miércoles, Sánchez se convirtió en el primer candidato en los 40 años de democracia que no consigue ser investido presidente, con 219 votos en contra y 131 a favor.

Te contamos cómo se ha llegado a este punto y cuáles son los siguientes pasos.



¿Qué pasa ahora?


Durante su discurso Sánchez abogó por "un cambio de gobierno y soluciones progresistas", mientras que el presidende en funciones le dijo tras el fracaso de la investidura que "su fiesta ha llegado al final".





El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), continúa en funciones.




Ahora se abre un nuevo periodo de dos meses en el que el rey (jefe del Estado) puede volver a llamar a consultas a los líderes de los grupos parlamentarios para intentar proponer un nuevo candidato.

Si ningún candidato consigue la mayoría antes del 3 de mayo, el rey disolverá las Cortes y habrá nuevas elecciones generales, que según los plazos estipulados en la ley, serían el 26 de junio.


¿Qué escenario dejaron las elecciones?


Las elecciones dejaron fundamentalmente cuatro grandes fuerzas. El PP fue el partido más votado. Obtuvo 123 de los 350 escaños con el 28,72% de los sufragios. Quedó así a 53 escaños de la mayoría absoluta, 176.

Le siguió el PSOE, el 22,01% de los votos y 90 diputados.






Los ciudadanos españoles votaron el pasado 20 de diciembre.



Podemos fue la tercera fuerza con el 20,66% de los sufragios pero 69 escaños y Ciudadanos quedó en cuarto lugar con el 13,93% de los votos y 40 diputados.

La formación de un gobierno quedaba, por lo tanto, abocada a los pactos.

Los analistas plantearon entonces distintos escenarios posibles, como una coalición de centro-derecha entre el PP y Ciudadanos, que tampoco daba, o un pacto de centro-izquierda entre PSOE, Podemos y otras formaciones.

También se barajaron las posibilidades más difíciles políticamente pero que sí llegaban a sumar mayoría absoluta: una gran coalición PP-PSOE, al estilo de Alemania, o el tripartito PSOE, Podemos y Ciudadanos.


Sea como fuere, la incertidumbre sobre quién sería capaz de obtener la mayoría necesaria para formar gobierno nunca había sido tan grande en los casi 40 años de democracia del país.


¿Por qué no pudo ser Rajoy?


En vista de los resultados, empezaba un tiempo de negociaciones.

El líder de partido más votado y presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, fue el primero en meterse en materia.





Mariano Rajoy, el líder del PP y actual presidente en funciones,
 tampoco logró los apoyos necesarios en para renovar ante el Congreso su mandato.




Tocó la puerta del PSOE, Podemos y Ciudadanos, pero no logró el apoyo de ninguno de ellos.

Como consecuencia, declinó la oferta del rey Felipe VI de presentarse ante el Congreso para poder ser investido presidente.

"A todos los españoles les digo hoy que no tengo los votos y por tanto no tienen ningún sentido que vaya allí (al Congreso) a los únicos efectos de que empiece a correr el plazo de dos meses que da la Constitución española", declaró.

Para ser investido presidente se requiere mayoría absoluta en primera votación, es decir, al menos 176 diputados, la mitad más uno de los 350 que componen la cámara o, en una segunda votación 48 horas después, la mayoría simple (más votos a favor que en contra).


Segundo intento


Ante la negativa de Rajoy, el 2 de febrero Felipe VI encargó a Pedro Sánchez que intentara formar gobierno.

Sánchez aceptó: "Le he trasladado al rey que el Partido Socialista está dispuesto. Si el señor Rajoy renuncia a lo que entendemos es su obligación, el PSOE dará un paso al frente e intentará formar gobierno y sacar de esta situación de bloqueo a la democracia española y a las instituciones".





Sánchez se convirtió en el primer candidato en los 40 años de democracia
 que no consigue ser investido presidente.




Y dicho esto, comenzó a tratar de sumar apoyos antes de presentarse ante el Congreso. Consiguió el de una de las nuevas fuerzas emergentes, Ciudadanos, y ninguno más.

Capitaneado por Albert Rivera, un joven abogado de 36 años, Ciudadanos nació como un partido casi monotemático: la oposición al nacionalismo en Cataluña. Luego dio el salto al nivel estatal como una formación de ideología liberal en el plano económico, que propone un pacto por la educación, luchar contra la corrupción y defender la unidad de España.


Pese a los reiterados esfuerzos, Sánchez no consiguió el apoyo de Podemos, que pone como condición excluir a Ciudadanos del acuerdo ya que considera que algunas de las medidas pactadas por PSOE y esa fuerza son "vergonzosas".

Por eso, el debate de investidura comenzó el 1 de marzo en la tarde, virutalmente abocado al fracaso. Igual que el de este viernes.

La única esperanza de Sánchez, desde el principio poco probable, era la abstención de Podemos, cosa que no se produjo ni en la primera ni en la segunda votación.





Pedro Sánchez (izquierda) y Albert Rivera alcanzaron un acuerdo el 24 de febrero.



¿Por qué rechaza Podemos apoyar al candidato del PSOE?


Sánchez, como estaba previsto, contó en la primera votación con 130 diputados —90 del PSOE y 40 de Ciudadanos—. En la segunda se sumó el de Coalición Canaria, 131. Se quedó a 45.

El líder del PSOE presentó propuestas para la negociación a Podemos, sus alianzas territoriales— En Comú Podem y En Marea—, Compromís e Izquierda Unida-Unidad Popular, pero sin éxito.





El líder de Podemos, Pablo Iglesias (dcha.), 
dejó claro que ni se planteba apoyar a Sánchez y votó "no" a su investidura.




Horas después de recibir la oferta, el líder de Podemos —partido que, con sus 69 diputados, le hubiera dado la presidencia a Sánchez— dejó claro que ni se planteaba recoger el guante para negociar con los socialistas.

¿Pero cuáles son los puntos del acuerdo alcanzado entre el PSOE y Ciudadanos que hicieron imposible que en esta ocasión Iglesias apoyara a Sánchez?

No deroga la reforma laboral. Aunque Sánchez había manifestado que era su intención de anular las regulación en materia laboral aproabada por el PP en 2012 y en 2010 por el PSOE en la última legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, la idea no la contemplaba en el documento del acuerdo. Y eso choca de frente con las exigencias de Podemos, que apuesta por meter mano a la regulación del despido para reforzar la protección de los trabajadores y también a la de contratación, para que los contratos por obra se conviertan en indefinidos al cumplir un año. Es más, el partido de Iglesias considera que el documento pactado anticipa una "tercera reforma laboral".




 
Que el acuerdo entre Ciudadanos y PSOE no contemplara derogar las reformas laborales 
fue uno de los motivos por los que Podemos no se sumó.



Se opone a la consulta sobre la independencia de Cataluña. El documento firmado por el PSOE y Ciudadanos se opone "a todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España". Podemos, por su parte, no solo está comprometido con poner en marcha una consulta sobre la independencia de Cataluña, sino que además acepta "el derecho a decidir de aquellas naciones (del estado español) que lo hayan planteado con especial intensidad", como el País Vasco.

No prohíbe las "puertas giratorias". Así llama Podemos y otras formaciones a que quienes fueran altos cargos del gobierno lleguen a los consejos de administración de las grandes empresas. El partido de Iglesias quiere que se prohíba esa opción en la misma Constitución para blindarse ante la corrupción. Sin embargo, el acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos solo plantea aumentar a cinco el periodo de incompatibilidad.

*Esta nota fue publicada originalmente el 1 de Marzo. Fue actualizada posteriormente con la votación del primer intento de formación de gobiernode Pedro Sánchez, el 2 de Marzo, y el segundo el 4 de Marzo.

































































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