Thierry Meyssan (nacido el 18 de mayo en 1957 en Talence, Gironda) es un periodista y activista político francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha (especialmente sobre la milicia del Frente Nacional, que suscita una investigación parlamentaria y provoca una escisión del partido de extrema derecha), así como por su defensa de la laicidad de la República y sobre la Iglesia católica (el Opus Dei, por ejemplo), entre otras. Meyssan es uno de los principales defensores de las teorías conspirativas sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuya autoría atribuye en su libro La gran impostura a una parte del complejo militar-industrial de los Estados Unidos. Establecido en Oriente Medio, se ha manifestado próximo a Hezbolá y a la Revolución islámica de Irán.
Pese a las duras críticas que ha cosechado desde el establishment del poder este conocido periodista y activista galo, consideramos meritoria en gran medida su labor periodística de investigación divulgativa.
En 2002, Thierry Meyssan fue declarado "persona non grata" en el territorio de los Estados Unidos por parte del Departamento de Defensa norteamericano. Según los estadísticas del Departamento de Seguridad Interna, de sde junio de 2005, más de 3 000 obras han sido publicadas en el mundo a favor o en contra de las tesis de Thierry Meyssan. En julio de 2005, el Departamento de Estado publicó un opúsculo en el que lo presenba, tanto a él como a su asociación, la Red Voltaire, como las principales fuentes de desinformación antinorteamericanas existentes en el mundo.
En Julio del 2008, Meyssan acusó a Nicolas Sarkozy de ser agente de la CIA, basándose en informes de un presunto agente, le adjudica el asesinato del prefecto Claude Erignac. como respuesta, Nicolas Sarkozy iniciaba acciones legales contra Meyssan, quien se vio obligado a huir de Francia, fijando su domicilio desde ese momento en Siria. Un escenario "privilegiado" desde el que ha informado frecuentemente sobre la guerra desatada en ese país.
A pesar de las campañas que desde los medios principales de comunicación interesadamente de han venido lanzando en su contra, presentándolo bajo la etiqueta desacreditadora de teórico de la conspiración que opera al servicio de terceros países, que interesadamente estos medios demonizan ante la opinión publica hasta hacerlos parecer el origen de donde proceden todos los males, sabemos que la gran mayoría de esos grandes medios se encuentran hoy actuando como meras correas de transmisión y difusión de falsas noticias que son utilizados desde el poder real, actualmente concentrado en muy pocas manos, como instrumentos de desinformación global, creación de falsa opinión, y maquinarias casi perfectas para la manipulación colectiva a gran escala, todo ello al servicio de oscuros e inconfesables intereses.
Sin embargo, cuando nos referimos a Thierry Meyssan, no estamos hablando de un periodista común, sino que estamos ante un periodista de pura raza. una rara avis perteneciente a una estirpe en extinción, que en pro de la libre expresión y de su propia independencia, ha sido capaz no solo de aguantar valientemente la presión en situaciones extremas donde casi todos fracasarían, sino que aún y después de muchos años sigue en la brecha, sin relajarse, buscando incansablemente y con rigor sus fuentes de información sobre el propio terreno donde se produce la noticia.
Solo de esta manera es que ha sido capaz de crear en muy pocos años una solvente plataforma de información alternativa e independiente, la denominada como Red Voltaire, que en no pocas ocasiones ha logrado poner contra las cuerdas las versiones oficiales lanzadas desde esos todopoderosos medios de masas. como la única verdad posible en el desarrollo de acontecimientos que han tenido y aún tienen la máxima relevancia.
Solo de esta manera es que ha sido capaz de crear en muy pocos años una solvente plataforma de información alternativa e independiente, la denominada como Red Voltaire, que en no pocas ocasiones ha logrado poner contra las cuerdas las versiones oficiales lanzadas desde esos todopoderosos medios de masas. como la única verdad posible en el desarrollo de acontecimientos que han tenido y aún tienen la máxima relevancia.
Biografía
No nos extraña que Estados Unidos considere a Thierry Meyssan como uno de sus mayores detractores, cuando se observa perfectamente que en la sinastría del mapa astral del periodista francés con el gráfico radical de Estados Unidos, Saturno de Thierry Meyssan, está situado retrógrado en 12º05' Sagitario, luego se encuentra a un orbe de solo 00º38' de la conjunción partil con el Acendente estadounidense, que está situado en 12º43' Sagitario,
Mientras que Marte de Thierry Meyssan se sitúa en 08º28' Cáncer, prácticamente en conjunción aplicativa sobre el punto medio Júpiter/Sol de los Estados Unidos,
Para completar el cuadro vemos como simultáneamente Plutón de Thierry Meyssan. que está situado en 27º56' Leo, desde donde se opone con un orbe de 00º45' a la Luna estadounidense, regente de su casa VIIIª, y en el radix Sibly de EE.UU. también el astro que dispone del Sol, Venus y Júpiter, una Luna que vemos situada en el gráfico estadounidense en 27º11' Acuario.
Existen muchos más aspectos que hablan alto y claro de la absoluta falta de sintonía entre ambos, como es la cuadratura aplicativa (orbe de sólo 00º16') del Sol de TM sobre la Luna estadounidense, pero por el momento vamos a detenernos aquí permitiendo al lector que los descubra por si mismo.
Thierry Meyssan nacio el 18 de Mayo en 1957 en Talence, Gironda
Tras realizar estudios de ciencias políticas, Thierry Meyssan impulsó una asociación de defensa de las libertades individuales, y posteriormente encaminó su carrera hacia el periodismo de investigación.
Su trayectoria profesional lo ha llevado a ser un verdadero experto en Derechos Humanos en la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE), así como a redactor jefe de la publicación mensual Maintenant. Es presidente de Réseau Voltaire y editor de una carta de inteligencia política.
En 1994 pasa a formar parte de la dirección del Partido Radical de Izquierda formación política de centro-izquierda, y como miembro de la misma participa en los equipos de campaña de Bernard Tapie (elecciones europeas de 1994) y de Christiane Taubira (elecciones presidenciales de 2002).
En 1994 funda la Red Voltaire, asociación de promoción de la libertad de conciencia y expresión, de la que es actualmente presidente.
De 1996 a 1999 se desempeña como coordinador suplente del Comité Nacional de Vigilancia contra la extrema derecha, que reúne entonces semanalmente a los 45 principales partidos políticos, sindicatos y asociaciones de la izquierda francesa para elaborar una respuesta común frente a la escalada de la intolerancia.
Entre 1999 y 2002 sucede a Emma Bonino al frente de la Coordinadora Radical Anti prohibicionista, organización internacional para la lucha contra el crimen organizado que propugna mediante la legalización el fin de su principal fuente de ingresos: las drogas.
En 2002 publica una polémica obra sobre los atentados del 11 de septiembre –La Gran Impostura– en la que asegura que éstos habrían sido organizados por una facción del complejo militar-industrial norteamericano para instaurar un régimen militar expansionista. El libro, que es inmediatamente un best-seller mundial, traducido a 27 lenguas, es seguido por El Pentagate, en el que afirma que el atentado cometido contra el Pentágono no se llevó a cabo con un avión comercial secuestrado, sino con un misil.
Realiza entonces una campaña en la ONU para la creación de una comisión investigadora internacional sobre estos atentados, pero no lo logra a pesar del apoyo que le brindan la Liga Árabe y el Consejo de Cooperación del Golfo.
En 2002, Thierry Meyssan fue declarado "persona non grata" en el territorio de los Estados Unidos por parte del Departamento de Defensa norteamericano.
Aprovechando sus numerosas intervenciones en los medios de comunicación internacionales, estigmatiza el pensamiento de Leo Strauss, Bernard Lewis y Samuel Huntington (el «choque de civilizaciones») y llama por el contrario a la unidad, más allá de las divisiones filosóficas y religiosas, para resistir a lo que califica como «proyecto de dominación global de los Estados Unidos».
En noviembre de 2005, Thierry Meyssan presidió el Coloquio Axis for Peace 2005, que reunió a más de 130 participantes (intelectuales, diplomáticos, políticos, periodistas, etc.) provenientes de 37 países, para debatir la situación internacional y convocar a una movilización popular en favor del derecho internacional y de la paz en el mundo contra la corriente neoconservadora y el «imperialismo norteamericano».
En Julio del 2008, Meyssan acusó a Nicolas Sarkozy de ser agente de la CIA, basándose en informes de un presunto agente y le adjudica el asesinato del prefecto Claude Erignac. Sarkozy inicia acciones legales contra Meyssan, y éste se fuga de Francia, fijando su domicilio desde ese momento en Siria. La página Red Voltaire es quitada del servidor francés por la Corte Suprema, y Meyssan se ve obligado a subirla nuevamente en un servidor ruso.
Al estallar la guerra civil en Siria brindó su apoyo a Bashar al-Assad, por lo que el semanario L'Express lo calificará de «assadólatra certificado».
Tras la matanza de los trabajadores del Charlie Hebdo apuntó a Washington como autor más probable de encargar la masacre, pues auténticos yihadistas «ne se seraient pas contentés de tuer des dessinateurs athées, ils auraient d’abord détruit les archives du journal sous leurs yeux» (no se habrían conformado con matar a los dibujante ateos, habrían comenzado por destruir los archivos del periódico ante sus ojos). En respuesta, Charlie Hebdo publicó dos meses después un artículo titulado «Conspirationnistes et djihadistes, même combat» (Conspiracionistas y yihadistas, mismo combate), tachando de extravagantes su argumentos.
Enfrentamiento en Bilderberg 2017
Por Thierry Meyssan
6 Junio 2017
Cuando el presidente Trump parece haber resuelto, más o menos, sus problemas de autoridad interna, el conflicto se desplaza al seno de la OTAN. Washington quiere que se abandone la manipulación del terrorismo pero Londres no tiene intenciones de renunciar al instrumento que tan eficaz le ha resultado para imponer su influencia. Inicialmente organizado como caja de resonancia de la alianza atlántica, el Grupo de Bilderberg acaba de ser escenario de un enconado debate entre partidarios y adversarios del uso imperialista del terrorismo islamista en el Medio Oriente.
Este artículo se redactó el 4 de junio de 2017. No menciona, por tanto, la actual crisis diplomática surgida en el Medio Oriente, a pesar de que dicha crisis confirma las hipótesis que aquí exponemos. Dos bandos comienzan a formarse: de un lado, están Qatar y el Reino Unido, que ya cuentan con el respaldo oficial de Irán, Turquía y el Hamas; en el otro bando aparecen Arabia Saudita y Estados Unidos, que ya cuentan con el apoyo de Bahréin, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Israel, Libia (con el gobierno de Baida), las islas Maldivas, la República de Mauricio y Yemen (gobierno de Abdrabbo Mansur Hadi)
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No existen fotos de la reunión del Grupo de Bilderberg, cuyos trabajos tienen carácter confidencial. La policía del Estado de Virginia y el FBI no estuvieron vinculados a la protección del encuentro, que estuvo en manos de una milicia armada privada y de la OTAN.
El Grupo de Bilderberg fue creado en 1954, por la CIA y el MI6, para respaldar a la OTAN. ¿Objetivo? Crear un marco para el encuentro de personalidades del mundo económico y del mundo mediático con responsables políticos y militares para alertar a la sociedad civil sobre la gravedad del «peligro rojo». Lejos de ser un foro de toma de decisiones, este restringido club ha sido históricamente un lugar de encuentro donde los “veteranos” tenían que rivalizar en fidelidad a Londres y a Washington y los “jóvenes” estaban llamados a demostrar que se podía confiar en ellos para enfrentar a los soviéticos [1].
Fue en la reunión de 1979 donde Bernard Lewis reveló a los participantes del Grupo de Bilderberg el papel de la Hermandad Musulmana en la lucha contra el gobierno comunista afgano. Este islamólogo anglo-israelo-estadounidense propuso en aquel encuentro extender la «guerra por la Libertad» (sic) a toda el Asia central.
Fue en la reunión de 2008 del Grupo de Bilderberg –o sea, 2 años antes de que comenzaran los desórdenes– que la señora Basma Kodmani (futura portavoz de la oposición siria) y el alemán Volker Perthes (futuro consejero del estadounidense Jeffrey Feltman en la elaboración del documento para la capitulación total e incondicional de Siria [2]) explicaron por qué resultaba de interés respaldar a la Hermandad Musulmana para dominar el Medio Oriente. El dúo Kodmani/Perthes subrayaba entonces ante el Grupo de Bilderberg la «moderación» de la Hermandad Musulmana ante Occidente, en contraste con el soberanismo «extremista» de Irán y Siria [3].
Fue también ante el Grupo de Bilderberg, en la reunión de 2013, que el jefe de la asociación de los patrones alemanes, Ulrich Grillo, se pronunció por la organización de la migración masiva de 800 000 trabajadores sirios hacia las fábricas alemanas [4].
Bilderberg 2017
Ahora, el Grupo de Bilderberg acaba de realizar su reunión de 2017, del 1º al 4 de junio y en Estados Unidos. Lo excepcional de este encuentro es que, de los 130 participantes, no todos defendieron el mismo proyecto. En realidad pasó todo lo contrario a lo habitual: ante las intervenciones de Donald Trump en la cumbre arabo-islamo-estadounidense y en la cumbre de la OTAN [5], la CIA y el MI6 organizaron el primer día un debate entre partidarios y adversarios de la lucha contra el islamismo. Por supuesto, se trataba de obtener un compromiso entre ambos bandos o definir claramente las disensiones existentes y no permitir que estas destruyan el objetivo inicial de la alianza atlántica, que es la lucha contra Rusia [6].
Del lado del anti-islamismo (que no apunta contra la religión musulmana sino contra el islam político al estilo de Sayyid Qutb), estaban el general H. R. McMaster (consejero de seguridad nacional del presidente Trump) y la experta Nadia Schadlow. El general McMaster es un reconocido estratega cuyas teorías se han visto verificadas en el campo de batalla. Nadia Schadlow ha trabajado sobre todo en cómo convertir las victorias militares en éxitos políticos, se ha interesado mucho en la reestructuración de los movimientos políticos en los países derrotados y está a punto de publicar un nuevo libro sobre la lucha contra el radicalismo islámico.
En el bando de los pro-islamistas estuvieron:
- Por Estados Unidos, John Brennan (el último director de la CIA de la administración Obama) y sus ex subordinados Avril Haines y David Cohen (a cargo del financiamiento del terrorismo);
- Por el Reino Unido, Sir John Sawers (ex director del MI6 y protector de larga data de la Hermandad Musulmana) y el general Nicholas Houghton (ex jefe del estado mayor que preparó el plan de invasión terrestre contra Siria);
- Por Francia, el general Benoit Puga (ex jefe del estado mayor particular de los ex presidentes Nicolas Sarkozy y Francois Hollande y comandante de las fuerzas especiales francesas en Siria) y Bruno Tertrais (estratega neoconservador del ministerio francés de Defensa);
- Como representantes de las empresas privadas, los estadounidenses Henry Kravis (director del fondo de inversiones KKR y tesorero oficioso del Emirato Islámico [Daesh]) y el general David Petraeus (ex director de la CIA y cofundador de Daesh).
Como si ese desequilibrio no fuese suficiente, los organizadores incluyeron también en el debate a varios expertos en justificar lo injustificable, como el profesor Niell Fergusson (historiador del colonialismo británico).
Un posible cambio radical
en materia de alianzas
Habrá que esperar algún tiempo para saber lo que se dijo en esta reunión y entender las conclusiones a las que han llegado o no los contendientes. Pero lo que sí es ya evidente es que Londres está incitando a un cambio de paradigma en el Medio Oriente. Si bien se abandona el modelo de la «primavera árabe» –o sea, la reproducción de la «revuelta árabe de 1916», organizada por Lawrence de Arabia para sustituir el Imperio Otomano por el Imperio Británico–, el MI6 espera crear una nueva colusión basada en el islam político.
De hecho, mientras que Washington renovó su alianza con Arabia Saudita y convenció ese reino de que tiene que romper con la Hermandad Musulmana a cambio de 110 000 millones de dólares en armamento estadounidense [7], Londres está tratando de montar una alianza entre Irán, Qatar, Turquía y la Hermandad Musulmana. Si el proyecto británico llegara a prosperar veríamos disolverse el conflicto «sunnitas versus chiitas» para asistir a la creación de una «media luna del islam político» Teherán-Doha-Ankara-Idlib-Beirut-Gaza. Esa nueva situación permitiría al Reino Unido conservar su influencia en la región.
El único punto de consenso entre los miembros de la alianza atlántica parece ser la necesidad de abandonar el principio que estipulaba la creación de un Estado yihadista. Todos admiten que hay que volver a meter el demonio dentro de la botella. En otras palabras, están de acuerdo en que hay que acabar con el Emirato Islámico (Daesh)… aunque algunos de sus miembros a al-Qaeda puedan acabar siendo transferidos a al-Qaeda. Eso explica el hecho que –inquieto por su supervivencia personal– el Califa autoproclamado haya hecho llegar secretamente un ultimátum al primer ministro británico y al presidente de Francia.
Cada cual tendrá que definir
de qué lado está
En los próximos meses veremos si es real el cambio de Arabia Saudita. De ser verdadero, sería una buena noticia para los sirios… pero resultaría mala para los yemenitas –cuya tragedia seguiría manteniéndose en silencio en el mundo occidental. Con su cambio de actitud, el rey saudita Salman se abre a sí mismo la posibilidad de hacer evolucionar el wahabismo –que actualmente es una secta de fanáticos– para convertirlo en una religión normal. Ya en este mismo instante, el súbito conflicto entre Riad y Doha alrededor de Irán viene acompañado de una polémica sobre el posible parentesco entre el fundador de la secta –Mohammed ben Abdelwahhab– y la dinastía qatarí de los Al-Thani, pretensión que pone locos de rabia a los miembros de la dinastía Saud.
El proyecto del «islam político» consiste en unir a los miembros de la Hermandad Musulmana y los partidarios de Khomeiny. Ese proyecto implica que Irán, e incluso el Hezbollah, adopte esa problemática como reemplazo de la lucha antiimperialista. Si llegara a concretarse, Irán se retiraría de Siria. La Casa Blanca toma muy en serio esa posibilidad y se prepara –con gran temor– para enfrentarla. Para ello, Donald Trump ya designó a Teherán como su nuevo enemigo en su discurso de Riad y acaba de nombrar a Michael D’Andrea (el organizador del asesinato de Imad Mougniyeh, perpetrado en 2008, en Damasco) como responsable de la acción de la CIA relacionada con Irán [8].
Rusia ya se había preparado para una nueva distribución de las cartas en el Medio Oriente. Ha seguido adelante con su ambición de lograr acceso a las «aguas cálidas», mediante su apoyo a Siria, y de poder circular a través de los estrechos de los Dardanelos y del Bósforo (pasos obligados para entrar en el Mediterráneo), acercándose para ello a su adversario hereditario, que es Turquía. Pero a largo plazo, el islam político sólo puede acabar trayéndole problemas en el Cáucaso.
Como siempre sucede cuando los jugadores se reparten nuevamente las cartas, cada uno de ellos tiene que definir su posición. El Reino Unido defiende su Imperio, Francia defiende a su clase dirigente y Estados Unidos defiende a su pueblo. Algunos, en el Medio Oriente, lucharán por su comunidad y otros por sus ideas.
Pero las cosas no siempre son tan simples: Irán podría seguir el ideal del imam Khomeiny confundiendo el fin y los medios. Lo que comenzó siendo una revolución antiimperialista alentada con la fuerza del islam podría convertirse entonces en una simple afirmación del uso de esta religión para lograr objetivos políticos.
Las consecuencias en el resto del mundo
El MI6 y la CIA asumieron un gran riesgo al invitar a la reunión de Bilderberg 2017 al representante de un país que no es miembro de la OTAN. El embajador de China, Cui Tiankai, cuya intervención estaba programada sólo para el cuarto día del seminario, tuvo por tanto tiempo de evaluar, desde el primer día, las posiciones de cada uno de los miembros de la OTAN.
Por un lado, Pekín apuesta por la colaboración de Donald Trump, por la apertura de Estados Unidos al Banco Asiático de Inversión para la Infraestructura (AIIB) y por el desarrollo de todas sus rutas comerciales. Por otro lado, espera que el Brexit se traduzca en una alianza económica y financiera con Londres [9].
El embajador Cui, quien fue director del Centro de Investigación Política del ministerio chino de Relaciones Exteriores, aparentemente podría darse por satisfecho con una simple destrucción de Daesh. Pero él no ignora que quienes orquestaron el nacimiento del Califato para cortar el paso a la «ruta de la seda» en Irak y en Siria y organizaron después la guerra en Ucrania para cortar también la «nueva ruta de la seda» se preparan además para abrir un tercer frente en Filipinas y un cuarto frente en Venezuela, con los que esperan cortar otros proyectos de comunicación.
Desde esa perspectiva, China –que al igual que Rusia tiene el mayor interés en respaldar a Donald Trump, aunque sea para prevenir el terrorismo en su propio suelo– no puede menos que interrogarse sobre las posibles consecuencias a largo plazo de una hegemonía británica en la «media luna del islam político».
Notas
[1] «Lo que usted no sabe sobre el Grupo de Bilderberg», Thierry Meyssan, Komsomolskaya Pravda/Red Voltaire, 15 de abril de 2011.
[2] «Alemania y la ONU contra Siria», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria) , Red Voltaire, 28 de enero de 2016.
[3] Sous nos yeux. Du 11-Septembre à Donald Trump, Thierry Meyssan, Editions Demi-lune, 2017. Una edición en español de este libro debe aparecer en las librerías próximante.
[4] «Cómo la Unión Europea manipula a los refugiados sirios», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 2 de mayo de 2016.
[5] «Trump adelanta sus peones», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 30 de mayo de 2017.
[6] «Grupo de Bilderberg, reunión de 2017», Red Voltaire, 2 de junio de 2017.
[7] «Donald Trump contre le jihadisme », par Thierry Meyssan, Al-Watan (Syrie) , Réseau Voltaire, 23 mai 2017.
[8] «La CIA prepara operaciones secretas duras contra Irán», Red Voltaire, 3 de junio de 2017.
[9] «El Brexit redistribuye las cartas de la geopolítica mundial», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 27 de junio de 2016.
Fuente:http://www.voltairenet.org/article196627.html
Fuente:http://www.voltairenet.org/article196627.html
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