Mientras los occidentales, especialmente en España, están siendo cegados por la pornografía del miedo que los mass media se encargan de llevar a la práctica totalidad de los hogares, presididos por altares iluminados ante los que los ciudadanos muestran una actitud servil hacia los mensajes que, como una correa de transmisión y alimento envenenado, les son lanzados desde el sistema.
A través de esas "ventanas sagradas" convertidas de facto en los púlpitos de una nueva religión (la del Gran Hermano), eliminan cualquier atisbo de independencia, racionalidad o sentido común, cualidades que hoy ya han quedado relegadas para la existencia humana.
Atributos que hasta hace muy poco tiempo nos diferenciaban de las bestias se entregan "por nuestro bien y seguridad", de forma completamente arbitraria, como haría un rebaño de ovejas ante la voz de quien las dirige y conduce al matadero.
Da igual el nivel de formación, capacidad, y falsa y autoproclamada autonomía de pensamiento. Los ciudadanos harán lo que se les ordene cuando experimenten en sus vidas el más absoluto de los terrores a contraer, por ejemplo, un simple resfriado,
Sometidos a un temor ciego y completamente irracional, acabarán cediendo, como en una letanía, ("siempre por su bien") amplias parcelas de lo que hasta hace poco tiempo habían sido considerados sus derechos naturales alienables e irrenunciables.
Todo a todo a cambio de una falsa promesa que les garantice una inexistente seguridad.
Ya vivimos antes esta vieja estrategia, tanto en septiembre de 2001, como más recientemente durante el periodo que se abrió en 2020... Pero también es conocido que la memoria de las masas es demasiado frágil, y olvida con facilidad.
A cambio de tanta estupidez, los globalistas se frotan las manos y ya, abiertamente, admiten que quieren superar a este desecho que consideran el ser humano con el denominado "transhumanismo".
En este sentido, les comparto un vídeo de Stefan Magnet, comunicador del canal de televisión Alemán auf1.tv., en el que, tras meses de investigación, nos desvela sus conclusiones y el supuesto plan que hasta ahora ha sido mantenido en secreto: "Europa será estéril en 2045" y la solución prefabricada de los transhumanistas será la reproducción humana en laboratorios genéticos.
Desde este punto de vista, todos los asuntos inflados artificialmente, como el pánico climático, la propaganda de género y las inyecciones de ARNm, cobran de repente un claro sentido.
Por desgracia, dado el carácter y la implementación de gran cantidad de leyes sociales que se están promulgando a ese respecto, que apuntan de forma inequívoca en esa dirección, impele a pensar que, en esta ocasión, las reflexiones del investigador no son una nueva teoría de la conspiración. Pero sólo le corresponde a usted juzgarlo, aunque será el Tiempo, como siempre, el Juez Supremo que le dará o quitará la razón.
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