jueves, 11 de agosto de 2022

La Astrología en la IIª Guerra Mundial

 

La batalla astrológica de la Segunda Guerra Mundial

Israel Viana




 

Hitler fue asesorado por astrólogos para diseñar sus operaciones e Inglaterra tuvo un Departamento de Investigación Psicológica, para montar predicciones astrológicas contra el «Führer»




En el verano de 1941, durante una convención en Cleveland de la Federación Americana de Astrólogos (AFA, por sus siglas en inglés), Louis de Wohl aseguró que Hitler estaba tomando decisiones militares en la guerra bajo el asesoramiento de «los mejores astrólogos alemanes», los cuales estaban conspirando para que Alemania atacara a Estados Unidos. La invasión, según Wohl, se iba a producir en la siguiente primavera, una vez que Saturno y Urano, los dos planetas «maléficos», hubieran entrado en géminis, el signo del país entonces gobernado por Roosevelt. Así, como lo oyen.

Esta interpretación del que fue, además de astrólogo, uno de los grandes escritores de novela histórica de siglo XX, era cuanto menos frívola si tenemos en cuenta que en la Segunda Guerra Mundial murieron más de 70 millones de personas. Pero lo cierto es que la interpretación de las estrellas, por extraño que parezca, tuvo cierto papel en el devastador conflicto, y no solo en la mente de los jerarcas nazis.

Según comentó De Wohl a aquellos crédulos espectadores, «Estados Unidos siempre había sido objeto de graves sucesos cuando Urano transitaba por Géminis». Su evaluación «especializada» iba más allá, al asegurar que las estrellas presagiaban un inminente desastre para Hitler : «No podemos predecir una fecha exacta –añadió–, pero si Estados Unidos entra en la guerra antes de la próxima primavera, él está condenado», declaró.

 

El juego de los astros

Lo que nadie se dio cuenta es que la conferencia de Wohl era un burdo intento de propaganda por parte del Gobierno británico para arrastrar a la administración Roosevelt hacia al enfrentamiento directo con la Alemania nazi. Quería aplastarla fuese como fuese, y los ingleses sabían que la astrología podía ser una de esas vías persuasivas, después de que el 2 de noviembre de 1939 el astrólogo suizo Kart Ernst Krafft informara al mando alemán, tras su interpretación de los astros, de que Hitler corría peligro entre los días 7 y 10 de ese mes.








Cuando el 8 de noviembre Hitler sufrió el atentado de Munich , en el que murieron ocho personas -aunque él no-, y la Gestapo comprobó que Krafft no sabía absolutamente nada de aquella conspiración, los nazis comenzaron a dar crédito a sus predicciones y establecieron un Departamento Astrológico . El objetivo era que dicha sección sirviera de apoyo a la hora de diseñar sus operaciones militares.

Pronto los ingleses tuvieron su homólogo, con Louis de Wohl a la cabeza, tras formar en septiembre de 1940 el Departamento de Investigación Psicológica, que se encargaba de crear predicciones astrológicas contra la Alemania nazi. Y como en 1937 Wohl había titulado su autobiografía, con cierto humor, bajo el título de « Yo sigo a mis estrellas », se convirtió candidato perfecto para su dirección.

Su debut como astrólogo coincidió con los bombardeos de Londres por parte de Alemania , en una aciaga noche en la que dijo: «Cuando tenemos que vivir cerca de la muerte día tras día, percibimos mejor que todo depende, no de bombas, ni de uno mismo, sino principalmente de Dios».



Guerra psicológica

De Wohl, como empleado de la unidad de sabotaje durante la guerra (SOE), había recibido instrucciones de marchar a Estados Unidos y presentarse como un reconocido astrólogo, con el fin de derrumbar la creencia en el país de que Hitler era invencible. Y no se les ocurrió otra cosa que utilizar la predicción astrológica, tan extendida entonces.

Wohl dio conferencias por todo el pais y fue entrevistado por un buen número de periódicos, bajo títulos como «Un vidente ve un complot para matar a Hitler» (« New York Sun »). La prensa publicó cartas de Karl Ernst Krafft, que supuestamente había conseguido Wohl, en las que el astrólogo suizo aseguraba que Hitler no ganaría la guerra. O informes como el de « Los Angeles Times », en los que Wohl hacía sus predicciones, asegurando que, a menos que Estados Unidos se uniera en el esfuerzo de derrotar a los nazis, Alemania invadiría el país a través de Brasil . 

Es como si el mundo comenzara a creer que las estrellas tenían algo que decir en Segunda Guerra Mundial. Wohl, que ganó mucho crédito, no vacilaba en hacer predicciones más puntuales, algunas de la cuales parecían cumplirse. El mundo entero se vio contagiado por esta fiebre de pronósticos: un periódico de El Cairo publicaba las profecías de un astrólogo egipcio sobre la caída de Hitler, en Nigeria ocurría lo mismo con un sacerdote y en Sierra Leona con un astrónomo. 


Astrólogo aficionado

Nadie sospechaba que los informes publicados por la prensa fueron filtrados por el MI5 o que la carta de Krafft era una invención. Y ni que el joven novelista nacido en Berlín era un astrólogo aficionado que, en momentos de penuria económica, había aprovechado esta afición para sacar dinero como vidente entre los círculos más poderosos de Londres.

Dada naturaleza de su clientela, que incluía diplomáticos extranjeros y personal militar, llamó la atención del MI5, que lo reclutó para su Departamento de Investigación Psicológica , que, por otro lado, estaba formado por él solo como una herramienta de propaganda.

¿El objetivo? Asustar a los alemanes, a quienes el destino de las estrellas, como demostraba su propio departamento astrológico, no era algo que les despreocupara. Las estrellas «hablaron», pero ni Hitler murió pronto, ni Alemania perdió la guerra de inmediato. Aún tuvieron que pasar cuatro años más… y producirse millones de muertos.






Espionaje recurrió a astrólogos para adivinar planes militares


El espionaje británico llegó a recurrir a la astrología para adivinar los planes militares de Adolf Hitler, en un intento por derrocar al dictador nazi, según unos documentos secretos desclasificados hoy en día por los Archivos Nacionales.

Las organizaciones de inteligencia del Reino Unido de la II Guerra Mundial (1939-45) se inclinaron por los astros después de que un húngaro identificado como Ludwig von Wohl les convenciera de que era capaz de adivinar las predicciones del astrólogo personal de Hitler (1889-1945), el suizo Karl Ernest Krafft.

Según Von Wohl, si Londres llegaba a saber el asesoramiento astrológico que el líder nazi estaba recibiendo, entonces podía saber cuál sería su próximo movimiento estratégico.

Su plan fue bien recibido

Pese a las advertencias de los servicios secretos británicos MI5 (interior) de que Von Wohl era un “charlatán”, el plan fue bien recibido por el director de inteligencia naval John Godfrey, a quien le resultaba difícil entender las estrategias de Hitler.

Autor de algunos libros de astrología, Von Wohl era considerado un hombre extravagante, decía proceder de una familia noble húngara, por lo que los servicios de inteligencia se interesaron por él, de acuerdo con los documentos desclasificados.


Su ascenso

Este astrólogo llegó al Reino Unido desde Alemania a mediados de los años treinta del siglo pasado, y el espionaje británico pensó que podía ser una buena fuente de información sobre personas importantes que tenía como clientes.

Pero con el comienzo del conflicto bélico, el llamado Ejecutivo de Operaciones Especiales (SOE), una organización británica formada en la II Guerra Mundial con fines de sabotaje, contrató a Von Wohl para que trabajase en su área de propaganda.


Su misión fue un “éxito”

Así, se le otorgó el rango de capitán y un uniforme militar, con el que le gustaba pasearse por Londres. “Es un hombre extremadamente vanidoso”, llegó a apuntar el MI5.

Pese a todo, el SOE decidió ponerle a trabajar, por lo que fue enviado a EEUU para que emprendiese una gira de discursos a fin de convencer a un país escéptico de que Hitler podía ser derrotado.

Su misión fue un éxito, según los documentos revelados hoy, puesto que sus discursos y entrevistas recibieron una amplia cobertura de los medios estadounidenses.


Astrología de Hitler

Poco después, en diciembre de 1941, el ataque japonés sobre Pearl Harbour metió a EEUU en la II Guerra Mundial.

Van Wohl regresó a Londres, donde presentó la idea de analizar la astrología de Hitler puesto que éste dependía de las recomendaciones de Krafft, basadas en matemáticas en torno a fechas de nacimiento.


Charlatán

Si bien su plan fue aceptado con entusiasmo por el SOE y el llamado Ejecutivo Político de Guerra, el MI5 y el MI6 (espionaje exterior británico) manifestaron sus dudas sobre el húngaro.

“Uno de nuestros importantes oficiales comenta que no puede creer que alguien quiera volver a emplear a un charlatán peligroso”, según un informe de la época del MI6.

Otro miembro del MI5 señalaba que ninguno de los pronósticos de Van Wohl se concretó, con excepción de la entrada de Italia en la guerra, que anticipó cuando quedó “claro para todo el mundo con el menor conocimiento de asuntos internacionales”.


http://astridtoyo.wordpress.com/2009/03 ... de-hitler/



Amplio en este tema sobre Karl Ernst Krafft el "adivino" de Hitler:

Una leyenda negra rodea a todos los mandatarios en todas las latitudes, y es la que los retrata consultando a astrólogos, brujos y charlatanes de otras yerbas para tomar las más importantes decisiones de Estado. Es posible que en muchos casos se trate de circunstancias reales, pero en otros quizás sólo sea el resultado de un retorcido optimismo por parte de los adversarios del líder, que por querer verlo como un ignorante, capaz de dejarse cautivar por el estafador de turno, descuidan el abordaje de la crítica sustancial y certera.

Llego a la vida de Karl Ernst Krafft tras leer sobre el húngaro Ludwig von Wohl, un astrólogo contratado por el Servicio Secreto británico durante la segunda guerra mundial para intentar adelantarse a los pasos de Hitler. Nacido en Basel en 1900, Krafft era matemático de profesión y experto en estadísticas, lo que le era de gran utilidad para desarrollar su verdadera pasión: la astrología. O “astrobiología”, como él pomposamente llamaba a su propia versión del estudio de los astros y su influencia sobre los individuos.

Una exitosa predicción lo salvaría, en los años 30, de la persecución que desplegó el nazismo sobre los ocultistas. El 2 de noviembre de 1939 le escribió una carta a Heinrich Fesel —un experto en logias secretas que trabajaba para Himmler— pronosticando que, entre el 7 y el 10 del mismo mes, Hitler sufriría un atentado. El 8 de noviembre Hitler celebraba, en la cervecería Bürgerbräukeller de Munich, el 16º aniversario de su fallido golpe de estado de 1923 (sí, por allá también celebraban esas cosas). Una bomba colocada por Georg Elser estalló ese día, poco después de que el führer y su corte abandonaran el local, y la suerte de Krafft cambió de repente.

Fesel telegrafió entonces a Rudolf Hess comentándole que Krafft había predicho el atentado y, como era previsible, el astrólogo fue hecho prisionero. Caer en manos de la Gestapo era lo único que Krafft necesitaba: cuando se comprobó que no tenía nada que ver con el atentado, fue absorbido por el Ministerio de Propaganda para ayudar a Josef Goebbels a “descubrir” las profecías de Nostradamus que favorecían a Hitler.

Al año siguiente estaba ya haciéndole su horóscopo personal al führer. Y, aunque nunca llegó a conocerlo en persona —el horóscopo fue entregado a un asistente—, una predicción suya sobre la Operación Barbarroja contra la Unión Soviética terminó de ganarle la confianza del líder y empezó a ser tomado en serio para las decisiones relacionadas con el curso de la guerra.

Pero fácil viene, fácil se va. En 1941 Hess vuela solo en un bimotor a Escocia con la supuesta misión de negociar la paz, pero su avión es derribado y él es capturado, en uno de los más extraños episodios de la guerra. Hitler se encoleriza contra su otrora colaborador y, en represalia, recrudece la persecución contra los ocultistas, que habían sido de alguna manera protegidos de Hess.

Krafft es enviado a prisión por un año y, al salir, el nazismo lo reengancha para ponerlo a hacer las cartas astrales de los generales y almirantes aliados, información que era utilizada para decidir las acciones a tomar. Pero la prisión le ha dejado estragos psicológicos y empieza a sufrir delirios persecutorios; para colmo, su predicción de que el Ministerio de Propaganda sería destruido por bombas británicas fue considerada una amenaza por la Gestapo, que volvió a ponerlo tras las rejas. Moriría en enero de 1945 mientras era trasladado al campo de concentración de Buchenwald.

Del lado británico, Ludwig von Wohl era el encargado de predecir los pasos de los alemanes. Su método era simple: conocía el trabajo de Krafft, lo que le permitía, con los mismos datos, llegar a las mismas conclusiones. Se dice que fue de gran ayuda en las decisiones del almirante John Godfrey, director de inteligencia naval; sin embargo, unos documentos oficiales británicos recientemente desclasificados indican que el MI5 y el MI6 (las caras interna y externa del Servicio Secreto) lo consideraban un estafador.

http://jorgeletralia.blogsome.com/2008/ ... del-lider/




Astrología en la segunda guerra mundial


Consultada para obtener predicciones en la guerra, esta ciencia determinó la toma de decisiones en operaciones bélicas.

Son muchas las publicaciones que todos los años nos hablan acerca de la utilización de la Astrología y otras "ciencias ocultas" en la Segunda Guerra Mundial, que azotó al mundo entre 1939 y 1945. Y sinceramente, muy pocas de estas publicaciones nos dicen nada concreto, extendiéndose en posibles utilizaciones y conjeturas.

La Astrología se ha usado en muchas guerras desde épocas remotas. No nos vamos a extender en este punto, pero podemos decir a manera de curiosidad que fue un rey español el que mandó traducir y recopilar gran parte de este conocimiento aplicado a la guerra, Alfonso X el Sabio. La penúltima guerra de la que se tiene constancia que haya utilizado la Astrología fue la "Guerra de los 30 años" (1618-1648) en la que se pueden seguir las acciones del astrólogo del Cardenal Richelieu. La última, o por lo menos la última de la que se tiene noticia, fue la Segunda Guerra Mundial.

Por eso, de la mano de uno de los protagonistas menos conocidos de aquella conflagración vamos a introducirnos en este mundo. Nos referimos a Louis de Wohl.




Louis de Wohl

 

Como él mismo explica en Usted y la Astrología, su interés por el estudio de la ciencia astrológica se remontaba a su juventud, lo aprendió de la mano de buenos maestros en la materia, tanto de Oriente como de Occidente. Húngaro de nacimiento, residía en Alemania cuando los nazis suben al poder y comienzan una campaña para ganarse a los astrólogos, con la esperanza de utilizarlos en el conflicto que se acercaba. Al ser invitado por un miembro del partido nacionalsocialista a trabajar para ellos, decide irse de Alemania y establecerse en Londres.


De Wohl hace un seguimiento de cómo los alemanes van utilizando la Astrología en su política agresora en Europa, la cual culmina con el "Pacto de Munich" el cual permite a Alemania anexionarse prácticamente todos los territorios que desea para su "espacio vital". También confirma la atracción que algunos altos mandos nazis sienten por la Astrología.

Cuando estalla la guerra, pone sus conocimientos a disposición del ejército británico. Aunque al principio éstos son muy recelosos respecto a la utilización de la Astrología en la guerra, conforme va acertando en sus cálculos astrológicos, su consejo se tiene más en cuenta, y le nombran capitán de una unidad de guerra psicológica, en la cual, además de elaborar planes de contrainteligencia (manipulación de las predicciones de Nostradamus para desmoralizar al enemigo) e información, se dedicó a realizar predicciones astrológicas de la guerra en curso para informar al alto mando británico.


Con el tiempo, la desconfianza británica fue remitiendo e incluso le consultaron las predicciones sobre batallas como la de "El Alamein".




La Guerra Astrológica

 

Mapa de la Segunda Guerra Mundial 1941-1942

 

Así, paralelamente a los campos de batalla, se plantea una batalla "celeste", en la que los astrólogos de ambos bandos tratan de buscar las condiciones astrológicas más favorables para iniciar las acciones bélicas o para nombrar a los generales en jefe de los ejércitos en las operaciones.

También podríamos hablar de los ciclos planetarios y sus conjunciones e influencias en los países, de lo que se conoció como el "Reich de los Mil Años”, que lejos de ser una frase hecha, tiene mucho que ver con los ciclos de Saturno y Júpiter y con el misterioso viaje de Rudolf Hess a Inglaterra en mitad de la guerra. Pero eso ya sería tema para otro artículo.

Digamos pues que de un bando, liderados por el astrólogo de origen suizo Kart Ernest Krafft, existía un equipo al servicio de esta guerra. Del otro bando sólo se conoce a Louis de Wohl, aunque no debemos descartar que otras personas se dedicaran a esta labor, pero no se conoce ningún caso

Hacia 1941, Krafft, el cual posiblemente era el mejor astrólogo de la época, cae en desgracia y se le aparta de su labor. Y es precisamente entonces cuando la iniciativa en la guerra parece cambiar de bando.

La utilización de la Astrología en la Segunda Guerra Mundial llenaría muchas páginas, pero para hacernos una idea veremos dos ejemplos. Tenemos que advertir que la Astrología inclina pero no es determinante, es decir, que muestra inclinaciones para el futuro, no hechos concretos, pues no es una mancia, sino una ciencia. Es algo así como la Medicina cuando apunta el posible desarrollo de una enfermedad, conociendo al paciente y la experiencia acumulada. El médico no podrá decirnos nunca el momento exacto en el que el paciente va a enfermar o se va a curar.

En cualquier caso, tomémoslo como un juego que quizá nos aclare algunos "puntos oscuros" que la historia común no explica.




El "horario" de Hitler


Algo que en los años inmediatamente anteriores a la guerra y en los primeros años de ésta llamaba la atención era lo que se conocía como el "horario" de Hitler: siempre ataca los sábados, siempre espera a la luna nueva para atacar… eran expresiones corrientes por aquel entonces, aunque muy poca gente conocía realmente que Hitler tomaba las decisiones en base a unas simples efemérides astrológicas.

Las efemérides astrológicas son la compilación de las exactas posiciones de los cuerpos celestes de nuestro sistema solar para el tiempo de mediodía o de la medianoche de cualquier año dado. Hitler siempre iniciaba sus acciones cuando tenía aspectos favorables con respecto a Júpiter, que es el planeta de la Expansión, por lo que se aseguraba la "buena suerte" en sus acciones. En otras ocasiones, eran sus generales los que estaban en buenos aspectos con Júpiter, y era a ésos a los que elegía para poner al frente de un ejército o batalla determinada.

Se puede comprobar esto en acciones tan determinantes como la gran purga de 1934, la ocupación de Renania en 1936, la invasión de Austria en marzo de 1938 y de su totalidad en marzo de 1939… en todas estas ocasiones contaba con la influencia favorable de Júpiter, y es realmente increíble que ninguna potencia le plantase cara en estas acciones.

El mando de la campaña de Yugoslavia y Grecia se le dio al general Von List, el cual no era precisamente muy apreciado por Hitler, pero, qué casualidad, en la primavera de 1941, cuando se inicia la campaña, Júpiter se acercaba al tercer decanato de Tauro, y de este modo a la conjunción con la posición del Sol en el horóscopo de List.

Pero esto a la larga se convirtió en un arma de doble filo, pues aunque los buenos aspectos con Júpiter proporcionaban ventaja, cuando los aliados conocieron esta táctica, les fue fácil predecir los movimientos alemanes. Para conocer por qué frente iban a atacar bastaba con buscar un general que tuviese en esos momentos buenos aspectos en relación a Júpiter.



La operación  "Seeloewe" y la toma de Creta


Una de las mayores preocupaciones del alto mando británico era saber cuándo invadirían las islas británicas los alemanes, operación que de tener éxito podría haber cambiado el curso de la Historia. Esa maniobra era la "Operación Seeloewe" (operación foca).


Se trataba de una importante operación que debería combinar tropas de tierra, mar y aire en proporciones nunca conocidas. Se dieron buenos aspectos astrológicos en los primeros meses de 1941, pero la meteorología desanimó a los alemanes de emprender tal operación anfibia. No hay que olvidar que el informe astrológico no debía ser determinante y que se debían tener en cuenta otros factores.


Tras esta fecha malograda, el siguiente momento adecuado se daría en los diez últimos días de mayo de 1941, en el que Júpiter se encontraría en conjunción con Neptuno al tiempo del nacimiento de Hitler, lo cual le daba buenas posibilidades de éxito en una operación relacionada con el mar y las operaciones secretas.


La verdad es que en estos días se llevó a cabo la única gran operación de conjunto para la toma de una isla en toda la guerra, pero la isla que se conquistó no era Gran Bretaña, sino Creta.

Los alemanes, conocedores de las defensas británicas, llegaron a la conclusión de que ni con suerte podrían tener éxito, por lo que aprovecharon de todos modos ese buen momento -para ellos- para conquistar otra base británica del Mediterráneo.

Estos y otros hechos vienen a confirmar el uso que se hizo de esta Ciencia en la Segunda Guerra Mundial. 







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