lunes, 11 de abril de 2016

Arte: Hans Ruedi Giger




H.R. Giger




HR Giger es reconocido como uno de los artistas más destacados del mundo de realismo fantástico. Nacido en 1940 a la familia de un químico en Chur, Suiza, se trasladó en 1962 a Zurich, donde estudió arquitectura y diseño industrial en la Escuela de Artes Aplicadas. En el año 1964  estaba produciendo sus primeras obras de arte, en su mayoría dibujos en tinta y pinturas al óleo, que pudo exponer en su primera exposición individual en 1966, seguido de la publicación y distribución a nivel mundial de su primera edición del cartel en 1969. Poco después, descubrió el aerógrafo y , junto con él, su propio estilo único de la pintura a mano alzada, lo que le llevó a la creación de muchas de sus obras más conocidas, los paisajes oníricos surrealistas biomecánicos, que formaron la piedra angular de su fama. 

El libro más famoso de Giger, Necronomicon, publicado en 1977, sirvió de inspiración visual para primera entrega de la saga Alien, dirigida por el director Ridley Scott,  el alto perfil creado por Giger,  le valió el Oscar a los Efectos Especiales mejor logrados en 1980  

Desde el inicio de su carrera, Giger también trabajó en la escultura y tenía un deseo permanente de ampliar los elementos básicos de su visión artística más allá de los confines de papel a los entornos 3D de la realidad virtual. Pero no fue hasta 1988 que se le dio la oportunidad de diseñar su primer entorno total, una barra de Giger en Tokio, Japón. Sin embargo, fue más de cuatro años antes de que sus tales conceptos se dieron cuenta, bajo su supervisión personal, con la apertura de una segunda Giger Bar en Chur, la ciudad de su nacimiento, en 1992. 

El artista suizo Hans Ruedi Giger, se hizo mundialmente conocido por sus colaboraciones en el mundo del cine, más específicamente en la serie fílmica de “Alien”. Según confesaba él mismo, comenzó a encontrar su vocación desde pequeño, era “increíblemente tímido, vago y absolutamente negado para estudiar, aunque me gustaba modelar con plastilina y estaba obsesionado con dibujar castillos, palacios y trenes".

Giger comenzó trabajando como diseñador de interiores en la década de los 60’, el mismo período en que estudió arquitectura y diseño industrial, y realizó sus primeros dibujos a tinta y al óleo. De esta época datan los primeros bocetos de sus famosos “Niños atómicos”, que décadas antes de la catástrofe de Chernobyl anunciaban los efectos de un apocalipsis nuclear.









Casualmente, Giger llegó al mundo del cine de la mano del artista chileno Alejandro Jodorowski, a quien se le recomendó Salvador Dalí en 1973, para el abortado proyecto de la película de ciencia ficción “Duna” (1973-1977), del escritor Frank Herbert, que terminaría filmando David Lynch en los años 80’. Jodorowsky también había convocado a trabajar en la película al dibujante de cómics francés Moebius y el artista gráfico y diseñador Dan O’Bannon, que fue quien incorporó a Giger al proyecto de la película “Alien” en 1978.

En 1975, la pareja de Giger, la artista Li Tobler, se suicidó, lo que marcaría para siempre la obra del suizo. Giger descubrió el aérografo para crear imágenes surrealistas y paisajes de pesadilla, así como representaciones de cuerpos humanos mezclados con máquinas, criaturas a las que el mismo bautizó como Biomecanoides. Sus imágenes contienen un alto grado de fetichismo y simbología sexual expresada en forma algo subliminal. La obra de Giger, influenciada por la tendencia fantástica, simbólica, expresionista y onírica, se caracterizó básicamente por mostrar la presencia del lado oscuro de la vida y la muerte, la manifestación latente de la violencia, la deformación de los cuerpos y los símbolos fálicos y el uso del metal como análogo a la carne humana, creando una estética que Giger desarrolló con tinta, óleo y aerógrafo.



Nace la criatura de “Alien”








Luego que el proyecto de la película “Dune” naufragara (Giger se iba a reunir con Jodorowski en casa de Salvador Dalí en 1975, pero la reunión nunca llegó a concretarse), el guionista Dan O’Bannon , que ya estaba trabajando en los diseños de la película “Alien, el octavo pasajero”, que trataba sobre el encuentro entre la tripulación de una nave de exploración espacial y una ominosa criatura alienígena, vio los dibujos de la serie gráfica “Necronom”, que Giger había hecho en 1977, basándose en el famoso relato “Necronomicom”, del escritor norteamericano H.P. Lovecraft, a quien admiraba. En uno de los dibujos, por cierto, aparecía la criatura que se haría mundialmente famosa en el mundo entero gracias a la película.

Cuando el director de la película, Ridley Scott, vio los dibujos y diseños de Giger, quedó simplemente subyugado. El resto es historia conocida. Giger, junto a Carlo Rimbaldi, diseñó  la criatura y algunos escenarios de la película, por la cual obtendría en 1980 un premio Oscar al mejor diseño escénico. El éxito mundial que obtuvo esta cinta a comienzos de la década de los 80′ sorprendió a todo el mundo, incluido al mismo Giger, que se vio convertido de la noche a la mañana en un artista de culto.

Si bien Giger no fue llamado para trabajar en la secuela de “Alien”, (“Alien, El regreso”, del director James Cameron), sí fue contratado para participar en “Alien 3”, del director David Fincher, así como en la película “Especies”, de Roger Donaldson, de 1995, donde también creó a la criatura alienígena que aparece en el film. Giger también se encargó del diseño de criaturas y escenarios para la película “Poltergeist II”, de 1986, aunque  quedó bastante desilusionado  con el resultado. En el año 2013, Ridley Scott volvería a convocarlo para su película “Prometheus”, una suerte de secuela de “Alien”, para diseñar algunos murales, naves y criaturas.

La obra de Giger también apareció en la portada de algunos discos de Emerson Lake and Palmer, Debbie Harry, Magma, Celtic Frost, Steve Stevens, Danzing, Triptykon y Dead Kennedys. 

En Junio de 1998, Giger abrió su propio museo. El Museo está situado en el Chateau St. Germain, en el histórico recinto de la ciudad medieval amurallada de Gruyères, Suiza, y es la residencia permanente de muchas de las obras más importantes del artista. Alberga la mayor colección de pinturas, esculturas, muebles y diseños para el mundo de cine creados por Giger. La colección cubre el periodo desde la década de 1960 hasta la actualidad.

El último piso del complejo de edificios que consta de cuatro niveles principales contiene la gran colección de arte privada de Giger, que incluye obras de Salvador Dalí, Ernst Fuchs, Dado, Bruno Weber, Günther Brus, Claude Sandoz, François Burland, Friedrich Kuhn, Joe Coleman, Sibylle Ruppert, Andre Lassen, así como obras de otros muchos artistas contemporáneos conocidos por Giger. 

Frente al museo se encuentra otro de sus atractivos, un bar anexo cuya decoración está totalmente inspirada en el imaginario de Giger.

Existen también en Suiza dos Giger Bar, ubicados en la localidad de Coira, para que los comensales se sumerjan en su mundo de pesadilla. 

Giger falleció el lunes 12 de Mayo de 2014, a los 74 años,  tras caer de una escalera mientras caminaba por su casa en Suiza. Su muerte fue lamentada en todo el orbe, pero su visionario legado sigue perdurando a través de sus obras, especialmente gracias a la horrenda pero memorable criatura de la película “Alien”. La actriz Sigourney Weaver, quien protagonizó a la combativa teniente Ellen Ripley en las cuatro películas de esta saga espacial, definió bastante bien al fallecido artista suizo. “¿Qué se puede decir de él? Era simplemente un genio”









La obra de Giger, ha suscitado desde sus comienzos multitud de interpretaciones y opiniones que van desde lo estrictamente artístico a lo psicológico, debido a los diversos niveles de lectura que sobre ella pueden llegar a establecerse. Provoca fascinación por la estética futurista que presenta, por el impacto de sus imágenes, por la calidad plástica de su técnica, por la particular temática que elige, y por la profunda exploración de la existencia humana y de sus avatares. Al mismo tiempo la contemplación de sus cuadros produce en algunos incomprensión, desasosiego, rechazo y repulsión, debido al tratamiento de algunos temas o a su propuesta plástica. Su obra es una continua evolución hacia un modo de reproducción de su subconsciente, de su mundo interior influido por diversas constantes estéticas e iconográficas como son sus obsesiones particulares.  

Ya en los años sesenta tuvo su producción una notable resonancia en el medio cultural suizo, con la celebración de sus primeras exposiciones y la difusión de pósters y litografías de sus obras. En los setenta era un personaje famoso en Zurich al que la prensa citaba y entrevistaba y cuya obra tenía eco en las principales galerías y museos del país. A partir del éxito internacional del film Alien se produce una situación paradójica: Por una parte es aclamado y reconocido en el mundo entero (Europa, América y Japón) como uno de los artistas más originales e innovadores de los últimos tiempos que aporta una savia nueva al mundo del arte y posee un poderoso potencial creativo; por otra, algunos sectores de la cultura oficial considerarán críticamente su continua colaboración con Hollywood para vetar la entrada de sus obras en los museos más importantes. Existen además ciertos sectores artísticos que rechazan la técnica del aerógrafo como medio expresivo al relacionarlo con la publicidad o el lacado de coches. En el centro de este debate debería situarse asimismo el rechazo que Giger provoca en algunos círculos relacionados con el arte.










En el gráfico de Giger podemos ver a Plutón retrógrado situado en 01º32' Leo y en zona de máxima angularidad (Gauquelin) elevado 07º45' sobre el ascendente, lo que básicamente nos señala una personalidad obsesiva y atormentada que mantiene una visión trágica y profunda de la existencia. Un planeta, Plutón, que se halla en oposición disociada con la Luna, el regente de su casa XIIª, lo que le lleva a un implacable descenso interior hacia los infiernos, en un intento desgarrador de reequilibrio que queda plasmado en su obra pictórica, enfocada como mecanismo vital que le posibilita expulsar y liberarse  de los aterradores fantasmas oníricos de su niñez. 

Dicho regente de XIIª, la Luna, que se encuentra situada en 28º09' en el signo de su exilio, Capricornio, mantiene una cerrada cuadratura con la demoledora conjunción radical Marte - Saturno que culmina el gráfico, en la que Marte se encuentra domiciliado en Aries, y por tanto juega un papel primordial como dispositor final de la Cuadratura de la Luna con su inmediato dispositor, Saturno, permitiendo su desbloqueo y proyectandola hacia afuera, a través del Mediocielo.  Una Conjunción Marte - Saturno que se realimenta de forma continua, al estar en contacto simultaneamente con el eje nodal lunar, en concreto en conjunción estrecha con la Cola del Dragón o nodo sur de la Luna, que presenta el mismo  matiz de  naturaleza simbólica (Marte- Saturno). Todo ello encuentra salida mediante el vehículo expresivo plasmado y concretado a través de su obra pictórica. Una herramienta de expresión que viene apoyada por el trígono Neptuno - Luna, que le permite penetrar y conectar de forma fluida y natural con las capas más profundas de su propio subconsciente. Una obra pictórica, la de Giger, que contiene en sí misma la expresión del mito de Eros y Tanatos, un alto grado de simbología sexual  en un entorno que expresa el lado obscuro de la vida y la muerte.









































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