miércoles, 12 de mayo de 2021

Profecías: Un Análisis Necesario

Aunque popularmente se suelen considerar temas próximos, en realidad la temática profética nada o muy poco tiene que ver con la practica  de la Astrología.

En primer lugar porque la Profecía se asocia generalmente con la videncia, y comúnmente con avisos y mensajes de contenido próximo al religioso, porque aunque no siempre sea así, sucede que los más grandes profetas, o al menos los más relevantes de todos los tiempos, salvo quizá en el caso de uno excepcional, el gran Michel Nostradame, usualmente latinizado como Nostradamus, quien además de profeta fue también medico, boticario, alquimista y astrologo y el autor del muy conocido y reconocido texto Les Prophéties (en español, Las Profecías), una sucesión de 942 cuartetas poéticas que supuestamente predicen eventos futuros que fue publicado por primera vez en 1555, lo cierto es que casi todos los demás, que merecieron el nombre de profetas fueron personajes que aparecen referenciados en los textos vertebrales de las grandes religiones.

En ese sentido aunque el propósito original de la Astrología, como también sucede en el campo de la Profecía no es otro que predecir ó anticipar eventos,  tanto a nivel personal como colectivo, que van a suceder en el futuro, también es cierto que, contrariamente a lo que la mayoría de la población piensa, para alcanzar ese objetivo de predecir, la Astrología no se apoya en absoluto en capacidades excepcionales como la videncia, que es la herramienta fundamental del profeta, sino en un conjunto de técnicas concretas que están basadas en las matemáticas y en la mecánica celeste, por lo tanto si hacemos caso de la definición que sobre la palabra "creencia" ofrece el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, según reproduzco a continuación, concluiremos que en lo relativo a ese lado la cosmovisión que presenta la Astrología puede ser cualquier  cosa pero siempre alejada de lo  define el marco de la creencia. 

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define etimológicamente a la palabra "creencia" como procedente del verbo "creer"

Que define con los siguientes significados:

1. f. Firme asentimiento y conformidad con algo.

2. f. Completo crédito que se presta a un hecho o noticia como seguros o ciertos.

3. f. Religión, doctrina.

4. f. desus. Mensaje o embajada.

5. f. desus. salva (‖ prueba que se hacía de la comida y bebida).


El Astrólogo no "cree" ni deja de "creer" en su "ciencia" sino que por el contrario comprueba su eficacia con la praxis diaria.

La Astrología no se apoya, contrariamente a la Profecía, en percepciones o experiencias subjetivas, sino que de entrada se apoya en una praxis real y corroborable:  La definida por la posición exacta que ocupan los planetas, el Sol y la Luna, en un momento determinado del tiempo en el que se desplazan situados en sus respectivas órbitas, formando entre ellos diferentes distancias o arcos angulares que medimos en grados, minutos y segundos de arco y que los astrólogos consideramos muy detenidamente, algo que no contempla la moderna Astronomía, que no deja de ser una ciencia descriptiva del cosmos, aunque pensándolo mejor si que considera estos ángulos, pero únicamente para describir acontecimientos astronómicos relevantes a los que no da la mayor transcendencia, mientras continúa usando, por cierto que sin ningún rubor, viejos términos acuñados por la "obsoleta" según ellos Astrología, como son conjunción y oposición, sin embargo arrecia en sus críticas contra ella por considerarla una atrasada y arcaica protociencia a la que tilda de superstición sobre todo porque mantiene una visión geocéntrica en el cálculo una de sus principales herramientas de trabajo, (el gráfico natal), mientras tanto la Astronomía y los  astrónomos continúan en la práctica usando igualmente esa misma visión, porque desde nuestro planeta no existe otra y las mismas coordenadas geocéntricas del espacio (en el tiempo) para observar el cielo, y situar los cuerpos celestes en su desplazamiento, las coordenadas del espacio en un determinado momento de tiempo que vienen definidas por la resultante de la proyección de la posición que ocupa en la eclíptica cada astro sobre el telón de fondo (estelar "fijo") que forma el cinturón zodiacal y todo también desde la óptica geocéntrica, definida por la posición que ocupa el observador sobre la superficie terrestre, (si descartamos las recientes observaciones llevadas a cabo desde los nuevos telescopios espaciales), algo heredado de la Astrología que las lleva usando como herramientas en su trabajo desde la más remota antigüedad .

La Astrología también se diferencia de la Profecía en que es además  una filosofía natural, que nace de la atenta  observación de  la naturaleza, (seguramente obligados por la necesidad de vigilar el correcto desarrollo de la pretérita agricultura y asegurar las cosechas y con ellas su propia supervivencia en un mundo inhóspito) y la relación analógica existente entre los ciclos terrestres y celestes en su conexión analógica con el nacimiento y la renovación periódica de la vida sobre la Tierra y sus relaciones con el desarrollo de la actividad humana tomada de forma individual y colectiva.


"Nacemos en un momento dado en el que ello toma lugar y como los vinos buenos tenemos las cualidades del año y la estación en los cuales hemos venido a este mundo. La astrología no debe justificar nada más".
                                                                                  
                                                                                                        Carl Gustav Júng


Finalmente otra diferencia entre Astrología y Profecía consiste en que la primera trata de desentrañar el símbolo y traducir al lenguaje ordinario todo su contenido, mientras la segunda muchas veces se expresa justo al revés, de una visión profética, que puede llegar a ser concreta, se transmite un mensaje disfrazándolo bajo el manto  simbólico.

La Astrología también es un arte en su faceta interpretativa, su parte más   especulativa, y por la que fundamentalmente la acusan sus detractores de ser una "creencia", ya que para cumplir la difícil tarea de interpretar un gráfico natal, e integrar todos sus componentes nos movemos dentro del universo de los símbolos y de los arquetipos, que tienen no solo uno, sino múltiples niveles de interpretación, lectura, combinación y profundidad, creada desde una cosmovisión holística. Algo que no tuvo cabida hasta la publicación, a mediados del siglo XX de los trabajos de investigación del psiquiatra suizo Carl Gustav Jung y que era despreciado por desconocido y visto como una percepción errónea y falsa de la realidad, como también lo había sido previamente la Psicología, que no fue declarada ciencia sino hasta mediados del s. XIX, por ser considerada, por la ortodoxia empírica materialista hasta ese momento, una mera superchería y una completa especulación propia de charlatanes.

Así pues, Profecía y Astrología,  aún teniendo un parecido propósito, ambos respetables, en absoluto son lo mismo.



Profecías: Un Análisis Necesario



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