martes, 22 de febrero de 2022

Los Ciclos Infaustos de recurrencia de los Presidentes Estadounidenses

Existen dos ciclos astrológico/astronómicos que se han asociado con el fallecimiento de presidentes de EE.UU.

El primero de ellos es ciclo pentagonal Venus-Sol de 8 años de duración, que engloba cinco conjunciones inferiores consecutivas Venus-Sol. Este ciclo es también muy estudiado en Arqueoastronomía, ya que parece haber sido repetidamente utilizado en las culturas mesoamericanas.

El segundo es el ciclo de Conjunciones Júpiter - Saturno.

Veamos primeramente unos breves apuntes sobre el primero de estos dos ciclos.


El Ciclo pentagonal Venus - Sol de 8 años






Así como el ciclo sideral o periodo de revolución de la Tierra alrededor del Sol es de una duración aproximada de 1 año, 365 días, el periodo de revolución de Venus es algo menor, de sólo 225 días ya que su órbita es más reducida por estar más próxima al Sol.

El ciclo sinódico de Venus, es un ciclo de 584 días de duración, los comprendidos entre la aparición de Venus como estrella matutina y como estrella vespertina. este ciclo está comprendido entre dos conjunciones de Venus con el Sol. Existen dos tipos de conjunciones de Venus y el Sol:

A) La Conjunción Inferior u Oriental: Sucede cuando Venus está más cerca de la Tierra y se interpone entre ésta y el Sol. Esta conjunción tiene lugar cuando Venus se encuentra en fase retrógrada y su efecto astrológico dura unos pocos días, ya que Venus se mueve con rapidez al estar retro y el Sol nos parece que avanza en el sentido contrario.

B) Conjunción Superior u Occidental: Esta vez, Venus está más lejos de la Tierra y su movimiento es directo. El Sol se interpone entre Venus y la Tierra y el efecto de la conjunción dura más ya que Venus y el Sol no se cruzan, sino que avanzan en la misma dirección. (Estoy hablando siempre desde nuestra perspectiva terrestre).

En un ciclo de ocho años, han sucedido en el cielo, en visión geocéntrica, cinco conjunciones retrógradas con el Sol, que tienen lugar una respecto de otra un ángulo de longitud eclíptica que corresponde exactamente a 72º. Cada correlativa conjunción inferior de Venus con el Sol ocurre con un avance de 215º de longitud eclíptica respecto a la precedente.. Cada ocho años, la conjunción retrógrada de Venus con el Sol ocurre a dos o tres grados de donde tuvo lugar la inicial del ciclo (de ocho años) anterior.








Actualmente, el 9 de enero de 2022 Venus hizo una conjunción retrógrada con el Sol a 18 grados del signo de Capricornio. Las próximas conjunciones de Venus en desplazamiento retrógrado con el Sol tendrán lugar el 13 de agosto de 2023, en Leo, el 22 de marzo de 2025, en Aries. el 24 de octubre de 2026, en Escorpio, el 1 de junio de 2028, en Géminis y finalmente el 6 de enero de 2030. habrá una conjunción retrógrada de Venus con el Sol que tendrá lugar de nuevo en el signo de Capricornio.

El detalle de las conjunciones precedentes será como sigue:




















A continuación más detalles de este ciclo extraídos del  libro la Estrella de Quetzalcoatl en Mesoamérica del gran investigador en astroarqueología Iván Sprajc:


"Venus se desplaza, así como los demás planetas, a lo largo de una elipse, en uno de cuyos focos se encuentra Sol. Su órbita está inclinada aproximadamente 3,4º respecto al plano de la eclíptica, o plano de la órbita de la Tierra. Puesto que la distancia media entre Venus y el Sol es menor de la que separa el Sol de la Tierra, Venus -de acuerdo con las leyes que hace casi cuatro siglos descubrió el gran astrónomo Johannes Kepler- gira alrededor del Sol con mayor velocidad que la Tierra.

En la figura siguiente podemos observar las distintas posiciones de Venus con respecto al Sol y a la Tierra. Para facilitar la comprensión, vamos a suponer que la Tierra, que en realidad se desplaza en el mismo sentido que Venus, no se mueve.

Cuando Venus se encuentra entre el Sol y la Tierra no es visible; decimos que se encuentra en conjunción inferior. Si la órbita de Venus estuviera en el mismo plano que la eclíptica, el planeta en este momento pasaría enfrente del disco solar, pero por la inclinación de la órbita este fenómeno, llamado tránsito de Venus, ocurre solamente cuando la conjunción inferior se produce cerca del nodo, punto en el que la órbita de Venus cruza el plano de la eclíptica.

Algunos días después de la conjunción, Venus aparece como estrella de la mañana -o stella matutina- en el cielo oriental; es visible al alba y en pocos momentos desaparece por el creciente resplandor del Sol. Este es su orto helíaco o salida heliaca[ (del griego helios, "Sol"). En los días siguientes sale cada vez más temprano, permaneciendo visible más tiempo y alejándose del Sol. En unas diez semanas alcanza su máxima elongación oeste, el mayor alejamiento del Sol hacia el poniente. En los siguientes seis meses su distancia aparente del Sol va disminuyendo, el lucero matutino sale cada día más tarde y finalmente desaparece. La última visibilidad de la stella matutina Sucede unas cuatro semanas antes de que se produzca la conjunción superior, cuando el Sol se encuentra entre Venus y la Tierra. Después de este periodo de invisibilidad, que dura aproximadamente 50 días, Venus reaparece, pero esta vez después del ocaso del Sol en el cielo occidental. El día de su primera aparición como stella vespertina no es visible más que unos momentos antes de ocultarse, siguiendo el eterno movimiento de la esfera celeste. Alejándose del Sol durante los siguientes seis meses, la estrella de la tarde llega a su máxima elongación este; a partir de entonces empieza a acercarse al Sol y, con el ocaso helíaco o la puesta heliaca!, desaparece del cielo vespertino. El ciclo comienza de nuevo cuando, después de un promedio de 8 días de la invisibilidad alrededor de la conjunción inferior, Venus reaparece de nuevo como stella matutina.

Para completar este ciclo que llamamos periodo sinódico o Revolución sinódica, Venus necesita un promedio de 583.92 días. El término sinódico se deriva de las antiguas palabras griegas syn, 'junto","con", y hodós, "camino", refiriéndose a los caminos aparentes del Sol y del planeta, ya que este periodo está determinado por las recurrentes posiciones del planeta respecto al Sol, vistas desde la Tierra. Recordemos que mientras Venus se desplaza pasando por varios puntos marcados en la figura, la Tierra también se mueve en la misma dirección, aunque con menor velocidad. Por lo tanto, para volver a la misma posición respecto al Sol y la Tierra -por ejemplo, a la conjunción inferior- Venus tiene que recorrer más de una vuelta completa de 360°; es por ello por lo que el periodo sinódico es más largo que la revolución sideral o periodo sidereo (del latín: sidus, genitivo sideris, "estrella"), en el que el planeta regresa al mismo punto de su órbita. Este periodo, cuya duración es de 224.70 días, es difícilmente observable y, por lo que sabemos, no fue conocido por los antiguos mesoamericanos.

La duración del periodo sinódico de 583.92 días es, como se ha dicho, el valor medio. Cada revolución particular puede durar entre 580 y 588 días, porque tanto la Tierra como Venus se desplazan a lo largo de sus órbitas elípticas con velocidades que no son constantes sino varían de acuerdo con las leyes de Kepler. Sin embargo, los mesoamericanos establecieron el valor medio del periodo sinódico con bastante precisión, ya que le atribuyeron 584 días".





Momentos característicos del periodo sinódico de Venus (CI: conjunción inferior; SH: salida helíaca; EO: máxima elongación Oeste; UVM: última visibilidad matutina; CS: conjunción superior; PVV: primera visibilidad vespertina; EE: máxima elongación Este; PH: puesta helíaca).



"Las distancias en la esfera celeste normalmente se miden en grados. Debido a la rotación de la Tierra el cielo aparentemente gira con una velocidad de 15º por hora aproximadamente. La mayor distancia del Sol que alcanza Venus en el momento de su máxima elongación este u oeste puede ser de hasta 48º, que significa que el planeta sale o se pone unas tres horas antes del orto o después del ocaso del Sol. No siempre es visible en la misma parte del cielo; tampoco sale siempre en la misma dirección, ni se pone detrás del mismo punto del horizonte occidental. Venus, como se observa desde la Tierra, describe curvas y lazos irregulares en el cielo (ver figura anterior). No entraremos en detalles para explicar estos complicados movimientos que se deben a una combinación de distintos hechos astronómicos, entre los que mencionemos la inclinación del eje de rotación de la Tierra y la inclinación de la órbita de Venus respecto a la eclíptica

Por ejemplo, en las latitudes geográficas de Mesoamérica, Venus queda visible como estrella de la mañana y también como estrella de la tarde aproximadamente 263 días. Cuando pasa por la conjunción inferior desaparece durante 8 días en promedio, aunque en casos particulares este periodo puede variar entre 1 y 16 días. Alrededor de la conjunción superior queda invisible aproximadamente 50 días. Los valores precisos de estos intervalos dependen de la latitud geográfica del observador y de algunos factores astronómicos que resultan en diferentes posiciones aparentes del planeta respecto al Sol; también influyen las condiciones de tiempo, ya que los días de la primera o de la última visibilidad de la estrella matutina o vespertina quedan condicionados por la claridad del cielo

Puesto que la duración del periodo sinódico de Venus es de aproximadamente 584 días, resulta que 5 periodos sinódicos equivalen casi a 8 años:

5 X 584 días = 8 X 365 días = 2920 días

Esto significa que los mismos fenómenos de la revolución sinódica -por ejemplo, las salidas helíacas después de la conjunción inferior- ocurren cada 8 años casi en las mismas fechas del año. En realidad las fechas de estos fenómenos retroceden paulatinamente, porque la duración exacta del año trópico es de 365.2422 días, y la del periodo sinódico de Venus 583.92 días, por lo que el periodo de 8 años (2921.9376 días) es unos 2 días más largo que el ciclo de 5 revoluciones sinódicas de Venus (2919.60 días). Pero la ecuación es mucho más aplicable al año mesoamericano que tenía solamente 365 días. Como veremos, esta relación entre el año calendárico y el ciclo de Venus fue, efectivamente, bien conocida en Mesoamérica.

Es necesario describir aquí unos fenómenos que casi no se conocen en la astronomía moderna, pero tenían mucha importancia en Mesoamérica y quizá también en otras partes. Si observamos la salida de Venus cuando es visible como lucero matutino, del mismo lugar en varias madrugadas consecutivas, nos percataremos de que no siempre aparece en el mismo punto del horizonte; si hoy salió, por ejemplo, detrás de un cerro prominente, en unos días saldrá hacia el sur o hacia el norte de esta elevación. Lo mismo observaríamos en el horizonte poniente, fijándonos en la puesta de Venus como estrella vespertina. Es decir, así como los puntos de salida y puesta del Sol se desplazan a lo largo de los horizontes oriental y occidental, llegando a sus extremos norte y sur en los solsticios, también se mueven los puntos de orto y de ocaso de Venus. Pero hay algunas diferencias importantes. El Sol recorre toda su trayectoria por el horizonte oriental u occidental, volviendo al mismo punto, en un año, y siempre alcanza sus extremos en los solsticios, es decir, en los mismos momentos del año trópico; los extremos solsticiales del Sol son siempre iguales si los observamos de un mismo lugar: en latitudes mesoamericanas se encuentran a unos 25" al norte y al sur del este y del oeste verdadero, a saber, de los puntos alejados exactamente 90" del norte y del sur astronómico. El desplazamiento de Venus es, en cambio, mucho más complicado.

Los extremos que alcanza Venus en su desplazamiento por ambos horizontes no siempre son iguales y tampoco ocurren en los mismos intervalos de tiempo. Los tamaños y las fechas de los extremos se repiten, así como los demás fenómenos venusinos, aproximadamente cada 8 años, pero también estos patrones de fenómenos, observables en un ciclo de 8 años, cambian de manera paulatina a través del tiempo. A veces Venus no alcanza los puntos solsticiales del Sol, pero sus extremos máximos son más distantes del este y del oeste verdadero que los que alcanza el Sol en su movimiento anual por el horizonte.

Recientes estudios arqueoastronómicos han revelado que los máximos extremos de Venus visibles en el horizonte oriente y en el poniente no son iguales. El descubrimiento llegó como sorpresa, ya que los puntos de salida y de puesta de los astros normalmente están colocados simétricamente en los horizontes este y oeste respecto a la línea norte-sur; en otras palabras, la distancia angular entre el punto de salida de una estrella y el este verdadero es igual a la que separa el punto de su puesta y el oeste verdadero; la trayectoria del Sol cambia en el transcurso del año, pero sus extremos son de la misma magnitud en ambos horizontes. También los extremos de Venus son simétricos estrictamente hablando, pero lo importante en nuestro caso es que no todos son visibles. Recordemos que en el estudio de una sociedad como la mesoamericana debemos visualizar el cielo tal como ellos lo podían ver, es decir, a simple vista, ya que no se han encontrado huellas de instrumentos ópticos sofisticados.

Veamos con más detalle de qué se trata. Venus está en el cielo, arriba del horizonte, durante lapsos considerables de tiempo, pero de día no lo podemos ver (salvo en casos excepcionales), porque su luz, así como la de las estrellas, queda superada por el brillo del Sol dispersado en la atmósfera. Cuando Venus es visible como estrella de la mañana, casi nunca rebasa los extremos solsticiales del Sol. Los máximos extremos norte y sur visibles en el horizonte oriental, que ocurren una vez cada uno en un ciclo de 8 años, pueden ser apenas 1/2º mayores de los extremos solsticiales del Sol; esta diferencia angular equivale a un diámetro del disco solar. El panorama cambia si nos volteamos hacia el poniente. Casi todos los extremos de Venus cuando es visible como estrella de la tarde, son más grandes que los extremos solares; al alcanzar los máximos, Venus llega a ponerse hasta 4º (= 8 diámetros del disco solar) más allá que el Sol en los solsticios (ver figura bajo el párrafo). Cabe reiterar que se trata de extremos visibles: si observamos la puesta del lucero vespertino el día de su máximo extremo norte, por ejemplo, el ángulo entre el punto de su puesta y el oeste verdadero es igual al que separaba el este verdadero y el planeta en el momento de su salida en la mañana del mismo día, pero en este momento Venus no fue visible porque el Sol había salido antes. Venus como lucero matutino antecede al Sol, pero lo sigue cuando es visible como estrella vespertina.




Zonas del horizonte en las que Venus sale cuando es visible como estrella de la mañana, y se pone cuando es visible como estrella de la tarde, en comparación con las zonas de salida y puesta del Sol en latitudes mesoamericanas. Es notable la asimetría en la magnitud de los extremos máximos visibles en el este y el oeste: los extremos máximos de la estrella de la tarde son más grandes que los de la estrella del alba. La vista es desde arriba hacia el imaginario observador en el centro. Cualquier dirección en el plano horizontal se puede expresar con su azimut, que es el ángulo medido desde el norte astronómico hacia la derecha o -visto desde arriba-en el sentido de las manecillas del reloj. Por consiguiente, los números alrededor del círculo que representa el horizonte marcan los azimuts en intervalos de 30'. Como se observa, los azimuts del norte, este, sur y oeste son O', 90', 1 80' y 270' respectivamente.




"Esta asimetría de los extremos de Venus visibles en los horizontes oriente y poniente no es el único descubrimiento reciente. Otra característica que pudo haber sido aún más significativa para los antiguos mesoamericanos, es que los extremos, aunque sus fechas varían, siempre ocurren en determinados periodos del año. La estrella matutina invariab!emente alcanza sus extremos norte entre fines de junio y agosto, y sus extremos sur entre los últimos días de diciembre y febrero, es decir, después de los solsticios de verano e invierno respectivamente. En cambio, los extremos de Venus visibles en el horizonte poniente acaecen antes de los solsticios: el lucero vespertino llega al punto más alejado hacia el norte entre abril y junio, y al punto más distante hacia el sur entre octubre y diciembre. Como veremos, son precisamente estos extremos los que deben haber tenido la mayor importancia en Mesoamérica, porque coinciden aproximadamente con el comienzo y con el fin de la época de lluvias. De particular interés resultan ser los extremos máximos, ya que sus fechas casi no cambian: la estrella de la tarde llega a sus mayores extremos norte y sur entre el 1 y 6 de mayo y entre el 2 y 7 de noviembre respectivamente; ambos ocurren en intervalos de 8 años.


Para concluir y justificar este capítulo cabe subrayar, de nueva cuenta, que gran parte del simbolismo celestial que caracteriza a una cultura resulta incomprensible si no tratamos de reproducir lo que sucede en el cielo y, además, encontrar la relación entre estos fenómenos y otros que se presentan en el medio ambiente. Pronto nos convenceremos de que las propiedades observables del movimiento del planeta Venus dejaron huellas tanto en la mitología como en otros vestigios de las culturas mesoamericanas. Pero hay que advertir que no todos los fenómenos que se acaban de describir son igualmente fáciles de observar; tampoco todos reciben la misma atención en distintas culturas. Algunos parecen ser conceptos de la astronomía occidental, como por ejemplo las conjunciones; otros, como fenómenos helíacos, no le interesan a la astronomía moderna. El ejemplo más interesante lo representan, sin duda, los extremos: aunque los conocimientos astronómicos actuales, sintetizados en fórmulas, tablas y sofisticados programas de computadora, permiten reproducir de una manera confiable lo que acontece en el cielo, o lo que estaba sucediendo en cierta época del pasado, las características de los extremos de Venus fueron descubiertas o, mejor dicho, redescubiertas apenas cuando el estudio de las orientaciones en la arquitectura mesoamericana llevó a la búsqueda de sus posibles significados".

Fuente: Iván Sprajc_La Estrella de Quetzalcoalt en Mesoamérica



La figura del pentáculo, también llamado pentagrama, ó pentalfa, fue adoptada como santo y seña por la Escuela Pitagórica. Existen múltiples razones para ello: Es el Templo de la Armonía, la Sinfonía del Número, el Anagrama del hombre y también el Símbolo de la Feminidad.



Si sobre el mismo centro se traza un círculo que pase por la parte superior de la cabeza, los brazos bajos hasta que extremos de los dedos toquen la circunferencia de su círculo, y los pies abiertos en esa misma circunferencia, mientras los extremos de las manos se hallan alejados de la parte superior de la cabeza, entonces este círculo constituido sobre el centro debajo del pene está dividido en cinco partes iguales que constituyen un pentágona perfecto; y los extremos de los talones, en relación con el ombligo, constituyen un triángulo equilátero. (Cornelio Agrippa: "De Occulta Philosophia" Colonia 1533)





El Hombre de Vitruvio o Estudio de las proporciones ideales del cuerpo humano es un famoso dibujo acompañado de notas anatómicas de Leonardo da Vinci realizado alrededor de 1490. Aquí vemos como el dibujo de Leonardo también perfectamente puede inscribirse en la figura de un pentagrama.













Venus dibuja, de forma casi perfecta, un asombroso pentagrama, que también es visto como una rosa, en la duración completa de su ciclo sinódico de conjunciones inferiores con el Sol, en una coincidencia matemática. 13 conjunciones de Venus equivalen de forma casi exacta a 8 revoluciones o años de la Tierra.



En diversas culturas el planeta Venus fue asociado con la belleza y la armonía del cosmos; al ver la figura que teje la órbita de Venus en relación a la Tierra, no podemos dejar de pensar que hay en esto una fabulosa coincidencia (o quizás una muestra de una misteriosa inteligencia). Parafraseando un famoso dictum platónico: "El universo geometriza".

8 años de la órbita de Venus o cinco ciclos sinódicos, esto es igual a 584 días, que son los días que tarda Venus en alinearse con el Sol con respecto a la Tierra, en una conjunción inferior (esto sería equivalente a un eclipse si estuviéramos hablando de la Luna). "Sínodo" significa "encuentro", estos son los cinco puntos de encuentro en un período de 8 años en los que Venus se interpone, por así decirlo, entre el Sol y la Tierra. Existe una asombrosa relación matemática en esto, dado que ocho órbitas de la Tierra coinciden de manera casi exactamente con 13 de Venus, formando una proporción 5:8. Esto también es conocido como "resonancia sinódica". Venus tarda 224.7 días en dar una vuelta al Sol. Aquí esta fascinante relación:

224.701 / 365.256 ≈ 0.615187

8/13 ≈ 0.615385

El ciclo completo de los 584 días hace que Venus pase 263 días como estrella de la mañana, 50 días ausente ("bajo los rayos del Sol"), 263 como estrella de la tarde y 8 días ausente. En 8 años Venus y el Sol entran en conjunción 10 veces, pero son las cinco conjunciones inferiores (los puntos más cercanos a la Tierra, en la parte interior de la órbita) las que marcan el ciclo sinódico y dibujan los vértices o tejen los moños de esta rosa cósmica que también puede ser representada como un pentagrama (forma que prefieren los fanáticos del ocultismo conectando el pentagrama con Venus-Lucifer, la estrella del amanecer o stella matutina), ya que los vértices de estas conjunciones tienen la misma relación geométrica que un pentagrama. Es en cada una de estas conjunciones inferiores que ocurre lo que ha sido llamado el "beso" de Venus y el Sol. Para añadir a esta especie de poesía romántica de los movimientos venusinos, también se han visto los bucles que forman las conjunciones interiores como motivos de corazón tejidos sobre el telar sideral.   





El astrólogo Nick Kollerstrom nota que en su Armonía de los mundos, Kepler describió con entusiasmo la relación sinódica de Venus y la Tierra, incluso la vio como una relación "marital", un amoroso vals. El intervalo musical que generan Venus y la Tierra, para Kepler es una "sexta", dada por la división de una cuerda en una fracción de 5/8. Hay quien ha visto en esta casi perfecta proporción una muestra de la inteligencia que informa al cosmos, un sello de la idea platónica de que "Dios geometriza". O, como el mismo Kepler creía, que el universo es el pensamiento geométrico de la divinidad.


El baile de Venus y la Tierra desde la perspectiva del Sol


Las coincidencias matemáticas entre las relaciones de las órbitas y distancias planetarias ha hecho que diversos científicos y filósofos se maravillaran por esta "armonía de las esferas".

En el Greenwich Guide to Planets, un texto del Royal Observatory británico, se dice: "Existen demasiadas coincidencias numéricas en el Sistema Solar para que sean meras coincidencias, así parece que es la Tierra la que controla la longitud del día de Venus, posiblemente a través de una interacción gravitacional [tidal interaction]". Esta interacción no parece existir tal como entendemos la física moderna, sin embargo, existen diversas extrañas observaciones, según cuenta Kollerstrom, por ejemplo, un meteorólogo australiano que notó que el campo magnético de la Tierra se aquieta cuando Venus entra en apogeo (disminuyen las tormentas geomagnéticas cuando Venus está más cerca). El artículo publicado en el Journal of Geophysical Research sugiere también una influencia magnética de la Luna, Mercurio y Marte.  

Para los mayas, que vincularon a Venus con Kukulkán, el ciclo sinódico de este planeta era fundamental en su calendario y por ello lo registraron con asombrosa precisión. El poeta Octavio Paz escribió una de sus obras más importantes, "Piedra de Sol", en 584 versos, uno por cada día del ciclo sinódico de Venus. ¿Qué son los planetas sino piedras solares?

Uno de los textos astrológicos más antiguos, el Libro de los Dioses del Cielo y la Tierra o Enuma Anu Enlil, encontrado en Nínive, registra cinco períodos sinódicos de Venus de 584 días, equivalentes casi exactamente a 8 años terrestres. En el libro de 1799 de James Ferguson, Astronomy Explained Upon Sir Isaac Newton’s Principles podemos ver una ilustración de una figura que evoca una flor cósmica o un pentagrama en función de los movimientos de Venus:





Pentagram of Venus James_Ferguson 1799


 

Nassim Haramein llama a esto, una "danza fractal de una vuelta dentro de una vuelta". Dice Plutarco que Pitágoras creía que el tiempo era el alma del mundo. Para los filósofos platónicos y para la tradición órfica, Venus (la Afrodita Celeste) era considerada no sólo la diosa de la belleza sino también el alma del mundo (el anima mundi). Para los filósofos pitagóricos el pentagrama era símbolo de la salud, una salud que venía de la conformidad con el orden y la belleza del cosmos (de hecho la palabra "cosmos" significa belleza y orden y fue acuñada por Pitágoras). Así podemos encontrar una identidad entre el tiempo (marcado por el movimiento en este caso de Venus) la belleza (la forma, la simetría, el orden matemático) y el alma (que es sinónimo de belleza y movimiento en la tradición filosófica). Así vemos en esta rosa sideral una proyección de la rosa de la eternidad, una imagen divina del alma del cosmos. "La rosa de las rosas/ la joven flor platónica" (Borges). 

Fuente:Twitter: @alepholo



Ahora entraremos a analizar las recurrencias de este ciclo con el infausto destino de algunos de los presidentes de Estados Unidos.



EL MODELO DE ALTERNANCIA DE LAS CONJUNCIONES SOL VENUS
Y LA ELECCIÓN DE PRESIDENTES ESTADOUNIDENSES

 
Después de que Franklin D. Roosevelt fuera reelegido en 1944 para un cuarto mandato, el Congreso de los EEUU aprobó la vigésimo segunda enmienda el 21 de marzo de 1947 en la que se limitaba el número de mandatos de un presidente a solo dos. 

Sorprendentemente, desde la victoria de Roosevelt en 1944, los partidos vencedores se han ido alternando en consonancia con el ciclo recurrente de ocho años Sol - Venus. Las posibilidades de que esto sucediese por azar son 1 entre 256. 

Es un modelo digno de consideración que nos apuntaba claramente a una victoria demócrata en las elecciones presidenciales de 2020 que debía producir una nueva alternancia con el partido Republicano que había resultado victorioso en 2017, al igual que había sucedido en 2016 que ese mismo partido había alternado al partido Demócrata que resultó vencedor en los comicios celebrados en 2008  y así sucesivamente. 

El patrón cíclico se ilustra a continuación:


1944 Roosevelt       -        Demócrata 
1952 Eisenhower    -        Republicano 
1960 Kennedy         -        Demócrata 
1968 Nixon              -        Republicano 
1976 Carter             -        Demócrata 
1984 Reagan           -        Republicano 
1992 Clinton            -        Demócrata 
2000 Bush               -        Republicano 
Obama 2008            -        Demócrata 
2016Trump              -        Republicano
2020 Biden              -        Demócrata 


Este ciclo particular de Venus respecto del Sol de una duración de 8 años es también conocidamente notable porque presenta otra correlación mucho más desalentadora.

Cada presidente estadounidense que ha muerto durante su mandato ha sido elegido, o reelegido, durante el ciclo de recurrencia anterior pero en concreto durante un ciclo Venus - Sol iniciado tras una conjunción en la que Venus es occidental al Sol, lo que se denomina técnicamente una conjunción superior, cuando Venus se muestra como estrella Vespertina y se encuentra en la fase de deslazamiento directo 

Hay que tener en cuenta que este ciclo de 8 años de Venus respecto al Sol representa solo el 50% de las elecciones presidenciales estadounidenses que se celebran puntualmente cada 4 años, pero lo verdaderamente notable es que todas las muertes de presidentes acontecidas mientras desempeñaban su cargo o tras haber sido reelegidos para él, han sucedido sin excepción bajo esa misma condición astronómico/astrológica.

Veamos el detalle de los hechos:



TRIUNFADORES QUE PAGARON EL PRECIO MÁS ALTO 

William Harrison salió de la jubilación para ser elegido como presidente en 1840. Su mayor mérito presidencial para la fama fue que hizo para la su presentación de su legislatura el  discurso de inauguración mas más largo para su  inauguración y el haber sido el mandatario que ha estado desempeñando su servicio un tiempo más corto. La oración de Harrison de una hora y cuarenta y cinco minutos de duración, sin abrigo ni sombrero, fue proclamada bajo una lluvia escalofriante, tanto es así que fallecería treinta y dos días después,  el 4 de abril de 1841, víctima de una neumonía.



ELECCIONES PRESIDENCIALES
30 Octubre 1840






PREVIA CONJUNCIÓN VENUS - SOL
25 Julio 1840





Zachary Taylor, fue elegido el 7 de noviembre de 1848 en los siguientes ocho años de recurrencia del Sol y Venus y sirvió durante quince meses antes de fallecer, supuestamente por intoxicación alimentaria, a las 10.35 horas del 9 de julio de 1850. Taylor había consumido grandes cantidades de fruta cruda y helado la celebración del 4 de julio anterior y nunca se recuperó de los efectos.



ELECCIONES PRESIDENCIALES
7 Noviembre 1848






PREVIA CONJUNCIÓN VENUS - SOL
22 Julio 1848





Abraham Lincoln fue el primer presidente de Estados Unidos asesinado. El acontecimiento sucedió alrededor de las 10.30 p.m. el 14 de abril de 1865, el gran hombre falleció sobre la 7:22 horas a la mañana siguiente. Lincoln había sido reelegido el anterior 8 de noviembre de 1864, durante el mismo ciclo de recurrencia  Venus - Sol tal como Harrison y Taylor. 




ELECCIONES PRESIDENCIALES
8 Noviembre 1864






PREVIA CONJUNCIÓN VENUS - SOL
18 Julio 1864





James Garfield ganó las elecciones del 2 de noviembre de 1880. 




ELECCIONES PRESIDENCIALES
2 Noviembre 1880





PREVIA CONJUNCIÓN VENUS - SOL
14 Julio 1880





A mediados de el mes de Junio de ese mismo año el presidente Garfield hace unas declaraciones contundentes al afirmar:

“Quien controla el volumen de dinero en nuestro país es dueño absoluto de toda la industria y el comercio. Cuando usted se da cuenta de que , de una forma u otra, todo el sistema es muy fácil de controlar por unos poco hombres poderosos, usted no tendrá que averiguar demasiado para saber cómo se originan los períodos de inflación y la depresión.”

Una clara alusión al poder que tenían los Rothschilds y sus lacayos.

El día 2 de julio de 1881 a las 9.30 horas estando situado en la estación de ferrocarril de Baltimore un abogado llamado Charles Jules Guiteau de una facción enfrentada del mismo partido Republicano,  se le aproximó y descargó dos veces su arma sobre su cuerpo. Esto sucedió durante unos días en que no se le concedió disponer de seguridad.  






Al parecer ninguno de los disparos tocó ningún órgano y el presidente Garfield que no se sentía muy mal fue llevado a una cama en la Casa Blanca y fue atendido allí mismo.

Los médicos que le atendieron, con el pretexto de retirar las balas del cuerpo del presidente comenzaron a hacer de orificios pequeños grandes heridas que tampoco culminaban en el retiro de las balas.

Después de más de dos semanas de ser atendido por aquellos médicos y debido a una infección muy grande y a una serie de hemorragias que habían sido producidas por los propios doctores, falleció el 19 de Julio de 1881  cuando apenas había cumplido 100 días en el cargo de presidente de los Estado Unidos.

William McKinley, ganó las elecciones de 1896 y logró cumplir su mandato completo. Desafortunadamente, como resultó para McKinley, ganó un segundo mandato, que mantuvo solamente hasta el 14 de septiembre de 1901. Mientras que McKinley ganó la presidencia inicialmente bajo el mismo ciclo de la recurrencia de Sol-Venus como los otros, él califica técnicamente para este patrón.



ELECCIONES PRESIDENCIALES
3 Noviembre 1896








PREVIA CONJUNCIÓN VENUS - SOL
9 Julio 1896






Warren Harding ganó la elección de 1920 y sirvió hasta su muerte a las 7.30 pm el 2 de agosto de 1923. No hubo autopsia y la causa oficial fue catalogada como una hemorragia cerebral. Harding sufría de una queja del corazón y era conocido por excederse. Su salud se había deteriorado desde el comienzo de la neumonía a principios de ese año. 




ELECCIONES PRESIDENCIALES
2 Noviembre 1920






PREVIA CONJUNCIÓN VENUS - SOL
3 Julio 1920




Franklin D Roosevelt fue reelegido para un registro de cuarto mandato el 7 de noviembre de 1944 bajo el mismo ciclo de recurrencia. Para entonces la tensión de la Segunda Guerra Mundial y sus preocupaciones de salud concomitantes llevaban a una sola conclusión. Él nunca vio que el último término hacia fuera, sucumbiendo a un movimiento en 15.35 horas el 12 de abril de 1945, mientras que posaba para un retrato.



ELECCIONES PRESIDENCIALES
7 Noviembre 1944






PREVIA CONJUNCIÓN VENUS - SOL
27 Junio 1944





John F Kennedy fue el último presidente asesinado en el cargo. Su victoria electoral llegó el 8 de noviembre de 1960 y su presidencia terminó cruelmente a las 12.30 horas del 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas. La seguridad alrededor de la presidencia ha cambiado considerablemente de los días de Kennedy y los seis presidentes en el ciclo ya que han felizmente evitado tal suerte. 



ELECCIONES PRESIDENCIALES
8 Noviembre 1960






PREVIA CONJUNCIÓN VENUS - SOL
22 Junio 1960







Como ya hemos escrito el ciclo Venus - Sol que estamos contemplando cubre solo el 50% de las elecciones; Por lo tanto estadísticamente al menos debería representar la mitad de estas muertes. Sin embargo abarca todas las muertes, Lo que resalta su importancia añadida. 

La distinción clara en este ciclo es que Venus en desplazamiento directo es stella vespertina en el ocaso de la tarde en la conjunción Venus - Sol previa al proceso electoral y siempre aparece en Sagitario, en relación con el Sol en Escorpió propio del tiempo de celebración de las elecciones. 

El otro ciclo de Venus que parte de una conjunción Venus - Sol, con Venus en desplazamiento retrógrado,  coloca siempre a Venus en Libra como la estrella de la mañana o stella matutina.


Vamos ahora  al segundo ciclo recurrente, El ciclo Júpiter - Saturno:



El ciclo maldito de los presidentes de Estados Unidos

El ciclo Júpiter- Saturno tiene una duración aproximada de 20 años, cada 20 años se produce una conjunción de estos dos colosos. Este ciclo, hasta el año 2000 parece estar sintonizado con el  fallecimiento de los presidentes que estaban en funciones o próximos a ser instalados como tales en los Estados Unidos en el momento de producirse la conjunción.

A continuación las fechas históricas y los gráficos de las conjunciones Júpiter - Saturno desde la proclamación de independencia de EE.UU.


JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
6 Noviembre 1782





JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
17 Julio 1802


 



JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
18 Junio 1821




William Henry Harrison fue el primer presidente en morir mientras ocupaba el cargo, a causa de una neumonía, el 4 de abril de 1841. (Fallecido dentro del ciclo)



JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
26 Enero 1842




Zachary Taylor, fue el duodécimo presidente de los Estados Unidos de América, desde 1849 a 1850. Murió de gastroenteritis,  el 9  de Julio de 1850. (Fallecido fuera del ciclo)



Abraham Lincoln, decimosexto presidente de los Estados Unidos de América desde el 4 de marzo de 1861 hasta su asesinato el 15 de abril de 1865. (Asesinado dentro del ciclo) 



JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
21 Octubre 1861





James A. Garfield,   investido como Presidente el 4 de marzo de 1881. fue asesinado el 19 de Septiembre de 1881. (Segundo Presidente asesinado dentro del ciclo)



JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
18 Abril 1881




William McKinley, 25º Presidente de EE.UU. entre 1897 y 1901, murió a causa de los efectos secundarios después de ser tiroteado dos veces. (Tercer Presidente asesinado dentro del ciclo)




JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
28 Noviembre 1901




Warren G. Harding, el 29º presidente de EE.UU. entre el 4 de marzo de 1921 y el 2 de agosto de 1923  sufrió un infarto y falleció el 2 de agosto de 1923. (Fallecido dentro del ciclo)



JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
9 Septiembre 1921





Franklin D. Roosevelt, 32º presidente de EE.UU. entre el 4 de marzo de 1933 y el 12 de abril de 1945 murió como resultado de una hemorragia cerebral el 12 de abril de 1945. (Fallecido dentro del ciclo)



JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
15 Febrero 1941




John Fitzgerald Kennedy, 35º presidente de EE.UU. entre el 20 de enero de 1961 y el 22 de noviembre de 1963, Murió asesinado en Dallas el 22 de noviembre de 1963. (Cuarto Presidente asesinado dentro del ciclo).



JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
18 Febrero 1961




Ronald Wilson Reagan, 40º presidente de EE.UU: entre el 20 de enero de 1981 y el 20 de enero de 1989. el 30 de marzo de 1981, 70 días después de que Reagan asumiera la presidencia de Estados Unidos fue herido en  atentado por arma de fuego, del que se recuperó. (Herido en atentado dentro del ciclo)



JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
23 Julio 1981





En el año 2000, poco antes del cambio presidencial de Clinton a Bush, el ciclo falló. Bill Clinton, el presidente en funciones cuando se produjo la conjunción Júpiter - Saturno no falleció ni sufrió ningún atentado.



JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
28 Mayo 2000




De momento tampoco está funcionando la última conjunción Júpiter - Saturno de 21 de Diciembre de 2020. Ambos presidentes, el saliente que en aquel momento aún estaba en funciones, Donald Trump, y el entrante, Joe Biden, que había resultado vencedor un mes antes de la cita astrológica  en las Elecciones Presidenciales celebradas el 3 de Noviembre de 2020,  siguen vivos y que se sepa, a día de hoy, ninguno de los dos ha sufrido ningún atentado que haya puesto en riesgo sus vidas.



JÚPITER CONJUNCIÓN SATURNO
21 Diciembre 2






En total en dos siglos ocho presidentes fallecieron durante su mandato. De ellos salvo uno que murió fuera de ciclo, cuatro lo hicieron por asesinato, tres por muerte natural y uno salvó su vida, aunque fue herido en atentado, todos ellos salvo el primero dentro de la recurrencia de este ciclo de 20 años.

Lo que de nuevo indica un factor muy por encima del azar que la lógica podría suponer.  Por tanto aún con las dos recientes últimas excepciones de 2000, y la aún por ver de 2020, es necesario considerar y analizar este ciclo de recurrencia.









































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