Las cosas no son nunca lo que parecen.
Ahora que nos dirigimos a la recta final de una aburrida Campaña Electoral en España, en la que los candidatos han hecho gala de una carencia absoluta de espontaneidad, estaba claro que ante la falta de carisma que han exhibido, solo les restaba el recurso al marketing, o sea ser el resultado del laboratorio publicista y mediático, un producto más que se ofrece en píldoras televisivas al consumo del público.
Ahora que estamos a sólo 5 días de unas Elecciones Generales, en cierta manera inciertas, conviene recordar algunos momentos recientes de la historia de España, y también a algunos personajes, hoy por fin desenmascarados, que utilizaron la palabra "cambio", igual que ahora intentan hacer, como su principal eslogan mediático para llegar a la Moncloa. Un eslogan que en una absoluta falta de ideas y de originalidad ha conducido a la misma formación, el PSOE, que ahora dirige Pedro Sanchez, a repetir como un mantra la fórmula mágica que condujo al entonces "candidato izquierdista del cambio", al menos así nos vendían entonces a Felipe Gonzalez, a la Presidencia de España.
Corría entonces el año 1982, a finales del mes de Octubre cuando sucedió que muchos incautos cayeron en la red del engaño, no el que subscribe, que todavía y ante su asombro ve como transcurrido tanto tiempo de aquella estafa a la Democracia, aquel falso profeta de izquierdas, hoy convertido en siervo de millonarios, todavía encuentra defensores recalcitrantes que, o bien no se enteran ó seguramente es que no quieren enterarse.
Corría entonces el año 1982, a finales del mes de Octubre cuando sucedió que muchos incautos cayeron en la red del engaño, no el que subscribe, que todavía y ante su asombro ve como transcurrido tanto tiempo de aquella estafa a la Democracia, aquel falso profeta de izquierdas, hoy convertido en siervo de millonarios, todavía encuentra defensores recalcitrantes que, o bien no se enteran ó seguramente es que no quieren enterarse.
Pero el verdadero problema, lo que resulta realmente grave no es ya lo que pasó entonces, que no podemos cambiar, sino lo que presenciamos con estupor ahora, 34 años después: La misma formación política ganadora con Felipe Gonzalez en 1982, con otro candidato pero un mismo estilo de fondo, pretende mediante el sagrado mantra repetitivo, del eslogán del "cambio" usado entonces, ... reproducir el milagro...y engañarnos de nuevo.
Si bien es sabido que la memoria es frágil, y más aún la del electorado, esta situación revela una verdadera falta de respeto del Psoe al votante, al que trata como un verdadero pelele repitiendo una y otra vez algo que al parecer le ha dado buenos resultados. Es algo que no cambian, como la vieja estrategia del partido: "Ser de derechas en el Poder y supuestamente de izquierdas en la oposición".
Al final con tanto baile es posible que un partido que ha perdido por completo su identidad y su espacio politico, para convertirse en un nido de oportunistas acabe por desaparecer.
Si bien es sabido que la memoria es frágil, y más aún la del electorado, esta situación revela una verdadera falta de respeto del Psoe al votante, al que trata como un verdadero pelele repitiendo una y otra vez algo que al parecer le ha dado buenos resultados. Es algo que no cambian, como la vieja estrategia del partido: "Ser de derechas en el Poder y supuestamente de izquierdas en la oposición".
Al final con tanto baile es posible que un partido que ha perdido por completo su identidad y su espacio politico, para convertirse en un nido de oportunistas acabe por desaparecer.
Pero como decíamos al comienzo de este comentario, las cosas no son nunca lo que parecen..., aunque responden a una estrategia que en 1958 desvelaba por primera vez el Duque Giuseppe di Lampedusa en su única novela, Il Gattopardo.
"Un representante de la nobleza siciliana, el duque Giuseppe di Lampedusa, dejó al morir en 1957 el manuscrito de su única novela, Il Gattopardo . Publicada al año siguiente por Feltrinelli, la novela obtuvo un éxito fulminante. Puede leerse su versión castellana en El Gatopardo , Madrid: Unidad Editorial, 1999.
La acción de El Gatopardo transcurre en el sur de Italia en 1860, cuando las tropas de Garibaldi y las ideas de Mazzini parecían anunciar el colapso del orden tradicional y el advenimiento revolucionario de una nueva Italia. El príncipe Fabrizio Salina, protagonista de la novela en cuyo escudo nobiliario se destaca la figura de un gatopardo, felino parecido a nuestro gato montés, teme el advenimiento de los nuevos tiempos y el fin de la nobleza. Se entera con horror, además de que su amado sobrino Tancredi se ha unido a los revolucionarios.
Cuando el príncipe recrimina a su sobrino, éste lo tranquiliza diciendo que la familia Salina saldrá intacta, de una manera o de la otra, de la agitación reinante porque, si pierden los revolucionarios, Tancredi confía en que su tío lo protegerá y, si ganan, él estará entre los vencedores para proteger a su tío. Es entonces cuando Tancredi da a conocer una fórmula que deslumbra a Fabrizio: "Si queremos que todo siga igual, es necesario que todo cambie". Desde ese momento, Fabrizio y Tancredi se asocian en secreto en virtud de un pacto familiar, bien siciliano, que trasciende las circunstancias políticas en las que se hallan envueltos.
"Que todo siga igual" quiere decir que los Salina seguirán por una vía o por la otra al tope de la sociedad siciliana. "Que todo cambie" quiere decir que el predominio de los Salina continuará, de ser necesario, bajo nuevas formas adaptadas a los tiempos modernos. De hecho, Italia se unificó definitivamente en 1870 bajo la dinastía piamontesa de los Saboya, para satisfacción de todos los Fabrizio y los Tancredi que, secretamente, se regocijaban.
La fórmula según la cual a veces es preciso que todo cambie para que nada cambie ingresó en el análisis político, desde el libro de Lampedusa, bajo el nombre clave de gatopardismo . La multitud se entusiasma en las calles y en las plazas porque cree que todo está cambiando. En discretos salones, los entendidos saben que todo sigue y seguirá igual."
Algunos se rasgarán las vestiduras por lo aquí escribo, pero aviso, para que no se me interprete mal, que el que sea critico con Pedro Sanchez y su grupo, el PSOE, no significa en absoluto que lo sea menos con el PP ni que apoye a su impresentable candidato, Mariano Rajoy. Nada más lejos de mi intención...
Mi único propósito es simple, en definitiva, revelar a quien aun no se haya dado cuenta (felizmente cada vez ese grupo se reduce más), que toda la campaña se centra en un mismo y recurrente principio:
El que resumía en su famosa frase el popular escritor, orador y humorista estadounidense, Mark Twain: "Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados".
Mi único propósito es simple, en definitiva, revelar a quien aun no se haya dado cuenta (felizmente cada vez ese grupo se reduce más), que toda la campaña se centra en un mismo y recurrente principio:
El que resumía en su famosa frase el popular escritor, orador y humorista estadounidense, Mark Twain: "Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados".
En el gráfico natal de Pedro Sanchez vemos de nuevo al Sol situado en el engañoso signo de Piscis, en oposición a la Luna. La popularidad del actual candidato del PSOE, no es precisamente boyante. De hecho es más que probable el severo castigo del electorado, que no perdona la "oposición" que ha brillado por su ausencia durante estos últimos años de abusos y recortes salvajes en España.
Todo parece indicar que por primera vez desde la restitución de la Democracia la fuerza política que Pedro Sanchez representa, va a quedar, según todos los sondeos, en una comprometida tercera posición.
El próximo día 26 de Junio, fecha electoral a la hora del cierre de las urnas, Saturno, el astro de las restricciones, los bloqueos y los límites, estará transitando retrógrado en 11º27'23'' Sagitario, en cuadratura (orbe 00º32'22') sobre la posición también transitante de Neptuno, el Planeta asociado con la desilusión, que en ese momento transitará en 11º59'45'' Piscis, mientras ese mismo astro, Saturno se encontrará a solo 00º43' de formar cuadratura partil (Orbe=90º +/- 00'00'') sobre la posicion radical de la Luna de Pedro Sanchez, situada en 10º44' Virgo, sumado que simultaneamente también se hallará en cuadratura (Orbe aplicativo de 01º44') sobre el Sol Radical del lider y candidato del PSOE, situado en 09º43' Piscis.
Los redundantes tránsitos de Saturno sobre elementos clave del gráfico radical de Pedro Sanchez revelan un fuerte castigo que muy posiblemente acabe con su liderazgo en el partido.
PEDRO SANCHEZ
SINASTRÍA
ESPAÑA
CIERRE ELECCIONES GENENALES
26 Junio 2016
Los Contactos de Felipe Gonzalez con David Rockefeller
Texto extraído del Libro La CIA y la refundación del Psoe, de Alfredo Grimaldos; merece la pena para darse cuenta de como las élites usan las ideologías mas "sociales" para perpetuar el engaño. Y el CFR (organización perteneciente a Bilderberg) y como esos encuentros catapultaron su carrera politica, muy elocuente :
"...Tales peregrinaciones, iniciadas ya en la época en que los líderes socialistas vestían de pana progre, comenzaron en agosto de 1975, con la visita de una delegación del PSOE a Israel, donde la poderosa socialdemocracia judía, entonces en el poder, y su organización sindical, la no menos poderosa Histadrut, brindaron a sus homólogos españoles ayuda económica y formación de cuadros a cambio de silenciar o poner sordina a las tropelías israelíes en la zona..."
Dos años después, en noviembre de 1977, Felipe González viajaba a los Estados Unidos para entrevistarse con Walter Mondale, vicepresidente norteamericano, Cyrus Vance, secretario de Estado, y otros altos cargos gubernamentales, encuentros que serían ampliamente reflejados en los medios de comunicación. Lo que, sin embargo, no obtuvo el menor comentario fue su visita a la sede del CFR, donde el líder socialista pronunció una conferencia que, de acuerdo con los hábitos de ese organismo, fue seguida del correspondiente coloquio-interrogatorio, cuyos resultados debieron ser plenamente satisfactorios para los cancerberos del Gran Capital a juzgar por la ulterior trayectoria política de su invitado. Acto seguido el futuro presidente acudió a una cena organizada por otro feudo del Establishment, el Carnegie Endowment for International Peace, donde también puso de manifiesto que estaba en condiciones de satisfacer las expectativas de sus distinguidos anfitriones. La primera romería a la meca plutocrática, que concluyó con una visita a David Rockefeller, no pudo ser, por tanto, más satisfactoria para ambas partes, y de ella regresó 'Isidoro' el revolucionario con el placer de los patrones y una pequeña donación de doce millones de dólares para las arcas del partido.
En marzo de 1978 eran Enrique Múgica, entonces presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, y Luis Solana, futuro cacique de las comunicaciones, quienes viajaban a Nueva York. En su agenda oficial figuraban entrevistas con Harold Brown, secretario de Defensa, con altos cargos del Consejo Nacional de Seguridad y con los rectores de la multinacional ITT. De todo ello se hicieron eco los medios. Nada se publicó acerca de su asistencia al correspondiente desayuno-sondeo celebrado en los despachos del CFR. Por aquellas mismas fechas viajó también a la metrópoli el entonces ministro socialdemócrata de la UCD, y futuro ministro del PSOE, Francisco Fernández Ordóñez. Oficialmente, el objetivo de su visita, ya elocuente de por sí, era contrastar con las autoridades norteamericanas la idoneidad de la política económica del Gobierno español. A tal efecto se entrevistó con Michel Blumenthal, secretario del Tesoro y miembro del CFR, Artur Burns, presidente de la Reserva Federal y miembro del CFR, William Dale, vicepresidente del Fondo Monetario Internacional y militante del CFR, y Robert McNamara, presidente del Banco Mundial y asimismo socio destacado del CFR. La visita de Fernández Ordóñez finalizó, según la norma, con una sesión a puerta cerrada en las oficinas del CFR, de la que tampoco se informó.
Mientras tanto, el profesor Tierno Galván multiplicaba sus esfuerzos para recabar el apoyo de personalidades influyentes (Brandt, Schell, Hoffman) que le permitieran ingresar en la Comisión Trilateral, cosa que no logró debido a que sus gestiones en ese sentido fueron sistemáticamente saboteadas por Felipe González, quien por aquellas fechas estimaba inconveniente para la buena imagen del PSOE el ingreso de uno de sus dirigentes en esa entidad. Tales remilgos no tardarían mucho en disiparse, y en 1985 el presidente de la Compañía Telefónica y militante del PSOE, Luis Solana, ingresaba en la Trilateral, siendo seguido un año después por Julio Feo, entonces fontanero mayor de la Presidencia del Gobierno y miembro en la actualidad del Comité Ejecutivo de la sección europea de dicha organización plutocrática.
En marzo de 1981, Felipe González emprendía otra gira, esta vez a Gran Bretaña, invitado por el Instituto de Estudios Europeos, una especie de apéndice del Saint-Anthony College de la Universidad de Oxford. Ese centro escolar, dominado por la Round Table y la Fabian Society, ha sido objeto de frecuentes peregrinaciones por parte de diversos líderes socialistas, entre los que se encuentran Fernando Morán, Narcís Serra, Alfonso Guerra, Pascual Maragall y José Borrell. El viaje de González concluyó con una comida de trabajo en la sede de la Fabian Society.
En diciembre de 1982, con el sonado triunfo electoral del PSOE aún caliente, Alfonso Guerra asistía a una reunión convocada por el European Management Forum, un organismo en la órbita de Davos. Allí manifestaría públicamente la disposición del Gobierno socialista a colaborar con las empresas multinacionales "por la confianza en el futuro de España que han demostrado en los tiempos difíciles".
Una vez en el poder, los contactos socialistas con los centros de dominio plutocrático se prodigaron aún más. En abril de 1983, David Rockefeller giraba una visita a España de regreso de una cumbre de la Comisión Trilateral, siendo recibido en la Moncloa por González y Boyer, dada su condición de "miembro de primera fila del mundo económico internacional", según palabras del comunicado emitido al respecto por el Gabinete de Prensa de la Presidencia.
En mayo de ese mismo año Miguel Boyer, Fernández Ordóñez y Guillermo de la Dehesa, máximos representantes del equipo económico gubernamental, emprendían un viaje a Nueva York para entrevistarse con varios dirigentes de la banca estadounidense. En el curso de esa gira Miguel Boyer asistió a una cena convocada por el Metropolitan Club neoyorquino durante la cual se dirigió a los presidentes y directores de los principales bancos comerciales estadounidenses para transmitirles "el mensaje del Gobierno español, que es un gobierno socialista, pero moderado y pragmático, en la línea de la tradición socialdemócrata y fabiana".
Poco después, en junio de 1983, Miguel Boyer se desplazaba de nuevo a los Estados Unidos, pero esta vez como segundo del jefe de la comitiva, el presidente González. En el curso de esa importante gira la delegación española se entrevistó con las más altas instancias politicas y económicas estadounidenses, actuando David Rockefeller como introductor de González en la entidad más representativa del capitalismo nortemericano, la Century Association. En aquel viaje se ultimaron, entre otras cosas, los últimos retoques y el visto bueno definitivo del Gran Capital al proyecto económico socialista, todo ello dentro del mejor ambiente, dada la disposición del presidente español, reiteradamente expresada por éste, de "fomentar ante todo la inversión del capital extranjero en España como la mejor vía para su desarrollo económico".
También fue sometido a un último examen el plan cuatrienal de Boyer, cuyo elemento básico, la reconversión industrial, respondía a los designios de la CEE y, en última instancia, a los esquemas económicos trazados por la Comisión Trilateral. En virtud de tales directrices, España entraba en la calificación de nación semiperiférica, lo que suponía el desmantelamiento de su industria pesada y la consideración de apta únicamente para el desarrollo de industrias auxiliares y subsidiarias de las grandes multinacionales.
Tras aquella visita crucial, de la que el órgano oficial del PSOE no se dio por enterado, resulta perfectamente lógico que otros viajes más discretos pasasen desapercibidos. Así, en septiembre de 1983, Fernado Morán acudía a la sede del CFR para contrastar con ese organismo la política exterior del Gobierno socialista, viaje que repetiría exactamente un año después. Durante los años sucesivos habrían de prodigarse las visitas al CFR y a otros foros mundialistas de los dos principales asesores de González, Roberto Dorado y Juan Antonio Yáñez, que de esa forma le mantenían al corriente de los últimos designios trazados por los árbitros de la economía y la política internacional.
En marzo de 1987 David Rockefeller giraba una nueva visita a España, en el curso de la cual se entrevistó con el subgobernador del Banco de España, con el jefe del Estado y con el presidente del Gobierno, sin que nada de ello mereciera la más breve reseña en los medios de comunicación. En noviembre de 1988 Felipe González recibía a una delegación de la European Round Table encabezada por Giovanni Agnelli, patrón de la multinacional FIAT y figura de primera fila de la Comisión Trilateral. Y así ininterrumpidamente hasta hoy.
Todo lo reseñado no son más que unos cuantos ejemplos sacados de una casuística muchísimo más amplia y demasiado extensa para ser reproducida en un texto cuyas prioridades son otras. A modo de colofón, bien podría cerrarse este asunto con las andanzas por los mismos circuitos oligárquicos de otra celebridad de la izquierda española, Santiago Carrillo, quien también protagonizó una singular peregrinación a la meca del capitalismo atendiendo los requerimientos de la Universidad de Yale, centro del iluminismo yanqui y feudo de la logia The Order. Antes de partir, el camarada Carrillo se reunió a cenar con Antonio Garrigues Walker, principal asociado en España del trust Rockefeller, quien le instruyó acerca del modo en que debía comportarse ante sus distinguidos anfitriones. En su gira americana, el dirigente comunista pronunció una conferencia en Yale, donde adelantó la renuncia del PCE al leninismo, acudiendo a continuación a una cena convocada en su honor por la revista Time, uno de los medios emblemáticos de la plutocracia norteamericana. En el curso del ágape, Santiago Carrillo realizó una serie de declaraciones que luego serían ampliamente difundidas por Radio Europa Libre y Radio Libertad, dos emisoras controladas por la CIA. Pero entre los numerosos actos a los que asistió el incalificable personaje, todos ellos organizados por entidades vinculadas a los núcleos oligárquicos norteamericanos, merecen destacarse las entrevistas a puerta cerrada que mantuvo en las dependencias del Institute for International Affairs y en la sede neoyorquina del CFR. También en esta ocasión el mutismo de los medios fue absoluto.
Fuente: http://forosdebolsa.com/foros/foros-de-bolsa/638217/los-contactos-de-felipe-gonzalez-con-david-rockefeller/
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